—Por el poder que se me otorga, hago válido la absolución de su matrimonio. —El juez cerró el documento dentro de la carpeta y asintió mirando a los aludidos. Demian miró a Alice mientras se tomaron de las manos y sonrieron. Sofía estaba detrás de ellos, aún sin poder creer lo que habían hecho, todo era tan confuso, pero si eso los hacía felices no tenía nada que objetar. ¿Por qué si se amaban, se estaban divorciando? Solo ellos lo sabían y claro que lo sabían bien. Alice besó a su exesposo y siguió sonriendo. Empezar de nuevo, de una forma correcta era lo que ambos querían, así que decidieron divorciarse para volver atrás, olvidando los malos ratos y las palabras hirientes. Sí, era loco y un poco tonto, sin embargo, cuando Alice recordara su boda con la persona que ahora amaba no quería

