Según todos los indicios, fue un matrimonio feliz, y tú y tus hermanos os llevabais bien, incluso os hicisteis muy amigos. Tras la trágica muerte de tu padre en un accidente de coche, Elena perdió el control durante un tiempo y demandó a todo el que pudo, dejándoos a vosotros tres a vuestra suerte. Sus hijos prosperaron, pero tú no tanto. Llegaste a la pubertad y creciste aún más, haciéndote más fuerte. A los quince años ya tenías casi la misma altura que tienes ahora, lo cual es impresionante, por cierto; no conozco a muchas mujeres más altas que yo. En el colegio te acosaban sin piedad, y buscaste apoyo en tus hermanos porque no tenías a nadie más. ¿Sigues bien? —preguntó, dando otro sorbo a su bebida. Maggie asintió con la cabeza, aturdida, asustada por lo que estaba a punto de salir d

