El tiempo en este lugar pasa de manera difusa. Como no hay ni una sola ventana o rendija por la que entre la luz del sol, todo está en penumbras, iluminado únicamente por el tétrico foco de la antigua lámpara que hay a mi costado, esto mismo me impide saber si es de día o de noche, por lo que no sé cuánto tiempo llevo encerrada, atada a esta cama y a merced de estos locos. Tampoco sé en qué parte de la casa estoy, ya que ni siquiera por la puerta, cada vez que la abren, se puede ver mucho. Lo único que he logrado ver es un corredor, tan escasamente iluminado como lo está esta habitación. Mi cuerpo se siente entumecido por lo que no he podido moverlo en muchos días. Según mis cálculos, ya voy a cumplir una semana de estar aquí. Deian no se ha vuelto a ir de viaje, porque lo he visto seguid

