Enamorado de mi torpe secretaria

Solución a la vista

Alexander

Alce mi vista y pude ver el asombro en su mirada, vaya creo que me voy a divertir un buen rato, quién diría que mi buen amigo Fernando me encontraría un nuevo juguete.

—No es una broma señorita Johnson, puede empezar desde mañana, ah, va ser mi secretaria personal, diríjase con mi abogado y firme lo que él le pida, y por su salario no se preocupe, créeme que es bastante bueno, digamos que mi amigo Fernando habló maravillas de usted, solo espero y sean ciertas.

—Señor Rossi, gracias por la oportunidad que me está dando, y quería pedirle disculpas por lo de esta mañana —dijo mordiendo su labio inferior. Estaba dispuesto en ese mismo momento a tomarla hasta saciarme de ella completamente , solo que por ahora debo esperar, es obvio que ella será mi nuevo juguete, solo no voy adelantar las cosas

Por supuesto que hoy cuando la vi en la cafetería la reconocí de inmediato, Fernando no se cansa de hablar de ella, si no fuera porque se que es gay diría que está enamorado de ella.

Debo admitir que Julia es una mujer demasiado bella, cualquier hombre caería rendido ante su belleza, solo que yo no soy uno de ellos, a ella la quiero para otros planes.

—Bermúdez, quiero que arregles el contrato de la señorita Johnson, ella en este momento va para allá, ah y por favor asegúrese de tratar bien a la señorita Johnson. —Colgué el teléfono y le hice señas para que ella fuera con Bermúdez, solo espero y no sepa leer bien, y por supuesto que Bermúdez sea eficiente y le haga firmar absolutamente todo, está es mi única oportunidad de tenerla en mis manos.

Me giré y caminé hasta mi escritorio y senté, tenía cierta incomodidad en medio de mis pantalones, así que debía tomar algo frío, preferiblemente con hielo.

La vi contornear sus caderas antes de salir de mi oficina, jamás pensé que mi polla reaccionara de esta manera de solo tenerla tan cerca, ahora solo debo esperar y ella sabrá que con Alexander Rossi nadie se mete.

Tomé mi teléfono y marqué a Fernando, el cual contestó realmente emocionado.

—¡Hola amargado!, ¿Dime qué le diste el trabajo a mi amiga?, ella es la mejor en todo, no sé cuántas licenciaturas tiene, solo sé que es la mejor —exclamó Fernando al otro lado de la línea, emocionado, quien diría que sería mi mejor amigo quien la pondría en bandeja de plata.

—Vaya que si tienes interés de que la contraté —dije con sarcasmo, mientras Fernando se reía a carcajadas al otro lado de la línea.

—Si, quiero mucho a Julia, además su abuelo está muy enfermo y ella necesita dinero para sus medicinas —dijo, no pude evitar tensionar mi mandíbula, no sé cómo pude esperar tanto tiempo, si lo se, el tiempo que me llevó en encontrarlos, Pero ahora que los encontré no los voy a dejar escapar, los quiero en mis manos, y ella será mi trofeo.

—Puedes estar tranquilo, desde mañana Julia será mi secretaria personal, ¿Ya sabes lo que eso significa, verdad? —dije, a decir verdad Julián solo piensa que lo hago por nuestra amistad, y definitivamente en otra circunstancias lo haría, lo quiero mucho, crecimos casi juntos, y haría cualquier cosa que él me pidiera.

Solo que no pensé que él fuera precisamente el que me trajera a la hija del maldito que acabó con la vida de mi madre, jure sobre su tumba acabar con cualquier descendiente de esa familia, y vaya que me ha tomado mi tiempo.

Pero como bien dicen, todo a su tiempo tiene su recompensa. Afloje mi corbata, y dirigí mi mirada hacia la laptop, antes que Julia firme, necesito que Bermúdez le haga firmar una que otra cosita así la tendré completamente en mis manos.

—¡Hola bombón!. —Alce mi mirada al escuchar la voz de Zoe, quien entró a mi oficina sin ni siquiera tocar, lo que me faltaba.

—¿Qué diablos haces aquí?, te dije que no te quiero en mi trabajo, ¡Lárgate! —dije, no sé en qué momento dejé que mi padre se entrometió en mi vida, definitivamente creo que enviaré a Zoe a la mierda.

—Ya sabes, tu no me buscas, así que si mahoma no va a la montaña, la montaña va a mahoma. Me tienes muy abandonada, te extraño, además quiero ir de compras contigo —dijo sentándose descaradamente frente a mi, se que ella se viste de esa manera solo para probarme, solo que no me gusta jugar a sus jueguitos.

—Ya sabes que soy un hombre demasiado ocupado, ¿Por qué no vas de compras?, invitas a tu madre, en fin, busca algo que hacer con tu vida y a mí déjame en paz —dije exasperado.

—¡No pastelito!, me tienes abandonada, te necesito, te quiero dentro de mi, quiero que me folles hasta el cansancio. Nunca me tocas, y quiero que hoy lo hagas, por favor —dijo con su voz chillona, alce mi mirada y la verdad no la aguanto más.

—¡Basta Zoe!, no quiero seguir escuchando uno más de tus numeritos, es más ya me tienes harto, así que doy por terminada lo que sea que hubiéramos tenido —dije tomándola del brazo.

Sus ojos se abrieron de par en par, y como no, si yo soy su boleto para sacar a su familia de la maldita bancarrota donde el imbécil de Oliver los llevó.

—¡Tú no puedes hacerme este pastelito!, la fiesta de compromiso es la próxima semana —dijo ella.

—Claro que puedo, y cancela absolutamente todo, por qué como lo acabas de escuchar esto se acabó. ¡Ah y dile a tu papito que se busque a otro imbécil para sacarlos de la ruina! —dije con una reluciente sonrisa dibujada en mi rostro.

Estaba harto, quería mandar esto a la mierda y enfocarme en lo verdaderamente importante, acabar con Julia Johnson.

—Eres un cretino, esto lo va a saber tu padre, estoy segura que el no estará de acuerdo con la decisión que acabas de tomar —dijo antes de salir azotando la puerta.

No pude evitar sonreír, hace mucho que quería deshacer ese maldito matrimonio, y qué mejor oportunidad que hoy, hoy que por fin estoy de buen humor.

Al final me importa un maldito pepino lo que diga mi padre, soy el dueño de absolutamente todo, así que no pienso dejarme manipular y mucho menos por él, y los caprichos de una niña que solo quiere lujos.

Me giré y volví a lo verdaderamente importante, “Julia” tomé de nuevo su foto y observé.

Desde que supe su apellido y de quién era hija, contaba los días y semanas para tenerla frente a mí, así que ya no hay razón para esperar más. Que empiece el juego…