Tadzio se encargó de dejar a William y a Sam en la pastelería donde el escritor aún tenía su auto estacionado, en el momento que el guitarrista se marchó, William llevó a paso rápido a Sam hasta su auto, con mucho cuidado lo sentó en el lugar del copiloto y el pelilargo ayudó colocándose el cinturón de seguridad, a los pocos segundos el mayor ya se encontraba dentro del automóvil, y sin esperar demasiado encendió el motor acelerando lejos de ese lugar rumbo a su departamento.
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— Bien, hemos llegado — Dice William con el chico en sus brazos entrando a su departamento como si se tratasen de una pareja de recién casados en medio de su luna de miel, el hombre aun sin encender las luces, dejó al chico en el sofá, buscó un control remoto y con este se encargó de encender todas las luces del
