Llevo más de tres días sin presentarme a trabajar , mi teléfono no para de sonar entre mensajes y llamadas. Preferí apagarlo y no saber del mundo a mi alrededor. Ayer estuve todo el día con mis padres, lo cuál me sirvió mucho para relajarme y así no seguir pensando en todo lo que ha pasado con Damián. El timbre de mi departamento suena , pero no me levanto a ver quién es. Luego de dos timbres más golpean la puerta. —Maddy, somos Feray y Óscar, sabemos que estás hay dentro ¿Nos puedes abrir? En efecto es la voz de Feray ¿Qué hacen esté par aquí?, Feray debería estar en reposó y no aquí justo en mi apartamento. Me levanto rápidamente del sofá y camino hacía la entrada , abriendo la puerta. —¿Pero que fachas son esas mujer? —Masculla Óscar observándome de arriba abajo —. Pareces un zo

