Corantin estaba aburrido, aburrido y molesto. Él y sus esclavos estaban en una fiesta.
Hoy temprano, el trío había vuelto a pasear por las innumerables jaulas en busca de la chica perfecta para su harén. Mientras caminaban, Corantin fue reconocido por un joven de su época en la academia. Lo había invitado a él y a sus chicas a la fiesta y se negó a aceptar un no por respuesta, descartando cualquier excusa para no asistir.
Como consecuencia, Corantin se encontraba de mal humor mientras se celebraban orgías en su grupo. Mientras tanto, sus dos amantes se turnaban para animarlo. Al mismo tiempo, tuvieron que rechazar repetidamente las invitaciones de los invitados, declarando claramente que no estaban dispuestos a compartir.
"¿No disfruta de estas fiestas, milord?" dijo una voz femenina qu
