Angela...
Emiliano sin duda es todo un sueño, es dulce pero rudo a la vez.
Me tomó por sorpresa pero mentiría si dijera que no lo deseaba besar.
Fue tan delicado conmigo, mi cuerpo todavía se sentía en llamas, pensar que solo fueron besos me hacía ruborizar, si así me ponía no me quiero imaginar como será estar piel con piel.
Me puso sobre mis pie con cuidado aunque mis piernas parecían gelatina
Me llevo a la cama pero le dije que quería darme una ducha por lo cual me llevó al baño, me quitó el vestido dejándome en bragas ya que no traía sostén.
Me observo de pies a cabeza mordiendo su labio inferior, mi cara ardía de la vergüenza que sentía de estar así frente a él y apareció notarlo porque habló.
- Eres hermosa, no debes de sentir pena o vergüenza. Eres divina, una verdadera dio
