Después del grave incidente ocurrido en la oficina de Avelina, las ciudadanas Carmen Victoria Miranda y Ana Teresa Montes fueron detenidas y llevadas a juicio por sus actos criminales: un intento de sabotaje y un plan para atentar contra la vida de Julia Cáceres y Avelina Duarte. El proceso judicial se convirtió en un caso público que movilizó la atención de muchos, incluidos algunos empleados del Hotel Rasil, quienes estuvieron al tanto de lo sucedido y esperaban ansiosos que se hiciera justicia. Durante la audiencia, los abogados defensores de Carmen Victoria y Ana Teresa hicieron todo lo posible por sembrar dudas sobre la veracidad de los cargos, buscando desacreditar a las víctimas. Argumentaron que no existían pruebas concluyentes contra sus clientas y que toda la historia podría tra

