Capítulo 36 Emma no puede con la ráfaga de emociones qué la invaden, una vida crece dentro de ella, el fruto de su amor por Franco, lo ama sin duda alguna y piensa que su relación no puede estar peor, no sabe en qué podría parar todo y, sin embargo, siente esa pequeña felicidad que se debe sentir. Se arrodilla para tomar aire y se abraza a su vientre, con gran dolor de solo pensar que todo se esté yendo al demonio por qué su esposo es un puto mafioso, que la secuestro, la obligó a estar con ella, tiene quien sabe cuántas amantes y además le fue infiel, por qué así lo siente, le a sido infiel desde que llegó a su vida dejándole claro que él no es solo de ella, pero a pesar de todo eso el imbécil se ganó su corazón, se ganó cada sentimiento al ser único, reconoce que su esposo es un hombre

