*CAMILLE* Me fui a mi habitación, ya que él y yo no compartimos dormitorio. Sin vergüenza, le logré ver un chupete en el cuello. Esa hermana mía es una descarada. Una vez en mi habitación, cerré la puerta y me dejé caer en la cama, sintiendo una mezcla de rabia y tristeza. No podía creer que mi propia hermana estuviera involucrada con mi esposo. La traición era demasiado dolorosa, y me preguntaba cómo había llegado a este punto. Decidí que no podía seguir así. Tenía que enfrentar la situación y tomar el control de mi vida. Me levanté y me dirigí al espejo, observando mi reflejo. Sabía que debía ser fuerte, no solo por mí, sino también por mi futuro. Tomé mi teléfono y llamé a mi mejor amiga, alguien en quien siempre había confiado. —Hola, necesito hablar contigo. ¿Podemos vernos? —pre

