Sus ojos verdes me acordaban tanto a ella, no sabía si me estaba volviendo loco o mi mente trataba de verla y recordarla siempre.
Habian pasado nueve años desde que ella se fue de mi vida, sin darme una explicación o decirme el porqué, al buscarla en su casa solo recibí un golpe de parte de su padre llamándome maldito sin darme una explicación.
Nueve años atrás
Era la noche de graduación y yo estaba contento de haber culminado la preparatoria alado de mi novia.
Habia sido un tonto al no darme cuenta de la chica que me estaba perdiéndo, cuando al fin mis ojos la empezaron a ver de otra forma sabia que ella era el amor de mi vida.
Por esa razón trate de presentársela a mi familia, pero mamá nunca la acepto al no tener el mismo nivel económico nuestro, simplemente la detestaba por estudiar en un colegio privado a través de una beca.
Eso no fue impedimento para que yo la amara como lo hacía y estaba dispuesto a todo con tal de estar con ella.
Estaba listo y solo esperaba a Lucas para irnos juntos a la fiesta de graduación donde vería a Sara.
Al llegar la busco por todo el salón pero era evidente que no había llegado.
—Hola Edrick —Amanda se acerca colocando su mano en mi pecho —. ¿Vienes solo al baile?.
—No, estoy esperando a mi novia.
—Es una lastima —Sonríe —. Te veo luego.
Se marcha dejándonos nuevamente solos, Lucas rie negando y golpe su pecho.
—No es gracioso.
—Claro que lo es, ¿No ves como babea por ti?
—Me da igual, solo me interesa Sara.
Observo mi reloj y veo que son pasada las ocho, me reuno con Lucas y unos amigos esperando a Sara.
Luego de algunos minutos decido ir al baño, creo que tomar tantos tragos a la vez fue una mala idea, me acerco al lava manos y mojo mi rostro para quitarme un poco la pesadez.
Entró a uno de los cubículos a orinar, cuando termino escucho unos golpes en el cubículo.
—Esta ocupado —Musito molesto.
Vuelven a tocar pese a mi respuesta, abro enojado y al hacerlo me encuentro a Amanda.
—Hola Edrick.
—Amanda ¿Que haces aquí?.
Sonríe y se avalancha a mi besando mis labios, sus manos van a mi camisa y empieza a soltar cada botón, intuitivamente y estúpidamente sigo su juego.
¿Qué diablos estoy haciendo?
La separó de mi y salgo del cubículo acomodando mi camisa.
—Esto no estuvo bien —Tartamudeo—. Esto fue un error Amanda.
La puerta del baño se abre con fuerza entrando Lucas quien me mira asombrado.
—¿Qué hiciste Edrick? —Mira Amanda y luego a mi dándome una mirada dura.
—¿De qué hablas?.
—Sara llegó, te estuvo buscando una de las chicas le dijeron que estabas en el baño y la acabo de ver salir corriendo del salón con lágrimas en sus mejillas.
—Sara —Susurro.
Salgo del baño y corro por todo el salón buscandola, no veo rastros de ella.
Le pido al valet parking mi auto, luego de unos minutos me lo entrega y me dedico a buscarla por los alrededores del salón, luego de media hora de no dar con ella y no contestar su teléfono decido ir a su casa a buscarla.
Se que sus padres no aprueban nuestra relación, pero que más da, es la chica que amo y no quiero perderla por una estúpida equivocación.
Me bajo de mi auto y camino a la puerta de su casa tocando el timbre, la puerta se abre y antes de que pueda articular una palabra su padre golpea mi mejilla haciéndome retroceder.
—Maldito infeliz, lograste tu cometido con mi hija, ella ya no esta aquí no tienes nada que venir hacer a mi casa.
Escupe frente a mi y tira la puerta cerrandola frente a mi dejándome confundido.
¿Ya no está aquí? ¿Qué quiso decir con eso?
¿Dónde esta Sara?
Tiempo actual
—Amigo ¿Estás bien? —La voz de Lucas me saca de mis pensamientos.
Al salir de mis pensamientos lo encuentro parado frente a mi, mirándome curioso.
—Toque pero no me respondistes ¿Qué te tiene tan distraído?.
—Pensaba en Sara —Suspiro con pesadez pasando mis manos sobre mi rostro en señal de frustración —. Recordando lo sucedido la noche de graduación.
—Es mejor que ya no te sigas atormentando Edrick, ya han pasado nueve años sin saber de ella quizás se haya casado y tenga hasta una familia.
—No, no, claro que no —Musito enojado —. Ella me amaba Lucas, simplemente no me hago la idea de que eso haya ocurrido.
—Hernano tenías mucho tiempo sin hablar de ella o atormentarte con sus recuerdos ¿Por qué estas así?.
—Esta mujer, Sofía Lombardo su mirada me hizo recordarla —Niego —. Algunos gestos, me hizo recordarla pero me niego a creer que sea ella.
—Claro que no lo es Edrick, Sara es muy diferente a ella y aunque en efecto tiene un aire con ella son muy diferentes incluso físicamente y temperamentalmente.
—Han pasado nueve años Lucas, no sabemos que tanto ha cambiado así como nosotros lo hemos hecho.
—Te estás volviendo loco amigo —Sentencia serio —. Se llama Sofía no Sara, se apellida Lombardo y su padre es uno de los empresarios más importantes del país, que yo recuerde los padres de Sara murieron en un accidente de automóvil y no eran de dinero ni mucho menos apellido Lombardo.
—Tienes razón, Quizás ya me estoy volviendo loco.
—Amigo debes olvidarla, se que la amabss mucho pero ya es tiempo de que te olvides de ella y la saques por completo de tus pensamientos.
Tenia razón, pero lo que me pedía era casi imposible. Sacarme a Sara de la mente no era tan fácil, después de todo han sido años intentándolo y los intentos son en vano.
—¿Hablaste con la Lombardo? —Cambia de tema y asiento —. ¿Cómo te fue con ella?.
—Me trato a la defensiva, apenas me dio chance para hablar, ya no se si creer que es prepotente o si su personalidad es ser tan retadora.
—Se me hace una mujer fría, pero por lo que leí en los artículos que encontré bastante inteligente en los negocios.
—¿Qué leíste?
—Según la revista Forbes ella lidera la lista de las mujeres empresarias más influyentes, competitivas y con buen manejo de crecimiento en Londres, una mujer que ha cerrado negocios con resultados multimillonarios, ella es una pieza hermano y puede ayudar mucho a la empresa a expandirse.
Quizás el tenía razón, solo espero que con el tiempo su temperamento vaya bajando.
Lucas regresa a su oficina, me quedo en la mía tratando de sacar a Sara de mi cabeza y seguir concentrado en mi trabajo.
Al cabo de un rato el timbre del teléfono de mi oficina suena, preciono el manos libre y la voz de mi secretaria aparece.
-Señor su madre llamó para recordar la comida con ella y la señorita Chang esta tarde.
-Cancelala,dile que me surgió un inconveniente
-Si, señor
Cierra la llamada, sujeto el puente de mi nariz tratando de regresar a mi concentración.
No tengo ningunas ganas de hablar con mamá y menos con Amanda.
Agotado guardo todo, tomo mi maletin y salgo de la oficina sofocado. Subo a mi auto en el sótano y salgo comandome en el tráfico pesado de la ciudad.
Al llegar a mi penthouse saludo a mi ayudante de limpieza que va de salida, subo a mi habitación deshaciendome de mi traje tomando una ducha y colocandome algo menos formal para salir e ir por una copa.
—Edrick no puedo creer que dejaras plantada a tu madre —Me giro y Observo a mamá en la entrada de la habitación —. Eres un grosero y mal hijo Edrick Benson.
—Te recuerdo que tu no has sido tampoco una buena madre —Me termino de colocar mi reloj —. Mamá no es posible que no respetes mi espacio personal y entres aquí como si esta fuese tu casa.
—Soy tu madre Edrick, puedo venir cuando quiera visitarte.
—Pero no entrar así sin avisar , hace muchos años me mude de tu casa para tener mi propio espacio mamá,al menos respeta mi hogar.
—Eres un atrevido Edrick sobre eso un patán que dejas a tu novia y a tu madre patadas en el restaurante —Empieza a musitar enojada.
—Luna les tuvo que hacer dicho que estaba muy ocupado y no podía asistir.
Salgo de mi habitación y soy seguida por ella.
—Pues no te veo tan ocupado además no creo que algo sea más importante que una comida con tu novia y tú madre.
—Basta mamá, si acepte a Amanda como mi novia fue por petición tuya para que la empresa se beneficiará del contrato milloranio que su padre estaba dando por la construcción de su cadena de hoteles pero eso ya pasó.
—Edrick, no puedes dejar a Amanda seríamos la comidilla de la ciudad y tenemos una apariencia que cuidar.
—Quizás no lo haga ya mamá pero lo haré muy pronto —Tomo las llaves de mi auto y me paro frente a ella —. Disculpa que sea tan grosero y mal hijo madre pero tengo algo importante que hacer.
—¿Irte de fiesta con quien sabe quien?
—Exactamente, nos vemos luego mamá.
Subo al elevador marcando el sótano, al salir me subo a mi deportivo y salgo del edificio a toda marcha con rumbo al centro de la ciudad.
Llego al bar donde quede en verme con Lucas, al llegar me recibe con un estrechon de manos y palmeando mi hombro.
—¿Por qué traes esa cara? — Tomó asiento a su lado y me entrega un trago.
—Mi madre, no se cansa de tratar de meterme a Amanda por los ojos —Tomó un sorbo y niega —. El supuesto noviazgo con ella me tiene cansado.
—¿Y cuando piensas darle fin?
—Muy pronto, mamá solo se la pasa insinuando que ella es buen partido para casarme —Sonrio sarcástico —. Como si yo estaría loco para hacerlo.
—Es mejor que acabes con eso pronto o ella y tu madre buscarán la manera de amarrarte para lograr su cometido, además deja de tener sexo con ella o seguirá confundiendo las cosas.
—Siempre le he dejado claro que nuestro supuesto noviazgo es solo una fachada y el sexo es algo casual.
—Las mujeres no saben que significa sexo casual hermano —Pide otro trago —. Esto se te va salir de las manos con ella.
—Yo solamente espero que no.
(...)
Llego a la empresa, Luna me recibe con mi café y mi agenda para hoy.
Entro en junta con algunos clientes de otras empresas de papá mediante video conferencia.
El día transcurre con algunos problemas de inversores que empiezan a darme dolor de cabeza.
Retiro mi saco, recojo las mangas de mi camisa hasta los codos hasta que unos toques en la puerta me interrumpen.
—Adelante. —Musito aún con la mirada en los papeles sobre mi escritorio.
La puerta se abre, levantó la mirada y me encuentro a la señorita Lombardo.
Se acerca hasta quedar en mi escritorio y extiende unos documentos frente a mi.
—Señor Benson, falta su firma en estos documentos.
—Lo lamentamo, ando un poco distraído —Los tomo y empiezo a leerlos rápidamente.
—¿Algo en lo que lo pueda ayudar?
Su pregunta me toma por sorpresa, levantó la mirada y su semblante luce serio.
—Unos supuestos socios de una de las empresas de papá hicieron un desfalco millonario a través de cheques sin fondo, hemos tratado de localizarlos pero resulta que las empresas y sus nombres son fantasmas simplemente no existen y eso puede traernos problemas legales con los demás socios al verse su patrimonio afectado .
—¿Me permite ver los nombres de esas personas y las empresas?
Me levanto de mi silla, me siento a su lado y le entrego los documentos con toda la información.
Los empieza a leer detalladamente, la miro fijamente y es justo hay cuando me viene un recuerdo de Sara.
Cuando solíamos estudiar y ella se concentraba tanto en leer todo para no perder ningún detalle.
Levanta la mirada, la miró fijamente y sus ojos verdes llaman toda mi atención.
Sus pestañas y sus ojos profundos me recuerdan tanto a ella.
Me levanto de mi silla sofocado, suelto el nudo de mi corbata y trato de controlarme.
—¿Sucede algo?
Me giro y la encuentro mirándome de manera preocupada.
Se levanta dejando los papeles sobre mi escritorio, se acerca y coloca su mano sobre mi pecho.
—Estás teniendo un ataque de ansiedad —Susurra mirándome fijamente —. Debes calmarte.
—Me recuerdas tanto a ella —Susurro sujetando su mano sobre mi pecho.
—¿A quién? —Susurra y siento su mano temblar —.¿A quién le recuerdo Edrick?
—A la única mujer que he amado en mi vida.
Cierra los ojos, trata de safar su mano de mi pecho y la detengo.
Observo sus ojos y se encuentran cristalizados pero con destello de molestia.
—Pues no soy esa mujer —Se safa de mi agarre —. Lamento que me confunda pero puedo apostar que ambas somos tan diferentes.
Camina a la puerta.
—Tiene razón, ella era tan alegre y dulce —Se detiene pero no se voltea —. Y usted es tan fría y amargada que no podría ser ella nunca.
Suspira, abre la puerta y sale azotando la puerta.
Puede que si tenga un parecido a ella físicamente y quizás mi mente me esté jugando una mala jugada y estoy alucinando con ella...