Adrián estaba furioso y destrozó su celular, él se fue a su cuartel para reunir todo el armamento necesario e ir a rescatar a Constanza. — ¡Quiero que se apresuren! — Adrián gritó y todas las venas de su cuello se resaltaron — mi esposa necesita de mí y yo de ella. Él se subió a un helicóptero en el que iba Marck, se dirigió a la casa de los Parisini y sus hombres ya lo esperaban ahí con toda la artillería pesada. — Salven a mi esposa y cualquiera que se les ponga de frente lo matan sin ninguna misericordia. Todos entraron a la mansión Parisini, en el momento que los hombres de esta familia vieron la artillería que los demás traían fue que cayeron de brazos además de eso sabían muy bien las normas que se tenían y en la cuál se reflejaba que había que respetar a la esposa de cualquier

