El hospital St. James se trataba del mejor hospital de todo Italia, solamente personas con ciertos ingresos anuales podían ingresar a dicho sitio. Constanza fue en ese momento que recordó este centro hospitalario, le pidió a Lola que la acompañara para ir a ver a su abuela y ella un poco temerosa de subir al carro fue que accedió.
— ¿Qué benditos has hecho? — Lola preguntó en voz baja — no tienes idea la rabia que me dió saber que tu padre te había vendido al burdel ese, mi papá fue para pagar la deuda y que te dejarán libre sin embargo al darse cuenta de la suma que debía por poco le da algo, al señor Ricardo lo vieron cayendo borracho por las calles y cuando tu abuela se enteró lo que su hijo había hecho fue que lo corrió pero le dió un infarto.
— No tienes idea todo lo que me ha pasad
