La nana Céline se llevó a ambos hombres, Constanza que antes estuvo rodeada de personas que se interesaban en ella ahora se encontraba completamente sola, este detalle no le importó y decidió ir a caminar fuera del enorme castillo, llegó hasta una glorieta bastante apartada de la propiedad sin embargo de repente escuchó a alguien jadear y quejarse de tal forma que era imposible de ignorar, la mujer no pudo evitar ir a ver de qué se trataba y en el momento que miró a un hombre algo mayor bastante golpeado no se detuvo hasta llegar donde se encontraba saliendo por la puerta de servicio. — Señor, señor — ella colocó su mano con cuidado — ¿Usted se encuentra bien? ¿Quiere que lo ayude de alguna forma? El hombre solamente sabía jadear, ella no dudo dos veces en rasgar el vestido que traía enc

