DAKOTA —Pensé que estabas demasiado ocupada con el trabajo como para venir entre semana —dijo Rachel cuando me detuve frente a la casa, llegando sin avisar. —Simplemente te extrañé más de lo normal —respondí y abracé a mi hermana. —Ey, ni se te ocurra ponerte toda emocional conmigo —dijo Rachel contra mi hombro mientras nos abrazábamos—. Estoy bien. He estado bien desde hace un tiempo. Había pasado un par de semanas desde que fue al hospital, pero eso no significaba que yo iba a olvidar todo y seguir como si nada. Fue un gran susto, y me hizo darme cuenta de que nada en este mundo es eterno. Ya había perdido a mi mamá, y Rachel había ocupado su lugar, haciéndose cargo, pero eso no significaba que no podía perderla a ella también. —No estoy emocional. —Sollocé un poco—. Solo es lindo p

