ORIANA
—Mami. ¡Mami! —Summer me agarra la mano y la sacude, haciendo que se me caiga el teléfono.
—¿Qué? ¿Qué pasa? —la miro a los ojos, con el miedo apretándome el pecho, ya medio levantada del sillón.
¿Se lastimó? ¿Está teniendo otro ataque de asma?
—Se terminó el programa —señala la televisión, donde pasan los créditos de su caricatura favorita.
—Oh —parpadeo mirando la pantalla, con los ojos tardando en ajustarse después de haber estado viendo mi teléfono por… bueno, no sé cuánto tiempo exactamente. Lo suficiente como para perderme un episodio entero.
Uno pensaría que una o dos fotos de Leandro Thornvale serían suficientes. Pero no. Para nada.
Al parecer necesitaba caer en todo un agujero sin fin de imágenes suyas. Perderme en páginas interminables llenas de sus ojos azules, su
