CAPITULO 3 ¡Quiero dejar de ser aburrida!

1498 Palabras
Después de un tiempo Ava llegó - ¿Qué pasó? ¿Por qué estas aquí? ¿Estabas llorando? – Cuando la llamé no le di ningún tipo de información, simplemente le dije que viniera por mí. Me limpié las lágrimas que aún quedaban en mi rostro – No pasa nada – Me di cuenta de que había llegado en un lujoso auto - ¿Con quién viniste? ¿De quien ese ese carro? – Le pregunté sorprendida. Ella giró a mirar a la dirección donde el auto estaba estacionado - ¡Ah! Es mi amo – Me dijo sin darme alguna explicación. lo más normal y relajada. -¿Tú qué? – Le pregunté confundida y con los ojos abiertos. Ava me sonrió – Mi amo… ¿No te había contado? – Arquee mi ceja, esperando una respuesta. Ava me ayudo a levantarme de donde me encontraba sentada – Es mi amo… hace algún tiempo entre en el mundo de la sumisión y ahora no puedo salir de ahí, realmente es excitante – Ava se caracterizaba por ser una chica algo loca, siempre iba en contra del sistema como ella decía, era totalmente diferente a mí, siempre ha sido alguien aventurera, que le gusta arriesgarse, le encanta probar cosas nuevas, además que es hermosa, a donde quiera que vaya llama la atención. -No entiendo mucho de eso – Le dije mientras caminábamos hacia el auto que nos estaba esperando. -Tranquila cariño cuando lleguemos a casa te explicaré todo y tú tambien lo harás ¿Ok? – Asentí con la cabeza. Me subí al carro, saludé al tipo que estaba ahí, no podía negar, que, aunque no se viera bien por la oscuridad, su perfil era bastante guapo, pero se notaba algo serio. Después de un tiempo llegamos a nuestro apartamento. Ava me dijo que me adelantara que ella hablaría con aquel tipo y subiría enseguida. Llegué a casa, dejé mis cosas y me tiré en el sofá, a mi mente se vino aquel amargo momento, cada palabra de Liam retumbaban en mi mente, las lagrimas otra vez comenzaron a salir, no me podía controlar, el corazón me dolía, me sentía humillada. sentí que la puerta se abrió - ¡Cariño, estoy aquí! – Ava entró y apenas me vio llorando corrió hacia mi - ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras? – Comencé a hiperventilar, las palabras no me salían, así que ella solamente me abrazó, pero ese abrazo hizo que llorara más - ¡Llora todo lo que quieras! Cuando estés lista para hablar aquí estaré – Ava me daba suaves golpes en la espalda, intentando consolarme. Después de un tiempo, pude calmarme, me alejé un poco de ella y la miré - ¿Me vas a explicar que es eso, en lo que estás metida? – Le dije limpiándome las lágrimas. Ella me dio una sonrisa - ¡Ok! Lo haré, pero después de eso tú me contaras por qué estas así y de quien es esta gorra y estas gafas, que por cierto se ven que son super carísimas – Yo asentí – Bien, hace un tiempo me llamó la atención todo este tema de la sumisión, ósea el tema de ser sumisa y tener un amo que me domine… - Yo la miraba confundida realmente no entendía que era eso que me decía – Lo comencé a practicar y me encanto – Ella me hablaba emocionada del tema. Di un suspiro y cuando hizo una pausa le pregunté - ¿Cómo es eso? ¿Cómo es tener un amo? – Ella me miró con una sonrisa coqueta. -¿Por qué me lo preguntas? ¿Quieres probar? – Se acercó mas a mí. Alcé mi mirada y me quedé pensando por unos momentos – Tengo curiosidad sobre el tema ¡Solo es eso! – Ava entre cerró sus ojos como si no me creyera de un todo. -Bueno, soy sumisa, eso significa que me someto a todos los deseos y las ordenes de mi amo, este amo tiene completo dominio en mi a la hora de tener relaciones sexuales y claro en otras áreas de mi vida, pero eso ya lo cuadras tú con la otra persona en cuestión – Ella se levantó del sofá y comenzó a caminar hacia la cocina - ¿Quieres algo de tomar? – Asentí – Al regresar me entregó una copa de vino. -¿Tú ya tienes tú amo? – Le pregunté curiosa. Ella sonrió – Si… es el guapo que nos trajo, se llama Ethan, Ethan Miller, el hombre más sexy, candente, guapo y caliente que tiene todo Forks – Me sorprendió mucho verla hablar de esa manera de un hombre, ya que ella no es de las que se somete fácil ante nadie. -¡Vaya! Si que te gusta – Le dije asombrada. Ella me miro – Me gusta ser su sumisa y todos los beneficios que tengo por serlo… es solo eso, pero no soy ciega, es imposible no ver lo que tienes ante tus ojos – Me dijo restándole importancia – Ahora bien ¡Dime! ¿Qué paso? – Tomé aire, sabia que después de contarle lo que mi hizo Liam, querría salir corriendo a matarlo. Tomé una bocanada de aire y comencé a contarle, ella solo hacia caras de poco amigos, con cada palabra que salía de mi boca, ella apretaba su puño. -¡Merece morir ese imbécil! ¿Cómo se le ocurre decirte todo eso? – Ava se levantó de golpe y comenzó a caminar hasta la puerta - ¡Voy a ir a matarlo! – Yo me levanté asustada, ella podía ser impulsiva muchas veces, no era de las que pensaban bien las cosas, simplemente se dejaba llevar por la emoción del momento. -¡No, tranquila! No merece que te desgastes con un tipo como él – Caminé rápidamente hacia ella, y logré traerla al sofá nuevamente. Ella respiró profundo - ¡Ok! Y ¿De quién es esta gorra y gafas? – En todo ese tiempo, le había restado importancia a eso, hasta el punto de llegar a olvidarlo. Lo pensé por unos segundos – Pues… realmente no sé. Después de lo que pasó con Liam, tomé el autobús, al sentarme comencé a llorar sin importarme si los demás pasajeros creían que estaba loca, solo queria llorar, después de unos minutos sentí que alguien puso la gorra en mi cabeza, tomó mi mano y me entregó las gafas, pero cuando quise ver quien era, no pude – Le dije algo intrigada. -No quiero que vuelvas a ver a ese imbécil. Te dije que Liam nunca fue alguien para ti, algo de él no me gustaba ¿Ok? Además, no quiero que te mates pensando en todo lo que te dijo – Ava tomó mi rostro entre sus manos – Te conozco Emily Willians y sé que cuando vayas a tú habitación y cierres esa puerta te vas a derrumbar y no quiero eso… eres hermosa ¿Ok? Y eres la mejor persona que yo conozca en este asco de mundo – Me atrajo hacia ella y me abrazó. -¡Ava! – Le dije en un tono bajo. -¿Eh? – Me dijo ella. -Quiero saber todo sobre la sumisión… - Ella se alejó algo desconcertada. -¿Qué? – Me miró extrañada. -Quiero que me enseñes a ser una sumisa tambien… - No sé en que rayos estaba pensando en ese momento, pero simplemente dejé salir lo que mi cabeza pensó. -¿Qué? ¡Espera! ¿Emily me estas hablando enserio? – Ava no podía cerrar la boca de la impresión. Aclaré un poco mi garganta – Si, estoy hablando enserio, quiero aprender sobre el tema y ser una sumisa, así como tú… ¿No dices que tienes bastantes beneficios? – Me acomodé en el asiento – Quiero dejar de ser la mujer mojigata que todo el mundo cree que soy, quiero ser arriesgada, valiente, quiero probar cosas nuevas, quiero dejar de ser la aburrida Emily y convertirme en alguien que vive su vida al máximo – Pestañee un poco, y Ava solo sonrió ver mi reacción. -Este mundo no es del todo fácil, y debes tener claro que muchas veces no puedes enamorarte, debes tener esos sentimientos bien definidos ¿Estarás bien con eso? – Ava me tomó de las manos y me miro preocupación. -¡Estaré bien con eso! No te preocupes por mi – Ella solo asintió y me dio una sonrisa. No sé de donde había salido toda esa valentía, todo ese espíritu aventurero, pero queria demostrarle a Liam, que yo tambien puedo ser alguien divertida, que no soy la mujer sosa y aburrida que el cree… -Pero… Emily… Tú eres aun virgen ¿No estabas esperando el indicado para entregarte? – Después de uno minutos de silencio Ava me sorprendió con esa pregunta. -Supongo que llegó la hora de perderla… - Le dije algo temerosa pero decidida.
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