Cuando salí de mi turbación, miré a mi hermano confundida. ¿Yo dejarlo? No era así, yo jamás lo dejaría, él se había convertido en parte importante de mi vida y me dolía pensar que él fuera de otra mujer. No podía ser así, si lo fuera, él no hubiese estado conmigo el 14 de febrero, ¿o sí? Además, había hablado con mi hermano porque quería hacer las cosas bien. No lo haría si no fuera sincero. Y yo, ¿cómo podría vivir sin él? Estaba tan confundida. ―Hermanita, no sé qué decirte, lo único que sé es que él me habló pidiendo que viniera a verte, necesitaba saber que estabas bien y que aún quieres estar con él. ―Hoy fue un día extraño. Fernando intentó volver a la carga y Ámbar… Ámbar le dijo a Fernando que quien me había dado el collar era su cuñado. Pero eso es imposible, ¿cierto? ―No podí

