Llegamos al hotel, nos ubicamos en nuestras habitaciones, Tamara, Génesis y Xiomara compartieron habitaciones, los niños en otra con Caleb y Víctor. Aunque fue un vuelo tranquilo y corto estaba cansada debido al desvelo por lo que había pasado. —¿Mer? —me habla Darío, quien pone una maleta en la cama. —Ya sé amor, no me gusta estar disgustados, sé que quieres hablar —me siento en la cama y él hace lo mismo —Sé que no debe reaccionar como lo hice primero debía escucharte, fue muy inmaduro de mi parte, me sentí traicionado —comienza a contar cómo se sintió por haberle mentido. —Perdóname, sé que no fue el mejor momento y debí contarte desde que lo vi entrar con mi primo. Aunque le pedí que se retirara, no pensé que se quedara e hiciera ese tipo de escándalo —le explico —soy culpable, lo

