Todos tienen heridas y han notado que la casa se ha derrumbado, pero no comprendieron la magnitud del daño hasta que David y Sofía quedan en silencio ante la insistente pregunta de Camilo. Todos comprendieron su silencio a la perfección y es por ello que, Camilo se desespera. — Por favor, dime que está bien o que aún no la han encontrado. La casa es grande, si recordamos donde estábamos ubicados, podremos saber con seguridad donde está mi madre. — comenta Camilo intentando levantarse, pero su intento duele más de lo que todos pensaron. Nadie quiere que él sufra más, mucho menos ver a su madre así. Por lo que, no lo ayudan a levantarse. Pero eso no le importa a él. Su dolor físico no sobrepasa el temor de que su madre lo necesite. Mientras Camilo camina con dificultad, los guardias sobre

