POV ELIZABETH El reloj marcaba las 3:07 a. m. cuando la voz de Nyx irrumpió en la sala de seguridad. —Lo tengo. Mis ojos se alzaron de inmediato hacia ella. La hacker, con su cabello corto y mechones color azul eléctrico, tenía los dedos volando sobre el teclado de su equipo. Un conjunto de monitores mostraba mapas, coordenadas y códigos encriptados que cambiaban a una velocidad vertiginosa. Ryan se acercó con paso firme, sin apartar la mirada de la pantalla. —¿Dónde? Nyx sonrió con satisfacción. —Kazajistán. Cerca de la frontera con Rusia. Se hizo un silencio cargado. —No tiene sentido —intervino Ryan, con el ceño fruncido—. ¿Qué hace un criminal de Nueva York en medio del puto desierto euroasiático? Nyx amplió las imágenes satelitales y comenzó a explicar. —Después de que Lock

