Eliana —Siento mucho no poder hacer más por ti, Liana—.Comenta Blanca recargada en el marco de la puerta, observando como tomo mi equipaje para dejar el lugar. —No te sientas mal. En realidad que consiguieras el permiso para quedarme dos semanas más, fueron suficientes para encontrar un cuarto no muy lejos de aquí—Le digo posando mi mano libre sobre su hombro—. De verdad, muchas gracias Blanca. —Podrás decir lo que quieras, sin embargo, eso no me hace sentir mejor. Ojalá pudiera hacer algo más para ayudarte, pero no puedo. Con lo que gano, apenas podemos sobrevivir mis tres hijos y yo. En sus ojos puedo ver frustración, ella sabe que no la tengo fácil. Luego de un último adiós, salgo del edificio rumbo a mi nuevo hogar. No estoy feliz, pero es lo que hay. Prefiero esta vida mil veces

