CAPÍTULO CUATRO

2244 Mots

CAPÍTULO CUATRO Una y otra vez, Catalina moría. O, por lo menos, “murió”. Armas ilusorias se deslizaban en su carne, manos fantasmales la estrangulaban hasta la inconsciencia. Unas flechas parpadearon hasta la existencia y dispararon a través de ella. Las armas eran solo cosas formadas de humo, llevadas a la existencia por la magia de Siobhan, pero cada una de ellas hacía tanto daño como el que hubiera hecho un arma de verdad. Pero no mataban a Catalina. En su lugar, cada momento de dolor solo traía un ruido de decepción por parte de Siobhan, que observaba desde la banda con lo que parecía ser una combinación de diversión y exasperación por la lentitud con la que Catalina estaba aprendiendo. —Presta atención, Catalina —dijo Siobhan—. ¿Crees que estoy convocando estos fragmentos de sueñ

Lecture gratuite pour les nouveaux utilisateurs
Scanner pour télécharger l’application
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Écrivain
  • chap_listCatalogue
  • likeAJOUTER