Solitario OMEGAVERSE [KOOKV]

La pequeña manada del sur, una un poco reciente, pero de igual manera poderosa. Su líder, Kim Jin Hwan, había logrado hacer ganar el respeto de su manada por esfuerzo propio. Aún era pequeña, pero de igual manera, tan acogedora y bonita como podría llegar a ser una manada en desarrollo y crecimiento. En una pequeña cabaña, situada en la zona casi a las afueras de la pequeña aldea, unos gritos inminentes resonaban, alejando a quien osara acercarse. -¡No voy a hacerlo padre! -El chico mostró sus caninos en señal de furia, no era posible que su padre le obligara a hacer eso. -¡Sabes muy bien que tienes que hacerlo Taehyung, para eso has sido educado! -Las orejitas de Taehyung se bajaron en señal de sumisión, el gran alfa zorro tan imponente como siempre. Su cachorro ya había cumplido la mayoría de edad y aún no queria pareja, por mucho que le doliera debería hacer algo rápido, ese chico era tan terco-Debes encontrar una pareja hijo- Su semblante se suavizó un poco- Ya estás lo suficientemente grande para formar una familia con un respetado alfa. -Pero yo no quiero formar familia padre, detesto a los presumidos alfas de esta aldea que solo me buscan por ser tu hijo, ¿es que no lo entiendes ?, Solo quieren algo de poder.- Taehyung tenía las manos hechas puño mientras conservaba la cabeza gacha. -¿Que hay de Hoseok ?, es un buen chico, además es tu amigo y es un alfa. Es un buen candidato- Su padre no tenía límites, no era posible que le haya sugerido tal cosa. -No pienso dejar que Hoseok me marque, solo es un amigo, mamá por favor dile algo- Taehyung no sabía si sentirse indignado, furioso o las dos, su padre sobrepasaba los límites. -Cariño, no puedo hacer nada- La hermosa mujer acunó la mejilla del zorrito frente a ella- Es una decisión inminente, deberás conseguir pareja Taehyung- La mujer le habló de la forma maternal como solo una madre puede hacerlo- Disculpanos cariño por tomar estas decisiones, pero es por tu bien.- Taehyung agarró la mano de su madre y sin ser brusco la bajó. -No entiendo su afán por deshacerse de mí, soy su cachorro, Jimin ya fue reclamado y también es su hijo. Solo que a diferencia de mí él sí ama a su pareja.- Las lágrimas se acumulaban en sus grisáceos orbes, era tan injusto. Su hermano mayor encontró el amor ya él lo obligaban. -No menciones a tu hermano en esta casa, sabes perfectamente que estábamos en contra de esa unión.-El gran alfa dió un golpe en la mesa causando que Taehyung diera un pequeño brinco por el susto.-Tu serás reclamado por un alfa de ésta manada y punto final.-El hombre mayor salió de la cabaña dando un portazo al final. -No van a obligarme-Murmuró bajo.-Es injusto-Pequeñas lágrimas se deslizaban por sus pequeñas mejillas. -Taehyung amor, no llores-La hermosa mujer lo abrazó tan cálidamente que el pequeño zorro no pudo evitar sentirse protegido y amado. Respiró el aroma de su madre y se dejó llevar por el llanto que no sucumbía debido a la injusticia que su padre estaba cometiendo. Los brazos amorosos de Nara lo envolvían tan cálidamente que imaginaba que en cualquier momento podría caer dormido. -No estés triste mi amor-La omega dejó fluir feromonas tranquilizantes para su cachorro.-Tu padre está desesperado, ya eres mayor de edad y por ende ya deberías haber formado un lazo. El solo quiere que seas feliz bebé-Dijo acariciando los rubios cabellos de su hijo. -Si de verdad quisiera verme feliz, no me obligaría. Madre entiende, quiero estar con alguien que me ame de verdad.- Taehyung olfateaba el cuello de su progenitora dejándose llevar por ese embriagante aroma a moras. Su olor favorito en todo el mundo. -Yo lo sé cariño, todos queremos eso- Nara acarició a su cachorro terminando de calmarlo. Lentamente fue alejándose de su madre, con una sonrisa forzada tratando de mantenerse calmado. -Creo que iré a tomar aire. No me esperen para el almuerzo- Con un beso rápido en la mejilla, Taehyung salió de la pequeña sala, dejando a Nara sola en la pequeña cabaña que residían. Y es que, a pesar de ser los líderes de la manada, vivían y poseían lo mismo que los demás ciudadanos de aquella pequeña aldea de zorros. Nara se sentó en el sillón individual n***o acolchado de la sala y soltando un suspiro, dejó salir una parte de la preocupación que ahora siente por su cachorro.                                                                                         Una vez salió de su casa, se propuso dar un paseo para despejar la mente. La ira aún no se disipaba por completo. Su padre era un cabeza dura y su madre muy sumisa para contradecirlo. Simplemente no los entendía. Andar por el pueblo era tranquilizador en algunos casos. No eran muchos habitantes, las personas eran amigables y los niños adorables. No había discordia y era sencillo movilizarse. Hoy no era uno de esos días, estaba tan enojado, que el solo pensar en eso lo enfureció más. Al ser pequeño el lugar, podría encontrarse con su padre, eso era lo que menos deseaba en esos momentos. Capaz y le traía un alfa para tratar de cortejarlo. Al pasar por la pequeña plaza, donde había una hermosa fuente siempre en funcionamiento, se encontró con una de las personas que ahora no quería ver. Hoseok, su mejor amigo, venía muy radiante como siempre, con una hermosa sonrisa que le alegraría el día a Taehyung, hoy no fuera el caso. Con la simple insinuación de su padre, no podía ver a la cara a Hoseok. Era algo antinatural, y mucho más, cuando sabía del flechazo que el zorro pelirrojo se traía con su amigo Minseok.  Era consciente de que antes estaba tonteando un poco, pero no pasó de eso. Los dos llegaron a darse cuenta que no sentían más que amistad por el otro, prometiéndose quedar como amigos, pues después de la partida de Jimin, Taehyung estaba solo y necesitaba en alguien en quién confiar. Hoseok llegó casi corriendo a saludar a su mejor amigo. Hoy había sido un buen día para él. Hoy había dejado de esconderse y observar al tierno zorrito y hablarle. No fue nada sencillo, pues articular una palabra ya era demasiado trabajo para su ansioso corazón. -¡Taehyungie! - exclamó feliz el pelirrojo abrazando y alzando al rubio girando muy feliz. -Hoseokie- Intentó seguir el entusiasmo de su amigo fallando en el intento, el olor a tristeza se estaba extendiendo en el aire. Hoseok se alarmó ante el tono y olor de su amigo. Lo bajó con cuidado y se sentaron en la orilla de la pequeña fuente. -¿Ocurre algo pequeño? - Hoseok puso toda su atención en el pequeño zorro frente a él. Lo notaba decaído y triste. Taehyung no era de los que estaba triste, o no desde el día que aceptó el destierro de su hermano. Con un pequeño suspiro se reincorpora nuevamente. -Nada por lo que tengas que preocuparte Hobi- Taehyung le brindó una cálida sonrisa a Hoseok calmandolo al instante. Queriendo cambiar de tema, Taehyung cambio su semblante y prefirió dejar sus preocupaciones para después. Tal vez y lograría convencer a su padre de change de idea. -El baile de luna de otoño se acerca-dijo Taehyung de la nada, mientras observaba fascinado el hermoso cielo azul. El baile de luna de otoño era celebrado anualmente. Al aire libre, todos vestían formalmente y se hacían diferentes eventos. Las parejas ya formadas aprovechaban para reafirmar su lazo. Los más jóvenes por su parte, aquellos que ya han pasado su primer celo, aprovechan la noche para buscar o unirse con su pareja y profesarse amor. También se decía que las parejas destinadas, aquellas que fueron elegidas por la diosa luna rara vez se encontraban, por eso. Cuando caía la luna de otoño, buscaban la forma de encontrarse y amarse bajo la luz de la luna. -Un mes- Taehyung pudo ver un brillo pasar por los ojos de su amigo. Una sonrisa juguetona se apoderó del menor. La expresión estúpida que mostraba su amigo solo podía significar una cosa. -¿Algo que me quieras contar? - inquirió Taehyung, sintiéndose feliz por su amigo. Hoseok no podía reprimir la gran sonrisa que llevaba desde que se despidió de Minseok en el jardín trasero de la pequeña casa del Omega. -Hoy hice un progreso- Juntó sus manos sintiendo timidez de repente. Taehyung casi chilla de la emoción. El mejor que nadie sabía lo tímido que podía llegar a ser Hoseok, incluyendo que era su cómplice de espionaje y todos los días a la misma hora, Hoseok se dedicaba a observar a Minseok, mientras él solo se acostaba en el césped hasta quedar dormido y por lo menos, una hora después era despertado por Hoseok, listo para irse. -¿Que clase de progreso? - Hoseok aún jugaba con sus manos, impacientando al rubio- diablos Hobi, suéltalo ya, quiero saberlo todo. El mayor suspiró negando con la cabeza. -Nunca vas a cambiar ¿verdad Tae? Entendiendo porqué se lo decía, el menor solo atinó a hacer un pequeño puchero. -¡Yah hyung! Solo cuénteme ¿quiere? Sin poder resistirse, el pelirrojo acarició la cabeza de su menor, desordenando los cabellos pulcramente peinados con anterioridad. -¡Hyung! ¡Me tarde más de quince minutos peinandolo! - Taehyung inútilmente trataba de poner su cabeza en orden. Tristemente, su cabello era tan rebelde como su ser. Con un bufido, se cruzó de brazos y arrugó el entrecejo, queriendo hacer reír al pelirrojo. -¿Te enojaste? - La pregunta era ridícula, pero no estaba de más, igualmente, ese pequeño no duraba más de diez minutos enojado. Taehyung no respondió. -No puedes enojarte conmigo Tae. Sin respuesta otra vez. -Ok, como estás tan enojado, no te contaré el resto.- Hoseok mientras hacía el intento de pararse, vio de reojo como las orejas del rubio se movían sutilmente y en segundos ya lo tenía cogido del brazo. -Sabe hyung, no estoy tan enojado después de todo- Taehyung lo volvió a dirigir a su anterior puesto- ahora, ¿puede por favor, contarme todo, sin dejarme con la duda? -Eres un chismoso Tae. El rubio se encogió de hombros. -No lo escucho contándome todo hyung. El chico no iba a cambiar. -Bien. Aunque fue difícil, pude invitarlo al baile de luna de otoño, Dios Taehyung, debiste verme, no podía decir algo sin tartamudear. -Pero lo hiciste. -Claro que lo hice, mi alfa está malditamente feliz. Creo que él es el indicado y me encargaré de cortejarlo hasta el baile. Ese día, le pediré que sea mi pareja. Taehyung no pudo evitarlo y se lanzó en un gran abrazo con Hoseok. Estaba feliz por su amigo, feliz porque ya estaba por tener una pareja claramente si Minseok aceptaba. -Estoy tan feliz por tí Hobi, te deseo mucha suerte, te mereces lo mejor y lo sabes. Tienes todo mi apoyo- chillaba emocionado el rubio. -Muchas gracias Tae.                                                                                               Taehyung, después de despedirse de Hoseok se propuso recorrer los alrededores un poco más. Aún no deseaba llegar a su casa, su padre seguramente ya estaría preparando otro sermón y no estaba de ánimos. Cambiando a su forma animal, Taehyung emprendió una pequeña corrida, hasta lo que sería la pequeña pradera que amaba visitar. Sus pequeñas patitas sentían el césped picar un poco, hacía ya un tiempo que no se transformaba y claramente ya lo había estado extrañando. El olor de las flores inundó el olfato del pequeño zorro, apresurándose por llegar a aquel colorido lugar. Amaba pasar su tiempo ahí, correteando aves, algunos conejitos que huían apenas lo veían y obviamente oliendo la deliciosa fragancia que desprendían todas las flores del pequeño campo. Era relajante e incluso adormecedor. Cómo quisiera algunas veces poder volver ahí con su hermano. Lo extrañaba tanto, la casa no volvió a ser la misma desde su destierro. Pero no lo culpaba, incluso se alegraba que haya podido encontrar aquel amor que él anhelaba en esos momentos. Solían pasar algunas tardes ahí. Tumbados, admirando el cielo y las formas de las nubes. Eran muy cercanos, compartiendo ese lazo de hermandad envidiable casi para todo el mundo. Por eso le dolió tanto su partida, a pesar de prometerle que estaría bien y que pronto hallaría la forma de volverlo a ver, le dolió tanto. Nadie lograba reconfortarlo, ni escuchar sus caprichos tan atentamente como él lo hacía. Era un mimado por su hermano y no le daba pena decirlo. Una sonrisa nostálgica se apoderó de sus labios. No iba a llorar, no lo haría. Muy pronto se encontraría con Jimin nuevamente, de eso estaba seguro. Un crack, no muy lejos de ahí se escuchó, alertando enseguida al pequeño zorro, quien puso sus orejas en funcionamiento. En la búsqueda del invasor de su momento relajante, dió con pasos que cada vez se hacían más cercanos y fuertes. El pelaje se le crispó y mostrando sus encías activó su modo de defensa. Tras unos segundos un enorme oso salía de entre los árboles. Imponente como solo un animal de su especie podía verse, Taehyung supo que lo más prudente sería huir si no quería morir aplastado. Retrocediendo lentamente se fue alejando, el oso seguía todos sus movimientos. Esperando por estar lo suficientemente lejos, se giró para emprender una fuga por el bosque. Tanto como se lo permitían sus pequeñas patas corrió despavorido al sentir como el oso casi le pisaba los talones, mientras rugía hacia el. Adentrándose mucho más, veía como algunos lugares le dejaban de parecer conocidos. Aunque eso no importaba ahora, lo más importante era huir y no dejar que el oso lo atrapara. En un intento por querer esquivar la gran raíz que se le interponía, terminó cayendo de bruces. Si pudiera maldecir más su vida, de seguro lo haría. Aunque estando en eso, porque no maldecir a su padre y a su suerte. Cómo sea, iba a morir y nadie lo sabría. El oso se paró en sus dos patas traseras dispuesto a atacar. Taehyung igualmente se lanzó en un intento de morder la pata de su contrincante. Lo único que ganó fue ser estrellado contra el primer árbol que su cuerpo encontró. Negándose a perder, con dificultad se lanzó esta vez teniendo como objetivo el cuello, aunque sea un rasguño, algo que diga que peleó dignamente antes de volver a ser lanzado al suelo. Esta vez, al volver a ser lanzado cual trapo, más el crujido que sintió en su cuerpo, le indicaba que tal vez tuviera algo roto. Cerrando los ojos lentamente, todo se fue volviendo n***o. Ese sería su final.