Al filo de tus bragas.

Para aquellos que aún están a tiempo.  De haber sabido, Annie, que enamorarme de ti me traería hasta estos extremos jamás lo habría permitido, jamás habrá dejado que te colaras entre mis sabanas esa noche y que te hicieras dueña de mis labios a tu antojo, fuiste como un cáncer, lenta y sigilosamente te metiste en mi sistema, haciendo desmanes y causándome el mayor dolor que nadie me había generado jamás, para después matarme poco a poco y convertirme en una cosa que ahora me resulta irreconocible. Yo no quería hacer esto Annie, tú me obligaste. Jugaste conmigo, jugaste con él…Nos hiciste tuyos a tu antojo y te divertiste en el proceso de manipulación, y no lo había querido ver, todo este tiempo me había estado tratando de hacer a la idea de que en realidad no eras una zorra, intenté con todas mis fuerzas mirarte de la misma manera en la que te vi por primera vez, pero ahora ya lo veo, puedo ver la verdad con claridad. No eres una buena persona, no eres esa que me pintaste mientras follabamos. Y no te lo había dicho, porque no quería asustarte, ni que pensaras que era un extremista. Pero odio las mentiras, y ahora te odio a ti. Me canse de ser tu mejor amigo, amiga, me canse de este juego hipócrita en donde lo tocas frente a mí para sentirte bien contigo misma. Recuerda siempre que yo no quería esto, que intente salvarte, y luche conmigo mismo por esto que ahora está sucediendo, pero tú eres más fuerte que mis argumentos, bueno… Y más perra también. Se acabo, Annie, y no fue mi culpa. Nathan.