Love Letter (TERMINADA)

Changbin sujetaba nervioso el pequeño trozo de papel, no se creía que fuera a hacer esto. Se acercó cuidando de que nadie estuviera al acecho, tenía una reputación que mantener. No podía esparcirse por ahí que el chico más emo y dark del instituto estaba enamorado y que encima dejaba notitas de amor. Miró una última vez el papel doblado y la taquilla que tenía delante, era ahora o nunca. Sin pensarlo deslizó el papel por debajo de la taquilla y luego se fue corriendo hacia donde quiera que fuera. Suerte que no había tardado unos segundos más porque acababa de sonar la alarma y los pasillos se llenaron de alumnos enseguida. Changbin se relajó y adoptó su posado intimidante mientras andaba hacia su clase. Todo el mundo se apartaba al verlo, nadie quería ser objeto de sus malas palabras. ¿Quién diría que en realidad, en su mente, estaba dando saltitos y muriéndose de los nervios? Llegó a su aula y se sentó en el final de todo mientras esperaba a que la clase empezara. Rápidamente se llenó el aula y a los pocos minutos ya tenía a sus amigos rodeándolo y disparando mil y una preguntas. ―No habléis tan fuerte... ―pidió Changbin. ― ¡Ay si...! Que el niño debe conservar su mala reputación de chico s*****a ―dijo sarcástico Jisung. ―Bueno, bueno, déjenlo ya. Vamos Changbin cuenta, ¿la dejaste o no? ―pregunto Chan en un intento de parecer sereno aunque en realidad estaba igual de ansioso que los demás. ―Sí, la dejé y me fui corriendo. ― ¡¿Te fuiste corriendo?! ―exclamó horrorizado Jisung. ―Debiste quedarte al menos a mirar su reacción. ― ¿Y qué Hyunjin me vea? No gracias ―dijo con sarcasmo Changbin. ―Además no eres el mejor para hablar de temas amorosos, yo al menos tengo el valor de declararme aunque sea por carta.  ―Cállate, Minho y yo vamos haciendo. ―Claro pero haciendo como amigos, no mentira ni como amigos, sólo eres su alumno ―dijo Changbin con la intención de molestarlo, y lo consiguió. Jisung se lo miraba con las mejillas rojas, en una línea entre el llanto y la rabia. ―Vamos, vamos... Calmaros chicos... ―pedía Chan. (...) ―Chicos vamos a llegar tarde ―dijo Woojin mientras apresuraba a los demás por los pasillos. ―Ya vamos papá... ―repuso Hyunjin para molestarlo. Woojin lo miró mal, no le gustaba que lo llamasen papá. Llegaron a sus taquillas que gracias a Minho estaban una al lado de la otra, ventajas de ser el hijo del director. Hyunjin abrió su taquilla y de ella cayó un trozo de papel que no pasó desapercibido por la mirada de los demás. De inmediato lo miraron a la expectativa. ― ¿Admirador secreto? ―preguntó Seungmin asomando su cabeza por la taquilla de Hyunjin. ―Nah ―respondió Hyunjin mientras lo recogía. ―Es la receta del médico para las vitaminas. Enseguida todos volvieron su atención a sus taquillas, desinteresados en la receta médica de Hyunjin. Volvió a caer otro papelito, esta vez pero, de la taquilla de Felix. El australiano lo cogió con cuidado del suelo y lo admiró durante unos segundos, el tipo de papel no era de los que usaba él y por la forma en la que delicadamente estaba doblado no parecía ser un trozo de papel cualquiera. ― ¿Qué es? ―preguntó Hyunjin a la expectativa. ―Te respondería, si yo supiera que es ―dijo sin quitar la vista del papel. Al poco todo el grupito ya había rodeado a Felix impacientes por ver de que se trataba. ― ¡Ábrelo, ábrelo! ―exclamaba emocionado Minho. Felix desdobló el papel con cuidado, como si estuviera hecho de cristal. Cuando acabó de desdoblarlo aplanó un poco la hoja antes de abrirla. Leyó las primeras líneas y enseguida supo de que iba todo eso. Abrió los ojos como platos, era la primera vez que le ocurría eso. ― ¿Una declaración? ―preguntó Woojin, aunque sonó como una afirmación. Felix escondió el papel de sus amigos, quería leerlo en la intimidad y no con 3 pares de ojos mirándolo. Les dijo que lo leería solo, ya que era su primera carta de amor que recibía quería leerla con tranquilidad. Ignoró todas las quejas de sus amigos y pasó por en medio de ellos para dirigirse a clase. ―Felix no seas aburrido... ―se quejó Hyunjin, tenía muchas ganas de saber el contenido del papel. ―Además tarde o temprano nos lo deberás enseñar. Hyunjin llevaba así todo el rato desde que había encontrado la nota aunque Seungmin tampoco se quedaba corto, incluso había intentado robársela. A duras penas llegaron al final de la jornada escolar y Felix se las ingenió para huir de las manos de ellos antes de que pudieran cogerle a él o a la carta. ― ¡Qué plasta...! ―exclamó Hyunjin desde la salida. Había seguido a Felix hasta allí pero se había perdido entre la multitud y era imposible distinguirlo. Justo en esos momentos se acercaba por su lado un grupo de chicos que parecían estar discutiendo algo. No quería entrometerse en asuntos ajenos pero no lo pudo evitar al oír su nombre. Se giró curioso de saber porque lo estaban mencionando. Las voces se le hacían desconocidas pero a medida que se acercaban a él pudo ver de quiénes se trataban, Chan y su grupito. ―Vamos, es ahora o nunca, no perderás nada ―insistía el chico con mofletes de ardilla. ―No y no Jisung, no ―respondía un chico un poco más bajo que los otros dos. Jisung siguió insistiendo y le daba pequeños empujones suplicando. El grupo pasó por delante de él y al principio parecía que solamente pasarían de largo pero no. Changbin pasó muy cerca de Hyunjin y musitó un adiós seco. Hwang se sorprendió, nunca antes había hablado con el chico, sin embargo le contestó por educación. Después de eso el chico ardilla, como lo llamaba Hyunjin, empezó a emocionarse y a dar saltitos entorno a Changbin. ―Qué grupo más extraño... ―decía mientras los seguía con la mirada. Pero su verdadera sorpresa llegó en cuanto vio a cierto chico acercarse al grupo. Hyunjin se quedó sin palabras. Jeongin, el amor de su vida, estaba con ellos y parecían ser muy cercanos. Desconocía este hecho de Jeongin y mira que a él no se le escapaba nada sobre el menor. ―Vamos, empanado ―dijo Seungmin dándole un golpe a posta con su mochila en el hombro. Detrás de él iba Woojin y Hyunjin se apresuró a atraparlos. (...) Por fin en la tranquilidad de casa Felix empezó a leer la carta con seriedad. Era bastante larga y se notaba que había sido trabajada y no hecha a últimas. Volvio a contemplar el papel y le releyó por décima vez, no se creía que le estuviera pasando esto. Nunca se hubiera imaginado a él recibiendo una carta de amor. La carta decía así: "No me puedo creer lo que vaya a confesar en las siguientes líneas pero aquí estoy, con papel y boli en mano y tú leyendo esto. Seguramente no es la primera declaración que recibes pero puede que si sea la primera en venir de un chico. Sí, has leído bien, el que te está escribiendo es un chico. Un chico gay pero que lo oculta muy bien. Llevo enamorado de ti desde hace meses y creo que si nunca te lo digo explotaré. Me encanta tu sonrisa y el sonido de tu risa. Me encantan tus ojos y todas las facciones de tu cara. Me reconforta oír tu voz por los pasillos, aunque nunca me hables a mi. No hemos cruzado palabra pero yo ya sé que eres un amor de persona y eres amable con todo el mundo. Simplemente eres mi amor platónico, sólo con verte me alegras el día. Es raro, nunca me había sentido así. No te revelaré mi identidad, tengo una reputación que cuidar. No es que no confíe en ti, en este instituto todo el mundo es un cotilla y si esta nota cae en malas manos al menos no se sabrá quien la escribió. Sin embargo, si te apetece conocer a tu admirador deja una nota en respuesta a esta en la taquilla 380. La taquilla no es mía, es sólo de un conocido que me hace este favor. Estaré esperando tu respuesta aunque sea negativa. Con amor, tu admirador" Felix estaba dispuesto a contestar. El hecho de que quién escribiera fuera chico lo alegró aún más, él también era homosexual. Cogió papel y boli y se dispuso a contestarlo. "Querido admirador... "