bc

Integridad Perfecta

book_age18+
319
FOLLOW
1.4K
READ
forbidden
sweet
bxb
spiritual
like
intro-logo
Blurb

La integridad es una cualidad de ser honesto con uno mismo y con los demás. Es vivir una vida de acuerdo a los valores que tiene cada uno, y que las acciones dependan de estos.

Lee HyukJae de 23 años, buen hijo de sus padres y de Dios, buen hermano, buen compañero, buen prometido, considera que su integridad roza lo perfecto. Hasta que se topa con Lee DongHae de 20 años, cuya vida es un desastre, por estar encadenado a sucesos del pasado que no lo dejan avanzar. La integridad que HyukJae creia perfecta, se ve afectada por esta nueva persona en su vida, que aunque no lo diga, pide a gritos ser salvado. Pero para que HyukJae pueda salvar a DongHae, debe actuar traicionando sus principios y creencias.

chap-preview
Free preview
Capitulo 1
DongHae La música aturdia demasiado, las luces ya hacían doler mis ojos, aún así no quería cerrarlos. Cerrar los ojos en un beso, significaría mostrarle algo que no era realmente. Me abracé a la pequeña cintura y acerqué aquel cuerpo caliente, para lograr sentir lo que deseaba en ese momento, hacerla sentir deseada... ya que eso era lo único que podía ofrecerle. Pero no podía, el alcohol que llevaba en mi sangre, hacia fallar mis sentidos. De pronto ella se separó, sacándome un quejido. Fruncí el ceño, pero lo relajé al verla hacer una mueca. Inmediatamente solté mi agarre. -¿Qué sucede?.- pregunté. - Quiero volver a mi casa.- respondió. Asistí, le tomé la mano y aunque opuso resistencia, no la solté. Conocia como se ponía cuando bebia, y no la dejaría perderse en un lugar lleno de personas ebrias. Pasamos por las personas que aún quedaban en ese antro, hasta que llegamos a la salida, donde el ruido era menor, donde la luz del sol ya comenzaba alumbrar la ciudad. En la misma calle ya había una fila larga se taxis, esperando lleva a los ebrios que saldrían en un rato, ya que pronto cerraria el lugar. Me dirigí hasta el primer taxi, y abrí la puerta para que ella pudiera entrar. -Ire sola, DongHae- dijo sería. -Sabes que no permitiré eso.- solté.- es peligroso. -No me importa.- su voz aumentó de volumen.- No quiero que vayas conmigo. -Liz.- suspiré.- Sube por favor, no actues como una niña. Me miró unos segundos, para después rendirse y subir al taxi al que yo también me subí. El viaje fue demasiado largo, pues su casa estaba lejos del lugar, y aunque me quedé sin dinero, no importaba, no podía dejarla volver sola. Al llegar, ella se bajó inmediatamente, y tan rápido que casi no la alcanzó antes de que cruzará la puerta, casi. Tomé su mano. -Liz... Ella se zafó de mi agarre, y me miró enojada, sus ojos estaban cristalinos. -Dejame DongHae, vete.- escupió.- ¿No es eso lo que querías? -No. -¡No hiciste el esfuerzo de quererme!.- limpió una las lágrimas que cayó por su mejilla.- Nunca debí pedirte una oportunidad. Me quedé en silencio ¿Qué podía responderle? No le sacaría en cara mi advertencia de ese momento. "No tengo sentimientos por ti" y su "Haré que te enamores de mi" - Me cansé de amar por los dos.- con brusquedad limpió las demás lágrimas que salieron. -Perdón.- me limite a decir. -Entenderia si lo hubieses intentado, pero ni siquiera eso. - Lo intenté.- mis palabras salieron rápido, pero solo logré enfurecerla aún más. -¡Mentira!.- gritó.-Nunca tomaste la iniciativa, y está noche estuviste conmigo porque es mi cumpleaños. - Lo hice porque te quiero, siempre te acompaño a donde quieras, por esa razón. -Pero no me amas, y a todos esos lugares que fuiste, siempre con mala gana. -Perdón.- dije por segunda vez. -Fue la primera vez que presenté una pareja a mis amigos, y te la pasaste callado, sin intentar socializar.- comenzó a llorar mucho más.- Y el único beso que le diste fue tan despreciable...¡Todos saben que no me amas! -Yo... - No sigas pidiendo perdón.- se controló para decir eso, e intentar dejar de llorar.- Estoy cansada y solo quiero que desaparezcas de mi vida. -Supongo que es lo mejor..- dije finalmente. Liz asistió, tomó aire y limpió sus lágrimas. -Vete.. -Entra, y me voy. Ella sonrió amargadamente.- Hasta el final me cuidas así, pero ¿Sabes? Mejor deberías preocuparte en cuidar tu corazón y dejar de cerrarlo. Sus palabras mostraron malicia, veneno y ganas de lastimar... aún así, eran ciertas. No respondí, no había caso, ella tenía razón. Luego de una última mirada, giró sobre sus tacones y entró, cerrando la puerta muy fuerte. Sin esperar un minuto más, comencé a caminar hasta mi casa, la cual quedaba a casi 50 cuadras desde alli. ¿Me dolía? Realmente no, y eso sería cruel a ojos de cualquier persona, al fin y al cabo habían sido casi dos años de relacion. Sentí algo de tristeza porque si la queria obviamente, estar con una persona tanto tiempo, hace que se tenga sentimientos por ella. Y también esa tristeza se debía a que la había hecho llorar, lo que no debió suceder. Había aceptado ser su novio, porque como ella dijo "Todos necesitan una oportunidad" , y tuve una pequeña esperanza de que si llegaría a amarla, pero eso no sucedio, y lo único que conseguí fue romperle el corazón. Liz se cansó de intentar romper las barreras que tenía hacía otras personas. Ella no puso y dudaba que alguien pudiera. No quería culparla de nada, pero yo siempre fui honesto con ella... nunca le dije "Te amo" porque no lo sentía, tampoco lo hice cuando ella me lo preguntaba. Eran extrañas las ocaciones en las que yo le hablaba para vernos, pues muy pocas veces me nacieron esas ganas; ella era la que generalmente quería verme a mi. Sabía que cuando pasará el efecto del alcohol, me sentiría peor, el remordimiento de lastimarla llegaría, y aún así no la buscaría... quería terminar con ella hacía meses, pero no tenía el valor. "No quería verla llorar". Que ironía. Igualmente lo había hecho. Miré el cielo, ya iluminado por el sol, pero no tanto como para que las personas se levantarán. Calculé que eran más o menos las 7 de la mañana, no había personas en las calles y todo estaba en silencio, solo pasaban vehículos cada tanto. Faltando 10 cuadras para llegar a mi casa, y ya con las piernas cansadas, escuché un grito. Todos mis sentidos hicieron un esfuerzo para volver a la normalidad o por lo menos no caer, el alcohol se había metido demasiado en mi sangre. Me puse atento para escuchar de donde provenía. Otra vez gritó, pero fue callado por algo. Di media vuelta e hice unos pasos, hasta volver a esa esquina (la cual ya había pasado), y mirar a la calle que la cruzaba, yendo a la derecha. En esa cuadra logré ver unos árboles y pastos demasiado altos como para lo que temia.. además de tener una motocicleta estacionada justo al lado. Mis piernas se movieron solas hacía esa dirección, corrí a pesar de estar mareado y fue suerte el no caer. Llegué y me metí entre esos árboles, cayendo en cuenta que se trataba de un terreno abandonado. Dos chicas en el suelo, con dos hombres sobre ellas, intentado por arrancar sus ropas. Uno de ellos se percató de mi presencia y se levantó rápidamente, para lanzarme un golpe , el cual esquivé. Le lancé una patada, luego un golpe en la cara. Estaba invadido por la ira. El tipo cayó al suelo y me lancé sobre el para golpearle el rostro. Intentó detenerme, pero era imposible. Sentí un golpe en mi espalda, lo cual hizo levantarme y lanzarme sobre el otro. No podía permitir que su cara estuviese libre de sangre. Lo golpée hasta que cayó, allí abajo mis golpes siguieron, me puse ciego... quería que dejara de insistir. Llantos... Escuché llantos y me detuve. Miré hacía adelante, encontrándome con las dos chicas abrazadas allí. - Para, por favor.- logró decir una de ellas. Mis manos cayeron hacía mis costados y salí de encima. El tipo estaba inconsciente, con el rostro totalmente desfigurado. Miré hacía nuestros alrededores, y el primero que había golpeado ya no estaba. -¿Se escapó?.- les pregunté. Ellas al oírme temblaron. Me tenían miedo. - Si..- la misma que me había hablando antes, contestó. Cerré los ojos para mentalizarme de como debía hablarles. Suspiré y relajé mi voz. -¿Las lastimaron?.- pregunté. Ambas negaron con sus cabezas y me relajé un poco. Me puse de pie, y limpie mis manos con los jeans que tenía puestos , pero la sangre no desaparecía de una de ellas, especialmente en los nudillos, al parecer estaba lastimado también yo. Con la mano limpia levanté la larga pollera que estaba cerca de mi, y lentamente caminé hacía ellas para darsela. -Vistete, yo llamaré a la policía.- le dije a la que no había hablado, a la única que le habían quitado esa prenda. Le di la espalda para que ella se vista y también aproveché para llamar a la policía. Le expliqué al policía que me atendió, todo lo que había sucedido, y mientras lo hacía, observé todo en el suelo. Había folletos por todos lados. Folletos de alguna religión y entendí el porque aquellas chicas estaban solas a estas horas. Negué con la cabeza ¿Por qué las dejaron solas?, Pero inmediatamente la pregunta cambió en mi mente, ¿Por que ellas no podieron salir solas sin ser atacadas?. - La policía vendrá en un rato.- les dije dando la vuelta para mirarlas. Ellas estaban recogiendo los folletos del suelo. Pero la que no me había hablado me miró. -Gracias señor.- hizo una reverencia hacía mi, logrando que la otra chica también lo hiciera.- Esos hombres nos iban hacer daño si usted no llegaba. Al terminar su frase, cayó de rodillas y comenzó a llorar. Me acerqué a ella , pero no quiso que la toqué, por lo que simplemente me arrodillé a su lado. -¿Cómo se llaman?.- le pregunté. -Sora.- susurró. - Bien Sora, ellos pudieron hacerle daño, pero no lo hicieron, ahora este tipo por lo menos estará en la cárcel. Sólo te pediré que te cuides.. y es horrible lo que te voy a decir, pero intenta nunca andar por la calle si no es en un horario transitado o con un hombre. Ella asistió, pero no dejó de llorar. No esperaba que dejará de hacerlo, le había sucedido algo horrible y seria estúpido pedirselo. -¡Sora!.- la voz de un hombre llamó la atención de los tres. Me puse de pie y vi como la otra chica salió corriendo, cruzando los árboles para ir a la calle. A los segundos apareció otra vez, acompañada de un hombre vestido muy formalmente, que quedó paralizado al ver la escena. Sora se levantó rápidamente para ir abrazarlo.- Hermano! -¿Qué pasó?.- preguntó. - Les quiso hacer daño.- contesté serio señalado al hombre aún inconciente. -¿Estas bien?.- Le pregunto a la chica a su lado y cuando ella le asistió, se dirigió a Sora.- Hermanita ¿Tu estas bien?. No escuche lo que le dijo, pues me llamó la atención la sirena de la policía que se acercaba por lo que decidí salir de alli, pero no sin antes soltar mi venenosa lengua. -Deberias cuidarlas.- solté, el me miró.- Ya que las hacen salir a estas horas para ser aceptadas en su religión, por lo menos no las dejes solas. Sin más palabras me alejé de ellos, y me encontré con los policías ya saliendo de sus patrulleros. Me acerqué a uno de ellos y le explique lo que sucedió, este me dirigió hacía uno de los coches para que vaya a la comisaría a dar mi declaración. Lo hacía simplemente para no dejar ímpune a ese mal nacido. **** Llegué a casa cerca del mediodía, me dolía la cabeza, y solo quería dormir. Había sido una noche horrible, soportando a los amigos de Liz intentando acercarse a mi, luego mi ruptura con ella, y después el incidente de esos pedazos de mierda. En casa tenía un poco de tranquilidad, no la que necesitaba, pero era mejor que nada.  Dejé mis zapatos en la entrada, crucé la pequeña sala, donde tenía un sofá y una televisión pequeña, una mesa entre ellos, en la que había una caja de pizza de hacía días, junto con unas botellas vacias de cerveza. Luego se encontraba la cocina y al costado un pasillo en el que había dos puertas, una del baño y la otra de mi habitación, en la que entré. No miré otra cosa que mi cama, pero antes de acostarme quité toda la ropa que había alli.  Pensé en Liz y desee que ella no sufriera tanto, que cure rápido sus heridas, y que no quedé marcada por mi estupidez. Ella era demasiado dulce como para que cambie sólo porque yo me topé en su vida. Pensé en lo sucedido con esas dos chicas, empuñé mis sábanas con fuerza, aquello me traía recuerdos que quería borrar de mi mente.. pero sabía que era imposible. Me había marcado tanto todo aquello, que vivía el día a día recordando ese tiempo tan oscuro. Quería dormir y no despertar nunca más, pero aún tenía un motivo por el cual vivir.

editor-pick
Dreame-Editor's pick

bc

(+18) Sweet Candy - SEX HARD 1

read
189.9K
bc

Relatos +18❤

read
665.2K
bc

|Rechazada|

read
299.4K
bc

(+18) 40 Días de Sexo - Quédate en Casa

read
189.6K
bc

Seduciendo a Lucifer

read
63.4K
bc

Bella Cadena de Amor

read
126.2K
bc

SUMISA POR ACCIDENTE

read
352.0K

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook