Luna Roja

Cierra los ojos, Siente como la sangre se pasea por tus venas. Se sumisa y deja que tu flor se abra a los aromas nocturnos bañados con zumo de luna. Siente como la razón se desvanece por el penetrar de las palabras en ti, inundando tú intimidad en una fórmula de flagelo poético extrayendo de ti luz y sabores silvestres. Preámbulo de pequeños mordiscos donde el placer devora el dolor en un juego primitivo donde tú eres mi presa que cocinare a fuego lento en el girar de la ficción simulación de lo inagotable e intangible.   Letanía que nos recuerda esa estrecha relación entre el placer y el dolor; una combinación agridulce que construyen un plato exótico que solo pocos llegan a conocer y degustar. Pues mal preparado; como sucede con el pez globo causa la muerte, (…) Red de Nádasd un joven de origen Húngaro, nacido y criado en Venezuela intenta descifrar su identidad mientras se embriaga en las infinitas sensaciones de una copa de vino tinto Oporto; abrigado por la madrugada madrileña. Quien extraviado en un mundo lleno de realidades simuladas; es atormentado por sueños que lo inspiran a tener instintos depredadores. Iluminando su lado más oscuro.   Oscuridad que nos ilustra acerca de lo delgado de la línea de separación entre la vida y la muerte siendo esta tan delgada y frágil; que muchos piensan que la luz al final del túnel oscuro cuando agonizamos. Es el útero materno esclarecido por la luz del nuevo mundo; dando inicio a nuestro periplo por vivencias propias que pueden marcar un antes y un después. Es así que desde la oscuridad del fallecimiento partimos en búsqueda de la iluminación que nos llevara por infinitas transiciones de personajes enamorados por un lado y enemistados por otro debido a la búsqueda de una sustancia llamada Adrenocromo, relacionada con el origen de vampiros y hombres lobos. Demostrándonos una vez más que la realidad puede superar cualquier ficción. Esta historia está basada en hechos reales y las obras de arte mencionadas también son ciertas.   “Abandonad toda esperanza aquellos que entráis” Dante