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Love never dies? A tragic love story of tree kindred souls

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Blurb

Esta es una historia de ciencia ficción, romance y tragedia para público adolescente. Relata un romance trágico de un joven guapo, oscuro y misterioso de 27 años de edad y de dos hermosas chicas puras y virtuosas de 15 y 21 años respectivamente. El destino los unió en circunstancias misteriosas. Él un ser con un rostro angelical y una mirada de inocencia pero en su interior había una disputa entre las luz y una gran Oscuridad que a medida que avance esta novela se irá revelando, ellas al igual que él con un rostro angélico y una mirada de pureza pero en su interior habitaba la Luz más pura. A medida que los tres se van conociendo ocultas verdades se revelan a través de sueños y visiones de una vida pasada, donde tuvieron un gran amorío en la misteriosa y oscura ciudad de Transilvania en el siglo XVII. Pero una gran maldad que trabajaba en lo oculto, logró separarlos en un final trágico. Tras pasar alrededor de 300 años el destino los une nuevamente y aquella maldad vuelve a resurgir para impedir que una vez más puedan estar juntos. ¿Logrará este amor de estas almas gemelas vencer al mal? ¿Qué gran Oscuridad oculta este joven misterioso? ¿Podrá la Luz del Amor de ellas vencer a su Oscuridad? ¿Será que el Amor nunca muere? A medida que vayan adentrándose en esta historia trágica de amor, verán como unos seres de suprema perversidad, estuvieron detrás de todo para impedir que este amor verdadero de estas almas gemelas no pueda cumplir la misión que resultaría ser un propósito de la Divina Providencia.

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Un chico misterioso y solitario
ESTA HISTORIA TRÁGICA DE AMOR ES EN MEMORIA DE MIS DOS ETERNAS ALMAS GEMELAS, "SUSANA BECERRA" Y "PAOLA YEPEZ". TAMBIÉN DEDICADA A MI ADORADA MADRE "ELIZABETH" "SI NO ME CONOCES, NO ME JUZGUES" Año 2005, en una de las ciudades más pobladas del país, yo Manolo, era un joven delgado de 27 años de edad aunque aparentaba de 19, poseía una hermosura singular; delgado blanco-trigeño, cabello y ojos negros nariz fina y largas pestañas. Era diferente a los demás chicos, influenciado por la música rock desde que era adolescente, vestía siempre de n***o con un aire de misterio. Trabajaba en un local que prestaba servicios de teléfono a las personas que lo necesitaban, donde la mayor parte de mi tiempo pasaba solo porque muy pocas personas venían, en aquellas horas solitarias cuando no entraba clientes, me dedicaba a la lectura de historias góticas, vampirismo romántico y ciencia ficción. A medida que pasaban los días, me iba adentrando en todas esas lecturas que a mi manera de pensar, solo eran leyendas y cuentos de gente muy extraña y excéntrica, sin embargo me llamaba la atención. Vampiros, demonios, ángeles caídos que se enamoran de mujeres de virtud, peleas de ángeles contra demonios, dimensiones alternas al estilo del escritor de historias de horror como Howard Phillips Lovecraft y viajes en el tiempo a otras épocas como las películas de "Volver al futuro", me hacían olvidar tantos momentos de soledad claro acompañado de una buena música, eran mis mayores consuelos. Mi relación con mi familia era trivial, debido a mi trabajo y estudios en la universidad que de igual manera no era sociable. No tenía prácticamente amigos y menos aún enamorada, solo una amistad de un compañero de la universidad que aunque me veía diferente, tenía una cierta simpatía por mí. Todo era debido a que algo en mi interior me llamaba a buscar el conocimiento y la sabiduría y evitando la vida mundana y banal de los hombres, que por sus vicios y deseos carnales no les importa nada con tal de satisfacer sus más bajos instintos. Aunque era raro, no me inclinaba mucho a ese tipo de vida, tampoco enamorarme de una mujer ya que ellas no me interesaban por más bonitas y virtuosas que estas fueran. Insinuaciones de muchas chicas las hubo, desde que tenía 6 años de edad, las niñas de la escuela me mandaban besos volados y me avergonzaban delante de todos mis compañeros de clase. En el colegio las chicas me lanzaban indirectas una y otra vez, llegaban incluso a mostrarme sus partes privadas para que me se despierte en mí deseos sexuales. En la universidad las mujeres de toda la facultad me miraban con ojos de amor y otras con lujuria, lo mismo ocurría en los trabajos donde estaba, en el barrio y en las r************* . Pero más que mi rostro angélico, lo que más les llamaba la atención era esa mirada que según ellas proyectaba inocencia y también a la vez un aire de misterio-magnético, me veían diferente a los demás jóvenes. Puedo decir que era soberbio, vanidoso y añadiría que también fueron factores que me influenciaron a no tener una enamorada. Quizá era como el mítico joven de la mitología griega llamado "Narciso", que por su hermosura singular llegó a despreciar a muchas chicas adolescentes, así como también a las hermosas ninfas. O simplemente tenía una vocación para la vida monacal donde el hábito de monje es para permanecer solteros y castos por el resto de sus vidas, yo tenía cierta tendencia a ese tipo de vida. Amaba la meditación, la contemplación y la vida mística. La soledad fue mi compañera por algunos años, aunque hubo ciertos momentos en que había tristeza y vació en mi interior, como que algo o alguien me faltaran en mi vida para sentirme completo, pero en fin me refugiaba en mis libros, en la meditación y mi buena música. Esperando que al pasar el tiempo las cosas mejoraran pudiendo obtener lo que siempre soñé: un mejor trabajo, comprarme ropa negra al estilo gótico, tener una colección completa de música metal y rock, comprarme una mesa de billar, tener un terreno en el campo y construirme una pequeña casa al lado de un riachuelo con muchos animales y un pequeño sembrío para pasar meditando constantemente en la naturaleza. Finalmente tener muchos libros de todas las ciencias ya que en mí cada día empezaba a tener lujuria pero por el conocimiento, alimentarme más de la sabiduría, pero no tanto de una sabiduría humana, sino mas bien de una sabiduría espiritual. Volviendo a hablar de mi trabajo, los pocos clientes que entraban al local, eran personas de todo tipo y toda clase, aunque hubo momentos en que se portaban groseros y yo reaccionaba amablemente, vivir en un país del tercer mundo como en el que vivo, la gente no es culta, ni educada, ni respetuosa. Muy raro se podrá ver a alguna persona con un cierto grado de cultura y educación. Sabía en mi interior que no pertenecía a ese entorno, era como si fuera de otra época y una cultura y estilo de vida completamente distinto. Mi seriedad, mi forma de vestir y de tratar a la gente, fueron siempre cordiales y con mucho respeto. Tanto que a las mujeres no las veía con lujuria o deseos netamente carnales, mas bien me sentía incómodo de ver como las chicas se vestían de formas liberales y eso para mí no era del todo correcto. En cambio los otros hombres se fascinaban por ver así a las mujeres, con morbo y lascivia. Yo miraba sus ojos llenos de lujuria por desear llevar a la cama a una chica y hacerle todo tipo de atrocidades para después vanagloriarse con sus amigos. Cuando llegaba a mi casa luego del trabajo y la universidad, comía y me dormía enseguida para madrugar a laborar, ya que mi horario de entrada era a las 6 y media de la mañana y salía a las 2 de la tarde, enseguida me dedicaba a estudiar para ir rápidamente a la universidad. No tenía mucho contacto con mis familiares ya que ellos también iban cada uno a sus trabajos o estudios. Mi madre Carolina estaba en el extranjero muy pocas veces venía a visitarnos, eran quizá los únicos momentos que podíamos disfrutar en familia. Cada vez que se iba de regreso al exterior quedaba en mí una gran tristeza, era como que temía perderla y no volverla a ver más. Hubo días en mi trabajo que lloraba en silencio, después con el tiempo me ponía mejor. Los fines de semana especialmente los sábados iba a jugar billar, bien jugaba con mi amigo de la universidad o apostaba con otros jugadores que en esos momentos retábamos en el billar. Era un jugador semi-profesional y la mayoría de veces salíamos victoriosos. Hubo unas pocas veces que después de aquellos juegos disfrutábamos de unas buenas cervezas escuchando música. Un día en mis labores cotidianos, una mujer de 30 años llamada Patricia entró a local, era una empleada doméstica que quiso entablar una amistad conmigo, yo en algo me comencé a llevar con ella, luego de algún tiempo de conocidos vino de una manera que me sorprendió. -Hola Manolo, ¿qué tal tu trabajo? -Bien Patricia y ¿tú cómo estás? -Aquí viniendo a visitarte con esta ropa que me compré para que la veas si me queda bien o no. -¡Patricia, esa ropa es demasiado liberal! -¿Por qué vienes así? -Vengo así porque quiero decirte que me gustas mucho, que me desees tanto así como yo te deseo. -¿Desde cuándo estas con esa actitud?, le repliqué. -Desde que te vi por primera vez, no tienes idea el deseo intenso que te tuve cada día que venía a visitarte al trabajo, buscaba la manera de llamarte la atención pero tu nunca te diste cuenta, por eso he decidido venir así vestida, que me veas y no te resistas más a mis atributos. -Me quedé pensando por un momento y le conteste: -Patricia yo no te deseo ni aunque hayas venido vestida provocativamente, no me llaman la atención las mujeres como para entablar una relación formal o una aventura de momento, así que por favor no vuelvas a dirigirte de esa manera ni te vistas así que no lograrás obtener nada. -¡Te das cuenta Manolo!, cuántos hombres me desean y que no harían por verme vestida así de esta manera. ¡Te pierdes todo esto y más!, ya que también me estaba enamorando de ti. -Lo siento Patricia, pero no me vuelvas a insistir más con este asunto, así que aléjate de mí o voy a tomar otras medidas. -Está bien Manolo, pero espero algún momento seas mío. Las siguientes semanas Patricia continuaba viniendo a mi trabajo obsesionada conmigo, decidí hablar con mi compañero de trabajo para que hablara seriamente con ella y no me volviera a molestar más. Mi compañero aceptó mi petición, fue a hablar con Patricia debido a este asunto. -Patricia vengo hablar contigo de una manera respetuosa. -¿Qué pasa Pedro? -¿Qué es lo que quieres hablar conmigo? -Es acerca de tu situación con la de Manolo. -¿Qué te dijo él? -Pues de tus seducciones continuas que le haces, Manolo no quiere nada contigo ni siquiera relaciones sexuales, ¡déjalo tranquilo! -Es una persona reservada, solitaria y misteriosa así es su manera de ser, no intervengas más en su vida personal. -Está bien Pedro pero dile que nunca le hice nada malo, sino solamente amarle y desearle como cualquier mujer que se siente atraída por un hombre. -Eso le diré, cuídate Patricia que estés bien. -¡Chao Pedro! Todo esto me lo comentó Pedro y desde aquel día Patricia no vino más al trabajo. De mi parte le di las gracias por darme la mano y alejar de mi vida a Patricia. En mis momentos de meditación analizaba, ¿por qué soy así con las mujeres desde pequeño? Las ignoro, las desprecio o no les tomo en cuenta cuando se trata de amor o sexo. No puedo decir que en mí haya habido un trauma de pequeño con alguna una mujer, nunca me hicieron daño ni nada por el estilo como para descartar que era un problema psicológico que tengo desde mi niñez. Esa es una pregunta que me he hecho durante todos estos años. ¿Por qué no las puedo amar? ¿Por qué soy un muy solitario? ¿Por qué me atrae la oscuridad? ¿Por qué me siento como que fuera de otra época? ¿Por qué muchas personas me consideran que no tengo 27 años, sino a los mucho 19 años? Son preguntas que me hacía y que con el tiempo espero buscar las respuestas correctas. Mientras tanto debo seguir adelante con mi vida y que en algún momento se puedan cumplir todos mis sueños. Mi primo Geovanny iba al local una vez por semana para hacer cuentas conmigo ya que era el dueño del negocio. Los arqueos diarios, los cierres de caja y de las ganancias que se obtenían a diario, era el tema central de la conversación. Ni una sola vez salí con él a ver chicas o a tomarnos unas cervezas, sabía perfectamente que era un ser poco sociable por eso no me invitaba a ningún lado y solo hablábamos de temas del trabajo. Al pasar los días un ser oculto observaba desde las sombras a Manolo, cada paso, cada movimiento, cada amistad que llegaba a su vida especialmente cada mujer que se acercaba a él. -Te observo desde lejos mi querido Adrián (El nombre de Manolo en una encarnación de hace casi 300 años atrás), no sabes cuánto he esperado por ti para poder dominarte y que al fin pueda tenerte a mi lado, luego de casi 300 años te vuelvo a encontrar y no permitiré que alcances el amor fijándote solo en mí. Fueron las palabras de esta entidad oscura que tramaba en silencio muchos males si Manolo no se volvía su amante por el resto de la eternidad.

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