Amigos con derechos.+18

Capítulo 1. ¿El amor? ¿Te amo? Para mí el amor está sobre evaluado, es una palabra tan fuerte y significativa que no se debería de decir a la ligera, es evidente que muchos confunden atracción, deseo y convivencia con amor, quizás algunos si lo sienten de verdad pero no es una palabra que se deba decir a la ligera si realmente no se siente, ya que amar significa tanto que decirla sin ser capaz de darlo todo no vale la pena mencionar, el amor va más allá del sexo o de la atracción física, es encontrar a esa otra mitad y que con solo mirarse sus mundo sientan calma, que el simple roce de su piel pueda invadirte, quemarte hasta lo más profundo, ¿Quieres saber que significa amar? Acompáñame y te cuento mi historia. Mi padre me enseñó un tipo de amor egoísta y posesivo, un amor controlador, desconfiado y opresivo, ¿Si eso es amor? No quiero enamorarme jamás, pero déjenme contar un poco de mi historia y como comenzó un excitante juego naciente de una fuerte amistad de dos corazones heridos que no creen en el amor. *Flashback * — Por favor, basta no lo hagas más papá, por favor, no le pegues a mamá. Gritaba desesperada. — Está niña insolente, ¿Cómo se atreve? Mis gritos lo alteran tanto que se acerca muy enojado hacia mí. — Papá, por favor, por favor te lo ruego. Repetía tratando de calmarlo, según yo era su niña adorada y pensaba que trataría de calmarlo, pero es no ayudo en nada. — Ayuda, ayuda por favor, suéltala, Marcus, suéltala, Dios no… En ese instante sentí tanto miedo que pensé que moriría, mi padre me tomo del cuello llevándome al mueble dónde me coloco boca a bajo para darme fuertes nalgadas mientras mi madre gritaba desesperada. — Solo es una niña por Dios Marcus, es tu hija, tu pequeña. Mi madre lloraba desconsolada. — Corre mami, escapa, mami, sálvate tú. Esa era yo a los 7 años, rogando por la vida de mi madre mientras mi hermano se quedaba en casa de su mejor amigo, mi madre y yo como era de costumbre cuando papá llegaba muy enojado, estaba enfermo, no podía controlar su ira y sus celos, todo lo que mamá hacía para él era sospechoso, una noche más que terminaría con mamá, papá y yo en el sofá mientras él nos pide perdón y nos dice lo mucho que nos amaba, ¿Creen que eso era amor? ¿Podrían confiar en alguien después de esto? Mi madre toma valor y se arroja sobre papá golpeándolo con fuerza y yo logro escaparme, sin detenerme corro por el bosque hasta unos metros, sin parar hasta llegar a la casa de Liam Castillo, el mejor amigo de mi hermano Nicolás, quien juega videojuegos está noche como es costumbre para él. Tocó la puerta muy nerviosa temblando de pánico y él salió el niño más inocente y fuerte que haya conocido, al verme se quedó sin palabras tras notar los golpes en mi rostro y mis piernas. — Ayúdame por favor, papá… Él… Por favor. Estaba tan asustada, tan agitada que no podía moverme. — PAPÁ. Dice sosteniéndome en sus brazos al verme caer, las piernas me temblaban de pánico, nervios y por haber corrido descalza. Su padre llega y al verte se enoja muchísimo. — Dios, hijo, llama a la policía, entren a la casa. Dice su padre con enojo tomando un bate corre a mi casa mientras Liam me sostiene como puede llevándome a la sala donde mi hermano al verme llora. — Nathaly, Nathaly, ¿Mamá? Dice muy preocupado. Liam no hacía más que mirarme mientras toma el celular para llamar a la policía que no tarda en llegar, fue una locura esa noche, papá fue detenido y mamá y yo pasamos la noche en el hospital. Mi hermano no dejaba de llorar mientras su mejor amigo lo consolaba y su padre daba declaraciones a la policía. A la mañana siguiente Liam me trajo de comer, su padre cocino para mamá y para mí, ese momento fue muy extraño para mí, ya que él me acarició las mejillas que estaban rojas por los golpes mientras me miraba con preocupación. — ¿Te duele? Dice muy serio sin quitar su mirada de la mía. — Un poco. Fue mi respuesta y él se acercó y me dio un beso en cada mejilla. — ¿Ahora te duele? Para él un beso cura cualquier herida y es evidente que no cambiaba mucho, solo me hizo sonrojar y asentí para que él me diera una grata sonrisa. Desde ese momento el abuelo Víctor, el papá de mi mamá se mudó con nosotros, dejando su vida en París por todo el caos que a sido la vida de mamá. Todo cambio, no volvimos a ver a papá y mamá era más feliz hasta que el abuelo falleció cuando yo tenía 12 años, desde entonces nuestras vidas se unieron más a los Castillo quienes nos tomaban como una familia, aunque todo se enfocaba en mi hermano quien prácticamente vivía con Liam y su familia, yo realmente estaba en mi propio mundo, el abuelo me enseñó a montar patineta que era como mi desahogo en mi vida de soledad donde los fines de semana estaba obligada a ir a casa de Liam a sus fiestas de piscina y picnics con su familia, con la finalidad de que mi hermano se sintiera feliz y a gusto, parecía que mi felicidad no importaba, está pesadilla transcurrió por años hasta que una penosa noticia separó a la gran familia castillo, cuando el padre de Liam encontró a su madre Margot con otro hombre en la cama, la separación de los padres de Liam fue una tortura, él cambió mucho, peleaba con los chicos en la escuela y su padre decidió irse un tiempo a vivir a París donde vivían los abuelos de Liam, la distancia nunca rompió la relación de Nicolás y Liam, siempre se llamaban y se escribían, se contaban todo, yo añoraba una relación de amistad así, hasta que conocí a Alexa, una rubia que parecía un ángel no éramos mejores amigas como Liam y Nicolás, pero nos llevamos muy bien, ella estaba enamorada de mi hermano, ¿Y quién no? Si mi hermano es muy guapo, a sus 16 años era uno de los más populares de la escuela y yo el bicho raro sabelotodo, así me llamaban, pero no le daba importancia, lo que las personas digan de mí, me importa poco. Todo era normal hasta que Liam volvió para el cumpleaños 17 de Nicolás, su familia regreso al país y Liam trajo a su hermano menor para que conociera a la familia, una celebración memorable para mi hermano, en mi cumpleaños 16 así es, mi hermano y yo nos llevamos pocos meses de diferencia, nadie vino, Alexa, mi mamá y Nicolás fueron los únicos que asistieron, aunque no me importa mucho me alegraba que mi hermano fuera feliz, mi madre volvía a sonreír y yo pues me mantenía distante del escándalo de los invitados. La llegada de Liam se convirtió en lo único que se hablaba en el instituto, es el chico más guapo de la secundaria y el más popular, en el poco tiempo que llevaba en el instituto ya se había hecho el capitán de equipo de fútbol, su novia es la capitana del equipo de porristas, él y mi hermano se volvieron los más deseados y populares, todos querían estar con ellos excepto yo, quien deseaba salir lo más rápido de la secundaria, aunque no tengo una mala vida, tengo a una gran amiga, un amigo gay y un novio músico, el baterista de la banda escolar quien me pidió salir mientras estudiábamos en la biblioteca, no me iba mal, aunque para mí el amor no existe no me niego a salir con chicos, ya que para mí es divertido, la experiencia con papá me deja un trago amargo y la verdad me ahorro los traumas sin tomarme muy en serio la relación con Joshua, tenía planes, y nada me haría cambiar mis planes hasta que mi destino cambio. Fin del Flashback. Iba en mi patineta por el centro de mi ciudad Colorado, un hermoso pueblo lleno de montañas que cuando nieva se crea un hermoso paisaje que llama a los turistas a visitar la ciudad. Me dirijo a mi lugar favorito en el mundo un peñasco donde se puede observar la ciudad completa y cuando el atardecer hace su aparición me da la mejor vista y la paz más maravillosa que existe, está cerca de la casa de Liam y es donde solía ir con mi abuelo antes de fallecer. Voy a gran premura, ya que me llevo tiempo salir de la biblioteca, los veo venir de frente en mi dirección, mi hermano, su novia, Liam un chico de ojos azules, de tez clara, fornido, bien ejercitado de unos 1,70 de alto, el chico más guapo de la escuela y con la mirada más intensa, casi siempre está serio y luce muy misterioso llamativo, expresión que hace que las mujeres pierdan el sentido frente a él, es inevitable no verlo si prácticamente vive en mi casa. Liam camina junto a su novia mientras la abraza de los hombros, todos llevan la chaqueta que los idéntica como los populares, con la membresía de la institución y él nombre del equipo de Fútbol, trato de no encontrármelos, pero su mirada se junta con la mía mientras soy arrastrada por varias chicas aun salón sin poder detener la patineta que me lleva a una segura caída al distraerme viéndolo. — Oye, quítate del medio, ¿Acaso no vez el camino? Exige una rubia de ojos café que se atraviesa en mi camino. Sin decir nada me levanto del suelo y me escondo de tras de la pared observando de lejos como pasan mientras se ríen de lo que sea que están hablando, ni siquiera me notaron y es un alivio, ya que la tonta de Diana la novia de Liam siempre tiene el don de arruinarme el día. — Joven, joven no pierda tiempo y caminé a la sala en este instante. Dice una señora mayor que me arrastra por el lugar hasta un salón donde hay muchas bailarinas de ballet, es hermoso lo que veo y me detengo ante una profesora que me pide mi identidad. — Vamos chica, no tengo todo el día y por favor deja esa patineta en el almacén. — Disculpe, pero yo no…— La mujer interrumpe. — ¿No quieres entrar a la academia? Pues puedes marcharte o darme la identificación, no me hagas perder el tiempo que las inscripciones son hasta hoy, piénsalo muy bien, si no, ¿Para qué viniste? — La mujer me mira con seriedad ante su pregunta a la cual me quedo sin palabras, ¿Que Sta pasando? Los recuerdos de mi infancia con mi abuelo vuelven a mi mente y es el recuerdo más preciado que e guardado de mi abuelo bailando conmigo ballet en la saca de la casa mientras mamá pasaba tiempo con los Castillos como de costumbre, su pequeña bailarina, así me llamaba y ahora el destino me trae a una academia de ballet, es una locura, es una academia cultural del pueblo y las inscripciones son hasta hoy, quizás mi destino era este, no lo sé, pero siempre soñé con hacer algo diferente, estar aquí y que tenga la oportunidad de intentarlo me sorprende, ¿Por qué no intentarlo? Así le entrego mi identidad a la mujer que escribe mi nombre en un talonario y me entrega una bolsa con un atuendo para que me cambie, ¿Es como un sueño? No lo sé, pero al ver a las bailarinas formarse algo muy dentro de mí quiere intentarlo, el destino nos trae a los lugares que pertenecemos, solo depende de nosotros su deseamos intentarlo o dejarlo pasar, pero como decía mi abuelo, las oportunidades se dan una sola vez en la vida y las cosas siempre pasan por algo, ¿Así que porque no?