Entre besos indetenibles y el amor formando un eco en el corazón de los dos, el destino parecía ser caprichoso. Lenet deseaba rehusarse, interrumpir todo ese flujo de emociones dulces que la sumían en la más dichosas de las experiencias. ¡No importaba igual la dama de la noche anterior, incluso cuando esas imágenes habían cernido en gran medida el deseo! Un fuego devorador que ella quería experimentar, pero no con cualquiera. Valentino por su parte, temía contarle la verdad no porque temiera el rechazo sino porque no quería involucrarla en los acuerdos pactados con una familia que tenía conexiones con gente de la mafia de Spanos. Pero ahora estaba dispuesto a rebelarse de gritarle a los cuatro vientos que amaba con intensidad y no le temía al deseo intenso de dejar por fin todo correr y

