capítulo 7el joven tripulante y Ariana son atacado por un tiburón gigante
Después de haber pasado una buena tarde con el joven tripulante, me quedé dormida. Amaneció y fui a mis clases; hice mis cosas y aprendí muchísimas cosas. Estaba mi amiga Selena, platicamos un rato y le hablé de mi amistad con el tripulante. Fue genial conversar con ella.
Por la tarde, después de la escuela, fui con él a dar un paseo por la inmensidad del mar. Dando el recorrido, vimos un tiburón gigante. El tiburón quería acabar conmigo y con mi amigo Andrés. Como pude, busqué una daga que se encontraba en medio de una piedra gigante, logré desenterrarla y como pude se la clavé en la aleta. Salí de ese lugar como pude, Andrés iba conmigo.
"Fuiste muy valiente, Ariana", me dijo.
"Sí, tuve mucho miedo... por los dos, en especial por ti. Si hubiera pasado algo, no sabría cómo hubiera respondido. Te has convertido en mi gran amigo y no quiero perder tu amistad", le dije.
"Tú también eres mi amiga. ¡Eres increíble!", me respondió.
Después, seguimos paseando por el mar. Luego de ese susto tan grande, seguimos recorriendo el mar. Le enseñé todo lo bello que tiene el mar, los animales. Bailamos juntos, toqué la flauta para él. Pasamos una tarde muy linda y le dediqué cantos hermosos.
Luego de ese susto, me fui a mi casa con mi tía y mis hermanas. Mi tía me cocinó rico. Por mi parte, me di una rica ducha con esencias aromáticas y me arreglé el cabello.
No dejaba de pensar en lo valiente que fui al enfrentarme a ese tiburón gigante. Tuve miedo... ¡pero lo hice muy bien! Tomé valor, me dio ánimo con Andrés, él fue mi ayudante.
Después de comer y bañarme, me puse a leer historias en mi habitación. ¡Historias de amor! Me puse a tocar la flauta un rato. Esto me relajaba, me sentí feliz, pude olvidar un poquito lo que me había pasado con el tiburón. Estaba feliz porque tenía amigos, el tripulante y yo nos habíamos hecho amigos.
Cuando lo viera, le daría las gracias por todo lo bueno que había sido conmigo. Jamás pensé tener una amistad así, era grandioso lo que me estaba pasando con él.
Después de ese susto, pasamos una bonita tarde. Me quedé dormida hasta que se hizo de noche. Salí de noche, pero no iba sola. Hice cosas con mi hermana y mi tía. Después, en la noche, ahí estaba Andrés, me esperaba en el lugar de siempre. Yo estaba muy feliz porque quise hacer cosas diferentes con Andrés, mis hermanas y mi tía, y él no tenía ningún problema. ¡Le presenté a mi familia! Fue genial.
A él le gustó la idea, se sentía muy cómodo. Yo quería que él también conociera a mi familia, ya que habíamos entablado una linda amistad. Le agradecí por ser así de lindo. Él me dio las gracias por salvar su vida ante ese tiburón gigante. Yo le dije: "Tranquilo, no es nada. Tú eres especial para mí, eres mi único amigo humano. No me tuviste miedo por mi aspecto, no escapaste por ser quien soy y eso lo agradeceré siempre."