jueves, 23 de diciembre de 1999
Querida Margott:
Se acerca el segundo milenio y no sé si estoy preparada, siento que escalo y no me estoy quedando sin movimiento, evoluciono porque percibo más cosas, ahora siento que subí un peldaño y vivo en otra dimensión, se que me entiendes, además es una batalla porque a cada noche oscura del alma le sigue su posterior elevación. Antes la sutilidad me permitía sentir cuando alguien estaba detrás de mí o se acercaba un auto o un animal, ahora temo, ya que siento que a veces trasciendo incluso la materia y no soy consciente de lo que pasa a mi alrededor, otras veces en cambio no soporto el mínimo ruido. Por un lado me desvanezco y por otro aún me aprisionan sentimientos muy marcados, quiero ser más divina que humana. Aunque he compartido mucho con Vladimir, diría que es obvio que aun guardo sentimientos profundos hacia Maurice. Con todo siento terror si realmente le sucedió algo, me siento culpable por no meditar más en mis acciones y no esperarlo. Estaba tan indefensa y sedienta de amor que simplemente dejé que entrara en mi vida (Vladimir). También lo amo. Yo sé que seré juzgada por la mentalidad común, sé que seré tachada de hipócrita y traidora, pero es lo que aaaahora encuentro en mi interior, sé que debo aprender a distinguir lo que es real de lo que no lo es, pero no hay contradicción en amarlos. Lo que ahora considero es que no los amo con la misma intensidad ni de la misma forma.
A Maurice lo he amado toda la vida, es la persona que más marcó mi adolescencia, escribía para él, de hecho escribí un libro dedicado a él específicamente, abolcaba mis sentimientos por las noches para que no muriera en el olvido, eso se fue intensificando conforme fue al cuartel y realmente quería que jamás se marchase.
Hoy encontré una foto suya, aún me lastima verlo, otras veces no siento lo mismo, pero como sabrás existe esta maldita dualidad que me hace amarlo y superarlo, unos días si y otros no. Sé que debes entenderme, lo que sucede es que unas veces estamos despiertos y con mayor conocimiento y otras el conocimiento desaparece y nos envolvemos en la ignorancia. Justo en ese momento lo recordé, recordé sus abrazos, como me mimaba, me besaba, me daba besitos no necesariamente como novio sino como un niño, me encantaba, no puedo expresarte todo, sabes que de cada emoción se decantan millones de manifestaciones y actualmente no existe algo que exprese todas lo que los humanos son capaces de sentir. Cuando liberas la oscuridad y pasas por conflictos internos para alcanzar la paz y el perdón las relaciones se vuelven más reales y profundas. La clave es pasar por la oscuridad, si no lo haces el proceso de sanación pierde su propósito, por eso amar y perdonar es de valientes.
Desearía que estuviera vivo, desearía poder verlo, quisiera arreglar las cosas, como anhelo que me escuche y yo escucharlo a él. Lo extraño demasiado, quisiera que me vea ahora, en mi estado actual, cuando estábamos juntos no había alcanzado esta madurez, era una niña aún con demasiados patrones defectuosos, no me sabía comportar, ahora siento más conflictos con mi mente, pero mi espíritu me permite permanecer ecuánime la mayor parte del tiempo; ¡cómo deseo que volvamos a hacer contacto! lo trataré bien, te lo juro. Ahora, el papel no puede expresar sentimientos, si te digo que mientras escribo esto estoy llorando, estas lágrimas se secaran cuando lleguen a tus manos.
Aún no supero del todo está tendencia a vivir en el pasado. Recuerdo su perfume, su voz, el tono y modos de expresión y a cada segundo recuerdo lo bien que se porto, siento culpa. A veces siento que no querrá verme.
Como estoy acostumbrada a la soledad también, sé que si le pasó algo lo amaré como Dante amaba a su Beatriz, como su musa, sabiendo que eso jamás llegaría a consumarse debido a que su amada estaba muerta, así me siento.
Será un amor de fantasía, que solo vive en mi cabeza, que jamás lo volveré a ver me aterra, me aterra que nos encontremos ya siendo viejos. Deseo contemplar un vez mas su rostro. Maurice, mi amor perdóname, estos días he visitado el lugar donde te graduaste, como te vestías, y me senté en una escalera y me puse a llorar. No sabes cuánto he llorado por él, tanto que aún las lágrimas no terminan de diluir todo recuerdo doloroso que me genera. Es increíble lo que guardamos, es como si millones de células no nos dejaran en paz por espacio de años.
Como si un millón de hormigas me estuvieran royendo el cerebro. Pero igualmente, día y noche continuo las prácticas espirituales.
¡Es que esta semana a sido de locos! Tuve mi primera relación con una chica, se llama Esther, es muy calienturienta, a pesar de ser amigas, para ella no hay límites con respecto al sexo, eso tambien a cambiado en mi, conforme tengo más intimidad y me exploro soy más abierta al sexo, tanto que siento que he derribado un montón de murallas en forma de prejuicios. Cuando el instructor me hablaba de su manía con el sexo, interiormente me decía a mi misma : ¡Que pervertido es el tío! ¡A su mujer no la debe dejar ni respirar! pero cuando se trata de nosotros no decimos ni pío, lo nuestro lo justificamos pero los mismos actos cometidos por otros nos resultan imperdonables, yo por ejemplo me imagino haciéndolo con Maurice, a pesar de lo reservado que es, no puedo evitar sentir excitación, pero ver lo mismo en el instructor me da hazco, ¿Puedes creer a dónde llega la hipocresía humana? Debo purificarme más.
Margott, tu perteneces a un plano muy elevado -el reino de lo Absoluto -. En secundaria asistían muchas devotas. Pero no hubo nunca otra como tu.
De vez en cuando hacía un balance entre todas y veo que algunas eran como lotos de diez pétalos, otras como lotos de dieciséis pétalos y otras como lotos de cien pétalos. Pero entre los lotos, tu eres uno de mil pétalos.
Otros pueden ser como vasijas o cántaros; pero tú Margott eres como un
enorme barril de agua.
Otros pueden ser como charcos o estanques; pero tu eres una enorme represa.
Siempre fuiste un ‘muy gran receptáculo’, que puede contener muchas cosas. Eres como
un bambú con un gran espacio hueco por dentro. El alma es vacío, y tu campo electromagnético debe tener millas de distancia.
Siento una gran fuerza cuando estás conmigo.
Por tu relación con el absoluto solías decir la afamada frase de Shakespeare:
"No existe el bien ni el mal en sí mismos, sino es la misma mente humana la cual los genera."
Una vez hube acabado de garabatear me di cuenta de mis heridas, es bueno revisarlas en la mañana, cuando te levantas, el primer pensamiento que surja está relacionado con lo más urgente que tu alma te pide sanar, debido a que al levantarte pasas del sueño onírico al estado despierto, entonces toda tu estructura oculta del sueño sale a relucir, son todos tus miedos inconscientes los que te dan está señal.
Ese día saldría con Florentina, el motivo de nuestro encuentro estaba relacionado con la invitación para la cena de navidad que mi padre haría. Estaba tan feliz que me dió la libertad de llevar a quien yo desee.
Al salir del trabajo todos estaban reunidos para las posteriores celebraciones, tengo una amiga que solo veo de reojo, con ella todo es saludos, trabajo, servicio y café. Nada más.
—Adiós Edith— estaba ansiosa por salir.
— Te cuidas—antes de marcharme me regaló unos aretes, estaban preciosos y brillaban mucho.
—Ven—me llamo a un rinconcito muy discretamente. Y me dijo con una voz muy baja.
—Se han enterado de lo que te hizo el marrano de Gabriel.
—¿Si?
—Ese imbécil, ese día estaba borracho, pero ya lo saben y creo que o lo multan o lo botan— Sentí la punzada y el sabor a victoria, también estaba la venganza, recapacite y dije que en realidad malos no los hay, no hay "manzanas podridas". Sólo hay personas que discrepan de tu punto de vista , seres que construyen un modelo diferente del mundo. Además ya lo había perdonado.
Al llegar a casa había olvidado las llaves y mi padre no estaba, haciendo uso de mi ingenio intenté miles de formas con el fin de abrirla pero me resultó imposible, no tuve otra opción que revisar la ropa que estaba amontonada en el taller. Ninguna ropa era para mí, la mayoría era para hombres. Al fondo advertí un vestido n***o, era ropa de mamá, la sacudí porque estaba con tanto polvo que creí que nadie la había limpiado hace 100 años.
Era ropa de viuda.
Use zapatos bajos de color n***o, capa ligera de base y un lápiz labial de color piel, me puse un vestido sin mangas y sin tirantes, la espalda con cordones, era un poco corto y para su mejor combinación guantes negros, parecía que me dirigía a un velorio, me encantaba porque era de seda, además no tenía otra opción.
Al salir de casa me divisé en una ventana de un caserón, era una combinación perfecta de dolor y elegancia.
Al llegar al Andén no tardó en saludarme, había estado esperándome, me disculpé por llegar tarde, estaba muy hermosa, más que de costumbre. Se acercó con cara divertida y pregunto:
—¿Y el velo?— no pude contenerme y lancé una risotada.
—Yo creí que dirías: Mis más profundas condolencias para ti y tu familia. Que Dios te de la paz que buscas (risas)
—Es un día estupendo—le dije.
—Asi es, para mí los días soleados son muy agradables— asentí también. Es lógico ya que nuestro ADN funciona con la radiación solar. Sin el sol jamás habríamos evolucionado.
—¿Vamos?
—Claro— me dijo, estaba muy risueña, quienes no la conocen están muy equivocados o se han formulado ideas preconcebidas, lleva una vida dedicada a la oración, es muy alegre, jovial y para nada aburrida. Una mirada superficial jamás notará su espíritu, lo mismo ocurre con los angeles, éstos - en ocasiones- no dejan sombra al caminar.
—¿Te gusta la tecnología?— le pregunté.
—No estoy en contra de los recursos y las ideas modernas, pero el error es cuando la tecnología nos domina y no nosotros a ella, la gente olvida que la naturaleza y la materia es para el alma y no el alma para la naturaleza.
— “El sábado fue hecho para el hombre, no el hombre para el sábado”— parafrasee las palabras de Cristo
—Esa enseñanza es atemporal. Si nos identificamos con la naturaleza; pensamos que el alma es para ella, que el espíritu
es para la carne, Y como afirma el dicho común, pensamos que el hombre "vive para comer" y no que "come para
vivir", estamos continuamente cometiendo este error; consideramos a la naturaleza como siendo nuestro propio ser.
—¡Vaya! , concuerdo con todo, hicieron estudios de tomografía axial computarizada y resonancia magnética.
Las zonas del cerebro que se activan con la virtualdad -debido a las computadoras 2000 Y2K - son las prefrontrales, al leer un libro se activan las zonas parietales centrales, las responsables del desarrollo del lenguaje. Las personas que meditan, rezan o se dedican a la contemplación activan las zonas occipitales.
La virtualidad saca al alma hacia los lugares más externos de la consciencia.
En las zonas prefrontales se manifiesta el ego y la personalidad. El cerebro se está modificando hacia las zonas prefrontales, estamos dejando de usar otras zonas.
—¿Es cierto lo que me dices? —me miró asombrada—. Ésa es una muy mala noticia para las generaciones nuevas. Como religiosa que soy te digo que me apena muchísimo, ya que cada vez intento conectarme más con mis zonas no-racionales—reímos.
—¿No crees que la virtualidad creará un mundo más exquisito que la contemplación en Dios o la misma realidad física? ¯preguntó como queriendo probarme.
—El alma pertenece a otra instancia, somos seres triple: cuerpo, mente, espíritu. El cuerpo y sus placeres (el mundo físico) son imperfectos, la mente también se rinde al intentar racionalizar el éxtasis. Jamás se encontrará a Dios a través de la mente. El éxtasis se manifiesta cuando la mente es aniquilada.
Viajamos paradas en el metro, como plan tenía jugar en el parque, explorar animales y plantas y largas caminatas. Debido a la chaqueta marrón que traía casi no parecía monja, pero la delataba el velo. Me dieron ganas de besarla, sé que suena estúpido.