Mis recuedos acerca de mi padre me dictan que no era un hombre dado a las borracheras o a la vida bohemia, su carácter de estilo Jean Valjean posee una magna personalidad, a la muerte de mi madre - aunque inexpresivo - se volvió naturalmente más cariñoso, más accesible y podía notar cómo cumplía con el duro rol de padre y madre, su forma de ser es de una delicadeza casi femenina, confrontado por un temple varonil que hacen de él una especie de superhombre, siempre a sido para mí digno de admiración, una persona sattvica y al mismo tiempo de condición guerrera.
Eso es lo que admiro de algunas personas adultas: su resiliencia, aún cuando me siento mas a gusto con el fervor femenino, envidio asaz el poder que emana la fuerza masculina, necesito de estos dos polos para sobrevivir; el amor, el cariño o la ternura me derriten junto con la pasión o la euforia, en instantes donde la vida nos sitúa a pruebas es inexcusable poseer un gran poder.
El día que visité a mi padre eran como las 2:00 pm, aquel 23 de enero de 1997 sería luna llena y subí a mi pequeña buhardilla que uso a modo de escondite - era mi refugio en mis momentos melancólicos durante la iniciación de
mi pubertad - , me senté a realizar devociones en japa y me afligí por mi cuerpo harto estresado, el gran dolor de la espalda se debía a corrientes de energía circundando mi espina dorsal, el agobio era muy grande y me quedé dormida, mi consciencia experimentaba el sonido electrónico de computadoras y equipos de sonido, mi cabeza era una radio que percibía vibraciones del espacio vacío - al menos así lo experimenté - las ondas sonoras se volvían muy reales, melodías y voces que no había oído se mostraban en mi mente, de niña mi padre habituaba interpelar el origen de mis canciones - aunque no me cree - , le manifiesto que no es ninguna inspiración, sólo soy muy sensible a la hora de escuchar la armonía de las esferas, obviamente se decantan en millones de frecuencias acústicas que no tardo en unir para crear piezas musicales, en ocasiones pienso que los llamados ~genios~ no son más que grandes ~percibidores~ de energías ocultas en una especie de memoria astral.
Los hombres poseen infinitas formas del ser, Dios - aunque es uno solo - debe poseer millones de atributos o manifestaciones, no puedo concebir a un ~aburrido Dios~. En el universo visible existen 10^82 átomos que suman las estrellas, planetas y galaxias , la cantidad de información del cosmos hace posible crear quintillones de historias con futuros alternativos.
Cerca de las 5:30 pm. mi cuerpo era un cúmulo de energia, me pedía ejercicio, mi energía salía a borbotones, y decidí visitar aquellas solitarias montañas que habían sido espectadoras de mis arrebatos adolescentes, la niebla cubría la parte superior, bajaba con espesura y creí que sería tragada por la Tierra, he pensado que la vibracion de las montañas es enorme, salgo beneficiada al escuchar el consejo silencioso de ellas, en sintonía y sin esfuerzo revela profundidad a quien se halle en completa reverencia y armonía al poder de su toque mágico, la gente ignora el poder oculto de la Tierra, no se necesita luchar contra ella, una vez te sintonizas a la frecuencia terrestre ella emana bendiciones, no se necesita ofrecer resistencia, cuestionarla u ofrecer fricción o lucha , sola abre el panorama ilimitado propio de Artemisa, aunque pertenece a esta Tierra es un fuerte vehículo de impulso hacia las estrellas, tuve la intención de perderme para siempre, la montaña es hasta cierto punto una entidad viviente, sus árboles y plantas son más sensibles de lo que las personas alcanzan a comprender, pero esta comprensión es microscópica, una vez en la cima parecía que no me dejaba escapar, las ramas y unas tiritas o hilos de hojas y tallos me atrapaban, imposibilitando mis intenciones de huir, con gran terror me puse a cantar el Ave María al estilo Schubert:
Non negar a questo straziato mio cuor
La pace che solo tu puoi donar
¡Ave maria!
Ave maria gratia plena...
Mi carne estaba como muerta, y sin embargo en mi intensa lucidez me di cuenta de que nunca
antes había estado tan viva como en aquel instante, mi sentido de identidad no estaba confinado únicamente a un cuerpo sino que abarcaba una tenue transparencia que envolvía árboles, hojas, tallos incluida las raíces debajo del suelo, mi cuerpo se inmobilizó,en un arrebato de exaltación apenas podía pronunciar la frase entera. Cante solamente:
T'invoca e attende che tu le dia
La pace che solo tu puoi donar
Y a medida que mi estado se ahondaba, solamente cante:
¡Ave, ave dominus!
Al final, ni siquiera pude decir eso; me volví completamente inconsciente, aquella colina me envolvió en un dramatismo religioso incontrolable, la devoción en ocasiones me hace experimentar el éxtasis más rápido.
Me tropecé con millones de luciérnagas, crearon un ambiente brillante ostentoso a la luz de la luna llena, en verdad que la imaginería de la naturaleza supera la ciencia ficción; al estudiar criaturas y especies marinas me mofo de tan escaso ingenio que los hombres usan al crear enanitos verdes.
Al dar la vuelta y circunscribir el radio panorámico del desenlace de la montaña, crucé una ruta que daba a un cementerio, me llené de pavor, las luciérnagas se acopiaban en enormes grupos, estos lampíridos rodeaban las tumbas, aunque me encontraba centrada no pude contener la curiosidad, creí que se trataba de hembras depositando huevos, de hecho se estaban alimentando bajo tierra, Inyectándoles un fluido a todos aquellos c*******s, el escenario era aterrador y sublime al mismo tiempo, desde esta ubicación el bosque brillaba con el trasfondo deslumbrante de la niebla. Bajé con cierto temor, vigilaba los pequeños caseríos, este pueblito católico me encendía a punto de ebullición; he aquí casitas mágicas, todo un ambiente infantil y acogedor ¡reincindida realidad!¡La vida es cíclica! puedes vivir la "misma vida" una y otra vez, en distintas formas, soy la parte de ti que anhela ese sentimiento una y otra vez.
Sin siquiera advertir mi ser se manifestaba en una adolescente nuevamente.
Camine y eran como las 8: 00 de la noche, estaba tan silencioso y deshabitado todo que la advertí una ciudad fantasma. Al llegar a un pequeño parque me senté sobre un columpio que se mecía solo a pesar de la escasa brisa, siempre he tenido esta tendencia al aislamiento, pude haberme rodeado de muchas personas desde mi niñez pero la soledad me resulta muy acogedora, al ver este columpio solitario todo tuvo sentido, ya no me regañaría por buscar la aprobación de los demás, mi destino estaba ahí.
Al llegar a casa lo primero que hice fue peñiscarme, preguntándome si no habría sido víctima de una alucinación, con cuantioso espanto atrape un coleóptero y lo aprese sobre un frasco de vidrio, con temor sólo pensé en bañarme y meterme en la cama, casi segura que todo sería normal al día siguiente. Por la mañana agarré el teléfono y llame a Margott, quien me dijo que estaría libre a eso de las 2:00.
Como no quería destacar entre los padres de mi mejor amiga, entré por la puerta de atrás de su casa e ingresamos a su taller para examinar al bicho de luz, de las 2000 especies conocidas ninguna correspondía con las características de nuestro pequeño amigo, le expuse mi extraño suceso.
—Esto tiene una explicación
—¿A que te refieres? —lo dije con cierto escepticismo.
—En el reino de los elementales también existen purificadores.
—¿Que diablos es esto? es asqueroso, aunque me gusta— su cuerpo arrugado y segmentado me encendía curiosidad.
—Esta criatura junta con millones más, sé amontonaban en grupos de su misma especie para consumir c*******s.
—Phoebe, no intentes demostrar resistencia a lo que te voy a decir, por el momento sólo escucha
—¡Suéltalo ya!
—Estos pobladores no son animales comunes, tienen como misión purificar la atmósfera terrestre, aunque incólumes absorven los bajos astrales.
—¿Y eso que tiene que ver? ¿qué hacían en los cementerios?
—Estaban depurando las astralidades de los muertos, hace tiempo que este planeta se a convertido en un confinamiento sideral. La Tierra para mantener su aura equilibrada debe encontrar la forma de disolver tanta oscuridad, estos ~guardianes ~ sólo hacían su trabajo.
—¿Por qué ocurre esto?
—Porque el hombre se llena de energía oscura con sus pensamientos y emociones, y al no purificarse mueren con esa energía, los cementerios son los lugares más contaminados del planeta. Los planos invisibles de la Tierra están repletos de seres, animales y desencarnados.
Quedé petrificada, por lo general no considero real al mundo de los muertos, pero ciertas experiencias al vivir en lugares remotos me habían hecho cambiar de parecer, en ocasiones dormir era un verdadero infierno por miedo a recibir ataques, uno de los recuerdos que permanecen más vívidos en mi memoria es cuando dormía en Selva Alegre y mi habitación se llenaba de cucarachas y moscas aún al tenerla en todo momento limpia, en la oscuridad una especie de gato se apegaba a mi columna, digo gato porque la criatura me hacía sentir sus colmillos, me chupaba la energía, se quedaba ahí como si mi cuerpo le perteneciera, es una sensación asquerosa y de espanto, la ironía es que muchas personas lo saben y no sólo lo niegan también lo consideran fútil, pero forma parte de lo que somos. Aún no se si se trata de demonios o tulpas creados por los pensamientos de los hombres, de lo que sí estoy segura es que tienen voluntad propia, muchos son muy sexuales, habitualmente cuando me quedo dormida en habitaciones ajenas estos bellacos abusan de mí sin compasión.
El jarrón donde se encontraba el animalejo me había acompañado desde la casa de mi padre, lo tenía escondido en el taller de casa de Margott, esa noche dormí en una habitación contigua, a la mañana siguiente abrí la caja con llaves donde lo había guardado, la envoltura sellada donde lo guardaba estaba intacta pero, ¡oh sorpresa!, el insecto había desaparecido.Rompí el sobre sellado que lo cubría, con gran ansiedad por encontrarlo, se había esfumado en el éter.