La fuerza del destino

Mi pequeña peleona.

Estaba en la salida de la escuela esperando a mi padre, —sabia que iba a tardar de nuevo, debe tener mucho trabajo, en ese momento saco mi móvil, no era de ultima generación pero no me importaba, miraba si tenia algún mensaje de mi padre o llamada de el.

En ese momento se acerca una de mis compañeras de mi escuela para molestarme,

—Que haces ahí Jones estas esperando a tu padre el mecánico, sus amigas empiezan a burlarse al escuchar sus palabras.

Aprieto mis manos y volteo a verla, —si lo estoy esperando eso A TI QUE TE IMPORTA, además mírate Carla pareces una cualquiera con ese maquillarse en toda tu carota o no sabes a que te pareces a una PAYASA.

Sus amigas y algunos compañeros que pasaban se reían de mis palabras, en ese momento ella se enfurece y se acerca para golpearme pero yo la detengo con mi mano,

—ni se que ocurra ¡TOCARME! entendiste, la suelto y ella retrocede.

En ese momento ella se empieza acercarse a mi pero se detiene al ver llegar a mi padre,

—te salvaste de esta Jones pero esto no se quedara así.

Yo le muestro una sonrisa ladeada, —aquí te estaré esperando miedosa, mi padre se acerca a mi lado el no alcanzo a ver todo el espectáculo pero sabia que estaba peleando de nuevo.

—Mi pequeña peleona que haces, buscando pleitos de nuevo, volteo mis ojos, cruzando mis brazos.

—Donde estabas, te he estado esperando hace 15 min, ¿paso algo?, mi padre se acerca y me abraza,

—claro que no mi pequeña, mas bien vamos a casa tu mama tiene turno largo hoy, así que debemos preparar la cena.

Mi padre y yo no nos dimos cuenta que nos estaban siguiendo hasta casa, mi padre me conto en el camino lo que le había pasado con el señor Williams,

—padre y como era el señor Williams se ve como en las revistas, mi padre estaba lavando el arroz y asiente con su cabeza.

—Si el señor es muy amable y alto, es mas alto que yo, pero es un señor muy sencillo y amable sabes, pensé que seria arrogante porque tenia dinero pero me equivoque creo que no todos son así.

—Padre por favor no te confundas esos son los peores, solo fingen ser amables pero luego splash te aplastan como una mosca.

En ese momento me siento en la mesa comiendo una manzana, —por lo visto no te fue muy bien hoy en la oficina hermanita.

Mi hermana me mira con una mirada asesina, yo sonrió,

—porque no vas bien vas a hacer tus deberes en vez de estar aquí de chismosa pequeña mosoc*, me levanto de la mesa riendo y sacándole la lengua a mi hermana.

—Niñas basta las dos, Emily por favor ve a comprar unos tomates,

—Esta biennnnn , me coloco mi chamarra y salgo de casa para ir a la tienda, estaba caminado hacia mi casa cuando me encuentro de nuevo a Carla con sus amigas y su novio, ellos me cierran el paso.

—Oh mire a quien me vine a encontrar, una pequeña rat* en el camino...dice Carla.

Yo cruzo mis brazos y suspiro

—Oh mire a quien me vine a encontrar a la payasa y su combo, en ese momento el novio de Carla se para frente a mi.

Coloca su mano en mi rostro,

—Por lo visto eres muy bella Emily, esos ojos azules, tu cabello castaño oscuro y largo, en ese momento golpeo su mano para que me soltara.

—Oye no sabes respetar a una dama, además esta tu novia respete basura, Carla no creo que debas salir con una basura como esta que no te respeta, Carla no me dice nada solo nos mira.

—que dijiste pequeña estúpida, ¿me dijiste basura? , en ese momento el me empuja mi hombro derecho.

—Exacto, si no escuchaste te lo repetiré, basura eres una basura de hombre no vales nada.

En ese momento el levanta su mano para golpearme, yo ya estaba lista para su golpe pero un hombre mas alto que el lo detiene, era muy guapo a decir verdad,era rubio, piel blanca, ojos verdes, vestía muy bien su ropa y zapatos eran de diseñador, creo que media como 1.87 y que decir su físico era un adonis y fuerte porque pudo detener el golpe del otro hombre, lo tiro al piso sin mucha fuerza.

Al tirarlo el lo mira con frialdad, su ojos verdes mostraban enojo.

—No escuchaste a la señorita, no sabes respetar una dama o que, ¿debo enseñarte?, el novio de Carla se levanta, la coge de la mano para irse ya que ella y sus amigas quedaron idiotizadas por el chico misterioso.

Yo los miro al irse con una sonrisa ladeada y levantando mi mano despidiendo me, en ese momento el chico misterioso se voltea y empieza hablarme.

— Te encuentras bien, no te hizo daño ese patán, yo sonrió y niego con mi cabeza.

—No te preocupes estoy bien, soy una chica fuerte, levanto mi brazo mostrando mi fuerza, el chico misterioso se ríe.

—De igual forma muchísimas gracias por tu ayuda, le doy una dulce sonrisa y el se sonroja un poco.

El no deja de mirarme, me empiezo a intimidar un poco, —oye...quie....res un helado por la ayuda, **dios empecé a tartamudear parezco una tonta** pienso.

El me sonríe y acepta mi invitación, en ese momento lo tomo de la mano para llevarlo a la heladería, era grande y cálida.

— que sabor te gusta a mi el chocolate y el tuyo,

—Oye que copiona a mi también me gusta mucho el chocolate, los dos reímos, empezamos a caminar comiendo nuestros helados.

—y que te trae a este barrio, bueno digo se nota por tu estilo de que no eres de por aquí, en ese momento su mirada se vuelve seria, creo que me había equivocado al preguntar eso.

—Oh lo siento no debí preguntar algo privado, el cambia su miraba,

—no te preocupes, mas bien te acompañare hasta tu casa por si vuelven aparecer esos abusivos, yo asiento con mi cabeza aceptando su compañía.