Algunos días pasaron, Victoria seguía en Manhattan, Manolo y Gissel desayunaban todos los días en el penthouse esperando el día en que Amelie se decidiera a salir de su habitación. Ellos respetaban el luto de ella pero cada día que pasaba encerrada les preocupaba mucho más. Lo que no sabían era que Amelie estaba buscando la manera de encontrar a Suzette, tenía muchas preguntas que hacerle sobre Demián Morell, Se había aferrado a la idea de que ese hombre fuera su Izan. Demián tenía quemaduras, y lo que le hizo sentir esa noche que pasaron juntos no podía ser casualidad. ¿Por qué Demián Morell la había dejado ir como si nada? ¿Qué intenciones tenia al dejarla libre? Eran demasiadas preguntas y sólo Suzette tenía las respuestas, pero parecía como si se hubiera esfumado de la faz de la Tierr

