Amelie despertó después de haberse quedado dormida. Le sorprendió ver a Manolo sentado en una silla junto a ella, él la miraba con cara de pocos amigos. —Me decepcionas Amy… —dijo Manolo. Amelie bajo la vista comprimiendo su cuerpo en posición fetal. —No estuvo bien —musitó, se sentía mal consigo misma por haber atentado en contra de su salud, ahora que lo pensaba mejor se arrepentía de haber comido todos esos chocolates. Tomó su móvil y miró los mensajes, estaba el mensaje de él, no había sido un sueño. —¡No me parece que te hubieras comido tantos chocolates y ni si quiera me hayas guardado uno! —Amelie sonrió un poco, Manolo estaba intentando animarla, ya suficiente tendría con el dolor interno que sentía no sólo el físico si no también el emocional. Manolo tomó su mano —¿Por qué lo

