Capítulo XVIII continuación – ¿Darío?, Darío hijo ¿Te dormiste? —escucho a mi madre a lo lejos—, Darío, llegaron las pizzas. – Voy madre, dame un momento —logró responder—. — No se en que momento me quede dormido pero ha de ser tanto agotamiento, salgo de la cama y voy a la cocina, a ver si como algo decente hoy, que con tantas cosas no he comido bien. Quiero que la noche pase rápido para ir por Liam, llegó a la cocina y huele maravilloso. – ¿Por qué será que presiento que las pizzas no son compradas? —mi madre sonríe—. – Porque no lo son, las hice yo. – Fuiste rápida madre. – ¿Qué hora crees que es? Estaba que me desmayaba del hambre —dice mi padre—. – No lo sé —saco mi móvil del bolsillo y miró la hora—. ¿En qué momento pasó tanto tiempo? Han pasado dos horas. – Te dormiste h

