Capítulo I

1500 Words
Narra Dalton Me desplace una vez más por los mismos pasillos de la famosa infraestructura conocida como Casa De las damas. Un lugar donde el placer se obtiene mediante las fantasías o los fetiches más extraños y por supuesto que yo tengo muchas. Algunas de las mujeres que trabajan aquí al mirarme pasar con mi traje de marca, se les eriza la piel, y otras bajan la mirada, seguramente estaban rogando que no las enviaran conmigo. Ellas sabían que mi presencia solo significaba una cosa: La bestia estaba a punto de cazar. Tomé el pomo de la puerta e ingresé a la ya conocida habitación número cinco donde numerosamente he estado. Beatriz la dueña de este lugar me había informado que una nueva chica quería estar conmigo. La muy inocente no sabia que ella sería mi próxima presa, sonreí levemente al verla como lo solicité. Perla, cómo me dijo Beatriz que se llamaba, estaba de rodillas sobre la alfombra, vestida de falda a cuadro, tacones de punta y camisa blanca casi transparente sin sostén. Eso comenzó a excitarme, mi polla comenzó a crecer debajo de mi pantalón. Sin perder tiempo me coloqué frente a ella bajándome el pantalón. —Comienza a chupármela—le ordené con voz autoritaria. Perla comenzó a cubrir mi polla con su boca, comenzó a chupármela dejándome un leve calor estimulándome de inmediato. La saliva me daba esa humedad que me gustaba sentir. Ella lamía, succionaba y pasaba su lengua como la puta experta que era. Luego se concentró en solo chuparme la cabeza de mi polla, mientras que con su mano frotaba mi polla de arriba hacia abajo, provocando que mi erección creciera a un más—.Esta puta si sabe cómo chupar una polla bien rico—dije para mi mismo disfrutando de ese placer. Perla comenzó a chupármelo más, más y más rápido, eso hizo que acabará dentro de su boca, Perla tragó todo mis fluidos con lujuria, pero la muy puta pasó su lengua por mi polla saboreándolo. Luego de haber tenido un poco de esa relajación oral, decido comenzar con uno de mis juegos. Me quito la ropa por completo, no quería ensuciar mi ropa fina, Perla al verme quedó anonadada, se mordió el labio con picardía, seguramente ya se estaba imaginándome sobre ella, y no la culpaba valía la pena pasar horas ejercitándome para que se deleitarán con verme y sentirme. Estaba seguro que ella deseaba que la follara, pero lo que no se esperaba es que lo haría una manera que no le iba a gustar. Me desplacé hacia una mesa amplia con varios accesorios y juguetes sexuales. Tomé dos objetos y los coloqué al borde de la cama—.Ponte de pie y quítate la blusa —fue mi primera orden. Ella me obedeció quitándose la blusa. Tomé el primer objeto: eran unas pinzas. Me acerque más a ella y se lo coloqué en los pezones. Ella al sentir el dolor gimió de placer—.Ahora pon las manos hacia atrás—le dije, ella me obedeció de inmediato, seguramente imaginándose otro escenario en su mente. Uno de mis prácticas favoritas era el Bondage, así que comencé atarla de la cintura para arriba teniendo cuidado de no presionar las pinzas que todavía estaban en lugar, Perla jadeo un poco de placer al sentir  las cuerdas en su cuerpo. Luego gimió pero está vez no era de placer sino de dolor y eso realmente me fascinaba. Seguí apretando las cuerdas con mucha más fuerza, pude ver que su piel se comenzaba abultar por la presión, la soga comenzaba a incrustarse en su piel volviéndola violeta, el dolor cada vez era insoportable lo supe por los gritos de dolor que salía de su boca. Con la presión, las pinzas en sus pezones provocó que estos sangraran. Mi polla estaba completamente dura, ver sangre era mi frenesí, pero necesitaba más que una simples gotas. —¡Detente mal nacido!—gritó entre lágrimas, Sus palabras solo hicieron que la adrenalina en mi fuera aumentando la presión de la cuerda. Ella sin poder resistir gritó arrodillándose del dolor. —¡Te lo ruego! —exclamó con desesperación. Reí a lo bajo ante sus súplicas, hice un nudo con las dos puntas de la cuerda para que ella no pudiera zafarse. Me acerqué a su oído para decirle algo. —Tomaste la fatal decisión de venir sabiendo los rumores sobre la bestia. Y ahora lo conocerás—musite con un tono de voz que la asustó. La tomé de los hombros para levantarla del suelo, la lancé bruscamente de espaldas sobre la cama, abrí inmediatamente sus piernas y la penetre de golpe por el ano. Ella intentó moverse, pero yo era más fuerte. Ella no podía hacer nada ante la agresividad de la bestia, para mí sus gritos y llantos solo provocaba que me excitara más y más. La penetre una y otra vez, no me importaba que sus paredes vaginales no se contrajeran, no me importaba que ella estuviera llorando y suplicando que se detuviera, solo me importaba mi propio placer. Mis embestidas fueron tan fuertes que el ano de perla comenzó a sangrar. Al ver su sangre, me excitó tanto que pude eyacular satisfactoriamente dentro de ella. Cuando llegué al clímax y pude relajar salí de su interior. Perla lloraba sin parar, seguramente se había arrepentido de haber pedido estar con la bestia. Me acerque a ella y la desate—.Sera mejor que seques tus lágrimas, la diversión apenas comienza—le dije con una mirada que la asustó . Ella al escuchar mis palabras se puso más blanca que una hoja de papel, salió corriendo de la habitación completamente desnuda. Acostumbrando a este tipo de huida, comienzo a frotarme yo mismo mi polla, solo basto con revivir en mi mente los gritos y el llanto de Perla para obtener otro orgasmo. Luego de vestirme baje al primer piso hacia la oficina de la señora Beatriz. —Dalton, toma asiento por favor—pronunció ella desde su asiento—. Ya me enteré de la huida que tuvo que dar Perla después de su encuentro contigo- dijo entre suspiros. Me senté en la silla frente a ella. Me acomodé mi traje y suspire con pesadez. —Tus chicas no resisten a mis juegos y no comprendo porqué si son sumamente divertidos—respondí con Sarcasmo. Ella elevó una de sus cejas ante mi comentario. —Quizás se deba porque eres muy rudo y has mandado a más de una al hospital. Y es por eso que todas te temen—me recordó poniéndose de pie para servir unos tragos de licor del mini bar—. ¿Sabes? Me llegó un rumor sobre una mujer que puede llegar a tu talla, vive en New York y es clienta de tu amigo El señor B— comentó entregándome el trago. Tomé el vaso por inercia, me había quedado pensativo ante el comentario de Beatriz. —No creo que exista mujer que siga mi ritmo-conteste incrédulo de que eso fuera posible. Beatriz regresó a su asiento para solo mirarme con atención. —No pierdes nada en ir y comprobar por ti mismo lo que dicen de ella. Además me mencionaste que tenías un viaje a New York la próxima semana ¿no es así?—mencionó dejándome con más intriga. —Sera mejor que me digas que dicen de ella y posiblemente lo piense—musite tomando de una vez el trago. Ella sonrió con picardía. —La llaman Ángel caído, no solo le dicen así por sus dos grandes alas negras tatuadas en su espalda, sino también por su manera de dar y recibir placer —respondió Beatriz tomando ahora ella su trago. Su respuesta sin duda me dejó pensativo. Luego de unos segundos pensándolo decidí ir al comprobar por mi mismo esos rumores. —Así que Ángel Caído ¿No? Eso ya lo comprobaré—conteste con una media sonrisa. **** Diccionario: -Polla: Pene/órgano masculino, este término de usa más en España y en pocos países latinoamericanos. - Bondage: Es una práctica erótica basada en la inmovilización del cuerpo de una persona. Las ataduras pueden hacerse en una parte del cuerpo o en su totalidad, utilizando cuerdas, cintas, telas, cadenas, esposas o cualquier otro elemento que pueda servir como inmovilizador. Nota de la autora: Este libro es erótico, si eres una persona que no le gusta los fetiches o actos sexuales en sí, por favor les pido que no la lean.   Mí estilo son las historias cortas, es decir que los capítulos son cortos y quizás tu como lector estés acostumbrado a historias extensas, te pido respetes mí estilo. También te pido no insultar mí trabajo, no soy experta y sé que me falta mucho por mejorar en cuanto a redacción/ortografía, pero mí propósito es que pases un buen rato leyendo una historia que escribí con mucho cariño. Saludos enormes y gracias por tu atención.  
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD