El Búho Oscuro

4319 Words
Lo supe, desde el primer maldito segundo que la vi sabía que las cosas se iban a ir al carajo. Por un demonio... ¿Por qué me entere de su pasado? ¿Por qué escogí ese preciso instante para arrepentirme de mis acciones? Y por el amor de dios ¿Por qué tenía que ser rubia? Supongo que ya no tiene sentido lamentarse. Como si no tuviera ya suficiente con esa peligrosa hermosura, ahora tenemos a un par de "gatos" correteando por los tejados, jugando a ser caza recompensas, escapando de un final imposible de eludir... A decir verdad, no son tan diferentes a mis hermanos o a mí.  El punto es que tengo a esos condenados críos trabajando en los alrededores, a la chica más terrible del mundo buscándome para que le dé explicaciones y a la organización más grande del planeta pisándome los talones, pero no puedo quejarme, yo mismo me lo busque. No sé qué puedo hacer, esta situación empeora a cada segundo, una guerra se aproxima y como está el panorama, tendré suerte si llego a las trincheras antes de que mi querida Claire me encuentre y me arranque la cabeza. (...) Una pequeña niña es levantada por su nana, ha llegado la hora de ir a la escuela, realizo su pequeña rutina diaria, se limpio la cara, cepillo sus dientes y rezo a su amado dios. Lo que su tierna mente de tan solo nueve años desconocía, era la existencia de un auto, a solo unas cuadras de su casa, vigilando pacientemente. Tras bañarse y tomar sus cuadernos, el chofer de la familia la esperaba para llevarla a la escuela, su madre se despidió de ella en la puerta. El vehículo expectante encendió sus motores. A unos edificios de distancia, un hombre descansaba sobre una azotea y despertó rápidamente al escuchar un disparo, se puso de pie agitado, pues sus sentidos eran superiores a los de una persona normal, mejorados por una frenética y oscura vida. Rápidamente siguió el eco, brincando entre los techos con un objetivo directo. El tiro dio en la cien del conductor, matándolo en el acto, la pobre nenita era conducida por la inercia, hasta que esta se detuvo bruscamente al colisionar con un árbol, salvada por el cinturón de seguridad, pero con una herida sangrante en la cabeza, la misma mano que liquido a su piloto coloco cloroformo sobre su boca y antes de que pudiera exhalar un grito se desmayo completamente. Cuando el sujeto por fin llego hasta la escena del crimen, vio con asombro como nadie se atrevió a intervenir, las puertas y ventanas de los vecinos estaban cerradas, nadie habia visto nada. Las sirenas de la policía todavía eran lejanas, el caballero camino entre el caos automovilístico y percibió por sí mismo el secuestro que acaba de acontecer. —Pronto habrá trabajo que hacer… —Musito acomodándose su mascará, la cual tenía la forma de un búho, abandonando el lugar antes de que los oficiales llegaran.   (…) Un poco mas tarde / Casa secreta / Afueras de Sky City   El enmascarado toco la puerta varias veces, una cámara lo detallo de arriba abajo y finalmente la entrada se abrió. Era un sitio humilde y pequeño, pero la seguridad era estricta, la sala era a su vez la cocina y el segundo piso de la vivienda eran claramente los dormitorios, previo a las escaleras, habia una puerta que conducía a un sótano. Sobre la mesa del comedor, se encontraba un muchacho con una laptop. — ¿Te quedaste hasta tarde vigilando de nuevo a los gatos Alex? —Pregunto el chico con una sonrisa. —Muy gracioso hermano… Ya te he dicho que esto no debe tomarse a la ligera, esos idiotas están llamando la atención de Tantalus, ahora es mucho más difícil moverse —Aseguro con cierta rabia —Por cierto… ¿No has visto nada en las noticias locales? —No, he estado ocupado… ¿Por qué? —Pregunto con cierta intriga. El enmascarado se quito su careta y la dejo sobre la mesa, sin decir una palabra le pidió un momento la computadora y comenzó a teclear rápidamente en ella, abriendo el buscador y colocando la red social “Silfides”, al poner la etiqueta de área cercana accedió a una que rápidamente habia subido en popularidad “Buscando a Eva” —La hija de una acomodada familia, esto si esta interesante —Dijo motivado el hombre asiático, acomodando sus anteojos. El sitio web estaba repleto de comentarios, señales de ayuda, carteles de información y una presentación en vivo con los padres de la niña desaparecida. En ella, llenos de lágrimas y con el corazón devastado, los adinerados señores ofrecían una gran suma de dinero por quien diera con el paradero de la chica y la trajera con vida. —Estuve a punto de llegar, pero cuando lo hice ya se habían ido, espero que aún no sea tarde ¿Crees poder encontrarla Dante?  —Dudo el joven de ojos café, pelo n***o corto y facciones caucásicas. — ¿Estas bromeando? Estas hablando conmigo, la simple cuestión me ofende muchísimo —Reclamo a su familiar con una sonrisa confiada.  —Por cierto ¿Dónde está Nat? —Cuestiono estirándose y buscando algo que comer en el refrigerador. —Durmiendo arriba, llego tarde así que mejor no molestarla —Respondió con los ojos puestos en su pantalla. —Ya veo ¿Logro sacarle información a esos cretinos? —Trato de enterarse Alex, preparándose un sándwich. —Lo hizo, pero tristemente mataron a quienes la estaban solicitando, ahora hay que buscar otro a quien vendérsela… Aunque, si damos con el paradero de esta muchacha, ya no hará falta, tendremos el dinero suficiente para empezar nuestra cruzada —Explico el chico entrando en los rincones mas oscuros de internet, comenzando a navegar en grupos de trafico de personas, p*******a y comercio de órganos —Tardaran un poco en surcar las defensas, buscaran por descripción, tipo de sangre y código facial… Regresaremos a esa niña cuanto antes con su familia —Afirmo decidido el hacker, soltando sus virus rastreadores en la red. —Ese es mi hermano —Felicito orgulloso el azabache, dándole una mordida a su alimento.         (…) Horas de la madrugada / Alcantarillados de RiverTown   En las oscuridades putrefactas, lejos de los ojos del mundo se llevaba a cabo un acto en contra de toda moralidad, la pequeña niña despertaba lentamente, el efecto del anestésico desaparecía, lo primero que noto fue el olor desagradable del agua residual, todo estaba oscuro, hasta que la manta que retenía su prisión fue retirada.  —Hola dulzura, veo que por fin despiertas —Comento con elegancia un sujeto trajeado. —… —La chica se mantuvo en silencio, tuvo ganas de llorar, pero decidió hacer una tímida pregunta — ¿Dónde estoy? —Dudo con miedo. —Bueno, somos personas interesadas en conseguir algo, algo que solo tú puedes darnos dulzura —Respondió con una sonrisa maliciosa el señor — ¿Cómo va todo? ¿Estamos listos para empezar? —Cuestiono a varios hombres en la habitación. — ¿Dónde están mis padres? ¿Qué es esto? —Hablo con desespero, comenzando a llorar. — ¡Oye! ¡Oye! —Grito el tipo con desagrado, sacando un arma de su bolsillo — ¿Sabes lo que esto? —Es… Lo tienen los guardias para parar a los malos… —Susurro con pavor. —Si, así es y si no quieres ser un dulce angelito, te recomiendo que cierres la maldita boca y te tranquilices —Amedrento con salvajismo, la muchacha trato de calmarse, pero solo lloro en silencio — ¡Ah! Odio a los niños… Solo sirven para ganar dinero —Reclamo alejándose de la jaula y tomando una comida —Aliméntate bien tesoro, necesitaras fuerzas… — ¿Por qué? Mamá… Papá… —Chillo con tristeza la pequeña de cabellos rubios, viendo como dejaban el alimento dentro de su diminuta prisión. La nena estaba aterrada, el lugar era oscuro y lúgubre, trataba de llamar la atención de quienes se encontraban allí, pero los trabajadores la ignoraban completamente, como si no existiera, era un sentimiento de soledad y desasosiego que jamás habia experimentado hasta entonces. Tras un largo rato, se decidió a comerse el platillo que le habían entregado, su estomago le dolía por el hambre. —Muy bien, todo esta listo, hora de comenzar con esto —Comento una mujer mirando al infante. —Estupendo, si esto sale bien ganaremos mucho dinero señores —Celebro el hombre con emoción —Veo que te comiste toda tu comidita, eres una buena niña, sin duda te has ganado un premio —Alego contento el señor. — ¿Volveré a casa? —Dudo esperanzada. —Si bueno… Antes de eso te tomaremos una fotito, después podrás irte —Garantizo abriendo la rejilla. Al salir, la joven se dio cuenta de que su captor no estaba solo, un grupo de soldados la custodiaban, llevando armas mas grandes e intimidantes que las de su agresor, su fe se acabó rápidamente y el miedo volvió a invadirla, conforme se acerco al sitio indicado su corazón tembló con más fuerza. Salieron de la recamara y llegaron a un pasillo, tras ingresar a otro cuarto contemplo una silla de metal y varias máquinas que la rodeaban. — ¡No quiero sentarme! —Grito tratando de escapar, movida por un miedo instintivo. —Oh no tan rápido —Debatió el hombre jalándola por el brazo —Pensé que eras una niña buena, te sentaras tranquilamente, te dejaras tomar la foto y te iras a casa ¿No era ese el trato? —Pregunto apretándola fuertemente. —Si… —Contesto con lágrimas. —Muy bien —Sonrió el tipo, haciéndole una señal a un cristal reforzado, donde se podía ver a varias personas. La muchachita fue puesta en el lugar, al momento se accionaron unos mecanismos que sujetaron sus brazos, piernas, torso y cabeza, eran unas ataduras metálicas, realmente apretadas, los guardias armados se hicieron para atrás, junto al captor, cerrando la puerta y dejando sola a la atemorizada señorita, quien ya estaba al borde de un colapso nervioso.   — ¿Qué pasa? Quiero ir a casa… —Sollozo con dolor, pues le dolían los amarres. —Eva… Tienes que calmarte —Comento una voz tras un intercomunicador —Si te alteras será mucho peor, esta es la primera parte del proceso, debes resistir —Continuo la mujer. —Pero, es una foto, luego iré con mis padres —Musito intentando aferrarse a su idilio. —Que niña tan ingenua, jamás se ira a casa —Carcajeo el hombre causando un gran impacto en la pequeña — ¿¡Aun tienen encendido el altavoz!? ¡Apaguen esa cosa y empiecen de una vez! —Reclamo con enojo. Sin poder impedirlo el aparato se acciono y un dolor indescriptible recorrió a la chiquilla desde los pies hasta la medula, era tan intenso que sentía que se desmayaría, pero por alguna razón no lo hacía, varias maquinas se insertaban en su cuerpecito, magullándolo, atravesándolo e inoculándolo con distintas sustancias, todo esto sin que ella pudiera entender nada.       (…) Casa secreta / Afueras de Sky City / Unos días mas tarde.   —Ah mierda… Esto no tiene ningún sentido —Reclamo con enfado el chico de lentes. Tras una incesante búsqueda por todo tipo de mercados ilícitos los resultados no habían sido nada satisfactorios, la data de los policías y equipos de fuerzas especiales también estaba vacía, todo parecía ser un inmenso callejón sin salida, sin ningún tipo de pista que condujera a la niña, la búsqueda del muchacho fue interrumpida al escuchar a su hermano bajar las escaleras. — ¿Algo nuevo Dante? —Pregunto el chico de cabello azabache, quien portaba un traje de vestir n***o, una chaqueta larga, botas de seguridad y guantes. —Desgraciadamente no, mi última incursión en el tráfico de órganos está siendo un desastre, aunque ya habia anticipado eso, ninguna banda criminal se tomaría tantas molestias por una niña sana, su familia es demasiado importante para que eso sea algo relevante —Explico viendo a su compañero — ¿Tienes una misión? —Dudo intrigado. —Algo así, sacudiré el avispero un poco —Afirmo tomando su mascara. — ¿A qué te refieres Alex? Debes darme mas tiempo antes de tomar una decisión —Hablo molesto el joven. —Hermano ya casi ha pasado una semana, el modus operandi de un secuestro son máximo 120 horas, ni siquiera han contactado con la familia y están ofreciendo una recompensa millonaria por su rescate, algo definitivamente no está bien —Respondió Alex. — ¿Entonces que piensas? —Cuestiono el informático. —Trafico de menores, se que no encontraste nada en la data, pero pensé que a lo mejor ella estuvo vendida desde el principio, quizás un hombre muy poderoso y adinerado se enamoro de ella, un lunático así podría pagar cualquier suma para satisfacer su apetito —Teorizo con desagrado —Diste con una banda de trafico de menores en Rivertown, iré y la desmantelare, si la encuentro, es un plus, igual pensaba hacerlo —Aseguro dirigiéndose a la puerta. — ¡Espera! —Lo detuvo tomándolo por el brazo — ¿Y qué harás después hermano? ¿Cómo nos ocuparemos de esos niños? Muchos son indigentes o fueron entregados por sus propios padres, esa no es la única red de pedófilos que hay en el mundo —Expreso con tristeza ante la cruda realidad. —Ya me encargué de eso —Contesto una dulce voz desde las escaleras, bajando con un camisón largo, unos shorts cortos, descalza y fumando un porro de marihuana. —Gracias Nat, ahora explícale —Sonrió confiado Alex.      —No te la des de sobrado, soy quien ha estado manteniéndolos mientras pierden el tiempo en esta cruzada —Regaño orgullosa, jalando el cigarro y soltando el humo a través de una ventilación. —Oye eso es injusto, trabaje mucho hace unas semanas y esta es la oportunidad para comenzar con nuestro verdadero proyecto —Protesto el asiático con molestia. —En cualquier caso, ya Alex y yo lo conversamos, me reuní con dos tipos adinerados y los convencí de invertir en un nuevo orfanato en las afueras de Sky City, los niños de ese lugar serán un inicio excelente y las autoridades de la ciudad verán que deben entregar fondos a la causa, claro que parte de ese dinero nos caerá a nosotros —Celebro acomodando su cabellera pelirroja. —Wuao hermana… Espero que no tuvieras que… —Antes de que terminara de suponer, la chica lo interrumpió. —No seas infantil Dante, una chica puede conseguir mucho sin tener que abrir las piernas —Aseguro mirando a ambos —Creo que olvidas como funciona esta alineación, tu eres el cerebro, yo soy la astucia y nuestro enmascarado es la fuerza —Felicito al hombre trajeado mientras seguía fumando. —Es una banda criminal completa, aunque, supongo que deseas probar ese nuevo revolver tuyo —Acoto mirando la funda de su cintura. —No tiene nada que ver con eso ¿Me apoyaras? —Pregunto poniéndose su mascara. —Por supuesto bro, hackeare las cámaras de esos bastardos, te daré percepción completa —Afirmo regresando a su laptop. —Ahora suenas más como tú, nos vemos en unos días —Se despidió de sus familiares abriendo la puerta. — ¿No pensaban decirme sobre esto? —Dudo molesto. —Sabíamos que te preocuparías, ahora si me disculpas, volveré a la cama —Carcajeo dando varias vueltas, tropezando en las escaleras y agarrándose al barandal sin dejar caer su porro — ¡Estoy bien! —Exclamo sonriente.   (…) Dos días más tarde / Rivertown / Media noche.   Aquella ciudad era como cualquier otra rural, familiar, cordial y trabajadora, con un aura antigua alejada del mundo moderno, resultaba lamentable que tanta tranquilidad y paz fuera opacada por la sombra de una banda criminal tan retorcida y macabra, la cual para asegurarse de no llamar la atención de los pobladores secuestraba niños de otros lugares.   En un apartado galpón, alejado de la zona central del área, un guardia de seguridad revisaba tranquilamente su celular, sus sentidos no parecían estar muy alertas, pues no fue capaz de notar la sombra que se cernía sobre su cabeza, está bajo sigilosamente y abrió la puerta, para cuando quiso voltear su pecho fue atravesado instantáneamente por una filosa navaja. —// Una entrada muy limpia hermano —Felicito Dante a través de un auricular que el hombre llevaba en su oído. —Dile eso a mi chaqueta —Respondió el enmascarado — ¿Ya interferiste las cámaras? —Dudo recostando el cadáver en el suelo. —Antes de que llegaras, de no haberlo hecho ahora tendrías serios problemas —Aseguro el muchacho. —Gracias, supongo que puedo desfasarme un poco —Comento apretando su puño — ¿Cuántos enemigos tengo? —Recuerda que tienen niños allí, si eres demasiado descuidado podrían tomarlos de rehenes y matarlos —Advirtió el hombre de lentes, dándole un paneo a todos los sujetos que custodiaban el área —Doce, su numero es bastante reducido a estas horas —Notifico con inmediatez. —Una bala bastara —Sonrió confiado tras su careta. —Lo dudo, dos de ellos están en la puerta, cuatro custodian a los niños, cuatro mas en el techo vigilando los puntos muertos de las cámaras, uno acaba de ir al baño y el otro está en la cocina sirviendo café —Específico las posiciones con lujo de detalles, buscando que su hermano tuviera el menor de los problemas.        —Oh… Esto no es un arma normal, esto es Coltanium —Reafirmo su confianza desenfundando el revolver —Además no son fáciles de producir, tengo que economizar los disparos // —Remato alistándose para lo que se avecinaba. Aun con su preparación la respiración se agito, tras cerrar brevemente los ojos e imaginar la situación en su cabeza se movió ágil y velozmente por el área. Primero brinco al tejado, con un movimiento frenético uso la culata de su arma y pego dos fuertes golpes en el cráneo de dos hombres, los otros se dieron cuenta al instante, antes de terminar de soltar el aviso y accionar el gatillo también fueron despachados, esta vez murieron acuchillados. Los ruidos, aunque mínimos, resonaron en la fría noche y alertaron a los dos que custodiaban la puerta, quienes la abrieron y apuntaron hacia afuera. Alex cayó sobre el que salió, atravesándolo con su navaja, el segundo saco rápidamente su arma, una Mp5 silenciada, pero el enmascarado estaba preparado, era el momento de desenfundar su revolver.     En un abrir y cerrar de ojos apunto, esquivo las primeras balas del subfusil enemigo y envió una de las suyas. Esta particular pistola tenia dos gatillos, el primero arrojo el proyectil y el segundo le engancho un fino hilo metálico, este viajo con exactitud y perforo el pulmón de su objetivo, acto seguido, apoyado en el mecanismo, fue moviendo el disparo y el cable, el cual llego a la cocina y mato al oponente, perforo la pared e hizo lo mismo con quien salía del baño. Los cuatros que custodiaban a los infantes entraron en pánico al escuchar el ruido, los niños por su parte despertaron alterados, dormían en un largo pasillo enrejado, en varias literas acomodadas una tras otra. Alex calculo la trayectoria y la posición de sus adversarios con la imagen que tuvo de las cámaras en la caseta del guardia. Acciono nuevamente el revolver y en lugar de ir hacia adelante el disparo se regresó, jalando los cuerpos consigo, sin que los enemigos pudieran anticiparlo, la bala rompió la pared y perforo los órganos internos de tres de ellos, deteniéndose finalmente sobre una viga del techo. Sin perder ni un instante el forajido coloco el seguro, lo que hizo que una cuchilla cortara el cable que sujetaba la bala, no sin antes anclar el mismo a una columna de una pared, los desagradables hombres estaban colgados, algunos muertos, otros desangrándose, una escena completamente horrorosa, al llegar corriendo hasta los niños, vio que su hermano tuvo toda la razón. — ¡No te muevas o los matare a todos! —Exclamo con un rostro aterrado y enloquecido el último criminal sobreviviente. Quien apuntaba su arma a los pequeños. —Mierda, fui impreciso —Se reclamo así mismo el enmascarado, pensando en que hacer. — ¿¡Quien mierda eres!? ¿¡Vienes de Tantalus!? Pagamos nuestra cuota hace una semana, somos mercado n***o legalizado, son de la calle o de familias en quiebra, los convertimos en cosas útiles para la sociedad —Las palabras del agresor lo irritaron hasta limites insospechados. — ¿Tantalus? ¿Crees que vengo por parte de esas escorias? Solo soy un emisario de la muerte, castigo a los malditos como ustedes —Dijo con detenimiento, tratando de hacer que bajara la guardia. — ¡Pues más te vale que bajes tu maldita arma o enviare a todos estos niños al cielo! —Reclamo nuevamente el ansioso hombre, a quien casi le temblaban las manos, tras ver la forma visceral en la que asesinaron a sus compañeros. —De acuerdo, ya la estoy bajando —Lentamente Alex se fue agachando hasta dejar el revolver en el piso. Cuando el tipo quiso acercarse para tomar un infante y usarlo como escudo para irse, este sintió un líquido cayendo en su cara, uno de sus compañeros se terminaba de desangrar, el impacto fue suficiente para que perdiera la concentración, situación que no fue desaprovechada por el enmascarado, quien arrojo su navaja directo al ojo del criminal, matándolo en el acto.  —//Te dije que necesitabas mas de una bala —Lo regaño su hermano por el auricular en su oído. —Copiado, ahora necesito que llames a la policía —Afirmo viendo como los niños se abrazaban los unos a los otros, asustados de su presencia —Después de lo que hice, estos pequeños me tienen más miedo a mí que a quien los secuestro. —Yo llamo a los polis —Se escucho a lo lejos en la llamada la voz de su hermana. —Tenemos un problema, se acercan varios vehículos armados al lugar —Advirtió el chico de lentes —Creo que ya se dieron cuenta de que las cámaras estaban hackeadas —Teorizo con cierta preocupación. — ¿Viene el jefe? —Pregunto con gran interés. —Es posible… —Bien, te enlazare con las computadoras de estos idiotas, si consigues información sobre la chica desaparecida avísame // —Hablo el hombre mirando a los infantes —Por ahora quédense encerrados, será mas seguro —Acoto ante aquellos rostros sombríos y tristes, caminando a las computadoras y conectando una pequeña antena en ellas.   (…) Diez minutos más tarde.   Bajándose un buen numero de guardias armados, estos caminaron por el galpón con armas de largo alcance, preparados para acabar con cualquiera que tuviese el valor de meterse en sus asuntos. Al llegar vieron la sangrienta escena y mas de uno tuvo problemas para continuar, al entrar en el cuarto de los infantes, estos seguían asustados y el hombre enmascarado yacía tirado en el piso sobre un charco de sangre. —// Parece que lo tenemos jefe, uno de nuestros hombres logro herirlo —Informo el tipo armado — ¡Quédate quietó basura! —Exclamo al ver que se retorcía, su brazo derecho estaba guardado en su chaqueta. — ¿Lo tienen inmovilizado? —Cuestiono el tipo de gran porte, cabello corto n***o y traje costoso. —Si, pero no le recomiendo que venga, nadie sobrevivió y esto… Es desagradable //—Sugirió el escolta sin perder de vista al enemigo. El mafioso hizo caso omiso y se bajo de su vehículo, seguido por otros tres guardaespaldas, quienes peinaron brevemente la zona, en busca de apoyo o algún otro compañero. Tras entrar, este ni se inmuto ante lo acontecido, solo se centro en llegar hasta donde sus hombres lo esperaban, viendo al causante de todo esto moribundo en el suelo. —Al principio me pareció ridículo, cuando corregimos las cámaras y vimos solo a un hombre… Pero tú no eres cualquier hombre, el que se arrastra por la oscuridad, enemigo de Tantalus y del mal, eres al que llaman Búho ¿No es verdad? —Dudo viendo como este asentía —Bueno veo que no eras la gran cosa después de todo, con razón la organización no te habia tomado en serio, ahora veras, estos hombres eran muy útiles, tendrás que pagar por lo que hiciste —Amenazo con deleite, viendo que podía hacer lo que quisiera. — ¿Y tú no tienes nada que pagar? —Pregunto en un susurro, sacando su mano de su chaqueta y disparando un proyectil seguido del hilo de enganche. Este perforo a los tipos armados al momento y cuando le dio reversa al mecanismo atrapo entre el cable al mafioso, ahorcándolo lentamente mientras quedaba suspendido del suelo, nuevamente amarro la cerda metálica a una columna, deleitándose con la escena, su objetivo era dejar un mensaje muy claro a todos sus enemigos. —Lo único que lamento es que esos niños estén aquí, de lo contrario tu muerte no sería tan sencilla —Dialogo Alex, viendo que este colocaba su mano en el amarre para conseguir algo de aire. —Es—pera ¿Q-u-e qui—eres? Te daré… Lo que… Sea —Suplico viendo que sus manos se cortaban por el filo del alambre. —Estoy buscando a alguien, pero ya accedí a los servidores, las maquinas son mucho mas confiables que las personas —Afirmo enfundando su revolver y navaja, escuchando a lo lejos las sirenas policiales —Debo irme, disfruta tu muerte lenta basura… —Se despidió con orgullo.  
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