—Bien. . basta nena— tiró de ella con delicadeza, para hacerla subir, Olivia lo miró con ojos enormes, mientras deslizaba la lengua por sus labios, sus ojos brillaban y sus mejillas se llenaron con un poco de color. —¿Lo he hecho bien?— le preguntó nerviosa. —Bastante bien para ser la primera vez, ya aprenderás a ser toda una maestra en éstas artes— la tomó del cabello y la acercó para apoderarse de sus labios en un ardiente beso, el roce de piel con piel, amenazaba con enloquecerla, Olivia sentía que se acercaba vertiginosamente al borde del abismo, mientras las manos de Esteban acariciaban sus glúteos y su espalda, haciéndola estremecer completamente—Me encantas, Olivia, me encantas demasiado— le dijo mientras besaba el mentón. —Y tú a mí— gimió— me encantas, Esteban. —Es hora Oli

