Jake estando a escasos centímetros de Clarissa, sintió una gran conexión como nunca la había sentido con ninguna mujer. La atracción era tanta, que el hombre pudo percibir que la pelirroja tenía ganas de besarlo, entonces, muy cerca de su rostro le preguntó mirándola fijamente: —¡Lo que quieras hacer, hazlo Clarissa. No te sientas cohibida! —miraba su boca como un delicioso manjar que se quería comer, pero esta vez no podía besarla como lo hacia cuando pretendía ser su esposo falso, por lo que no quería obligar a la chica hacer nada, pero presentía que ella si quería. No obstante, Clarissa le respondió mirando sus labios un tanto ansiosa en voz baja: —¿Y que quieres decir con eso? A lo que Jake contesta mirando su boca también: —Solo tú lo sabes. Clarissa enseguida le quitó la mirad

