- María. Reald.
Entonces, mientras la enfermera atendía los demás pacientes, yo acariciaba el brazo de mí madre María. Reald. Por fin, tras horas de angustia, sus ojos se cerraron y se sumió en un sueño profundo. La mire por un rato sabiendo que su descanso era un pequeño milagro. Ahora bien, dormía apenas 3 horas despertando a la tres de la mañana con el familiar sonido del carrito de la enfermera anunciando una nueva ronda de medicamentos. Pero esta vez, algo sería diferente.
Por cierto, la enfermera comenzó por la primera cama, y yo siguiendo una corazonada, revise la libreta de mi hermana Dela. Mis ojos se abrieron con asombro. No había más medicamentos asignados para mi madre María. Reald. Así que, me incline para escuchar su respiración; seguía dormida, tranquila normal. ¿Era posible que el nuevo medicamento hubiera obrado un cambio tan drástico o había una razón oculta detrás de esa extraña ausencia en la lista?
Sin embargo, mientras observaba el metódico trabajo de la enfermera, Conte las camas: cuatro a la derecha de mi madre María. Reald.(incluyéndola) solo tenía dos acompañantes, mientras que todas las de lado izquierda estaban completamente ocupada, con sus cuatro acompañantes respetivos. Era una asimetría extraña, una anomalía que me hizo pensar en lo que no estaba viendo.
A todo esto, cuando la enfermera llego a la cama de mi madre María. Reald, me sonrío y confirmo que ella no tenía más medicamento. Era inusual, pero así estaba indicado. En conclusión, le dije que está bien y se retiró para el lado izquierdo, a todas le administro las dosis.
Antes que nada, sentí una pequeña punzada de que algo no encajaba. Una parte de mi quiso creer que mi madre María. Reald. Estaba mejorando, que solo necesitaba ese único medicamento, pero la otra, la que conocía la gravedad de la situación me impulso a la oración al doctor José Gregorio nuestro médico de cabecera en quien mi madre nos había enseñado a confiar, que la protegiera. Me recosté, volví a dormirme solo para despertar casi a las seis con el repique del teléfono. Era Dela mi hermana y lo que me pregunto
me helo la sangre.
dijo: Buenos días, como amaneció mamá, pregunto Dela. "Aún no se despierta" respondí, se durmió toda la noche después del medicamento. Un silencio tenso del otro lado de la linea Por lo que, qué raro dijo mi hermana "conmigo se despertaba cada media hora, se movía mucho, tuve que regañarla y hasta pedir una camilla con cubículo. Su revelación fue ¿qué había pasado esa noche para que mi madre María. Reald, durmiera profundamente?
A pesar de la incredubilidad de mi hermana Dela sentí el inconfundible olor a alcohol el rastro de la presencia del doctor José Gregorio, Yo agotada por la preocupación del viaje no había notado los movimientos de mi madre María. Reald. Pero sabía que algo sobrenatural había ocurrido. Mi hermana Dela interrumpió mis pensamientos. Es hora de las revistas, prepararla. Acerca de, sus siguientes instrucciones, cómo limpiarla sin bañarla, me guiaron hacia un objeto oculto en el chifonier que revelaría unas simples toallas
Por mejor decir, encontré el bolso con las cosas de mi madre María. Reald, y dentro las toallas húmedas. Rápidamente pase por su cuerpo buscando el mismo ritual de higiene que mi hermana Dela había realizado. Luego tome su plancha y mis cosas me dirigí al baño desocupado, cepillando con metódico cuidado, No era solo preparación para los médicos era un acto para afrontar lo que el día y quizás la verdad, traería consigo.
Mas aún, las rondas de especialista no solo revisaban a los pacientes, si no que se detenía en cada cama explicando los casos a los residentes. Pero, cuando llegaron a la cama de mi madre María. Reald, y gracias a dios ya se había despertado.
A lo que, no pudieron disimular su asombro no solo se sorprendieron por mi presencia, sino que se encontraron algo que llevaban días buscando sin éxito, después de verificar que le habían dado la medicación que ellos no lo habían podido conseguir, se giraron hacia mí con una pregunta que me dejaría helada: ¿tenía el resto de los medicamentos que le faltaban? dije sí.
Al verme por primera vez, preguntaron de donde venia, y cuando les dije que había llegado la noche anterior en un viaje de 2 días. susurraron entre ellos que no pude entender, me miraba forma extraña, como mi presencia allí no fuera una casualidad, si no parte de algo más grande. y que ella era un caso especial porque era familiar de un colega. Mas aún, me lo preguntaron muy bajo para que los demás no se enterara. Para colmo, Yo quede en schok porque no entendía lo que me dijeron y no tenía cabeza para pensar.
Así como, dijo que bajáramos mi hermana Dela para que desayunara. En definitiva, Lo hicimos en cual pasamos por un pasillo largo, donde pudimos ver unos residentes en su cubículo que me miraban raro y comentaban que había venido desde lejos y lo demás que yo había contado. además de sentir el frio y la mirada de cuando llegue.
Finalmente, de pasar por ahí bajamos las escaleras nos sentamos en la parte de abajo, saco mi desayuno que era una arepa rellena con huevo y queso. Por otro lado, cuando mi hermana Dela, que me agradecía por venir ayudar con el cuidado de mi madre me confeso algo que me dejo aturdida, me conto que los muchachos al principio ayudaron con el cuidado de mi madre, se habían alejado y habían dejado a mi hermana Dela sola tanto que ella había pasado hambre.
Es decir, tanto que creía que estaban bravo con ella por exigirles tanto porque no supieron organizarse. Además, que su esposo le exigía también y era todo bastante fuerte, ya que ella era la única hembra ahí y los muchachos no estaban acostumbrado a esos cuidados.
Igualmente, terminaron sus rondas, salieron de la habitación, como a las 8:30 am. Cuando mi hermana Dela, le dio de comer a mi madre María. Reald, en la boca porque ella movía muy poco sus brazos y no tenía estabilidad, vi el progreso más rápido que hubiera imaginado se la termino toda, algo que la enfermera que llego no podía creer, pero el verdadero desafío llego cuando me pregunto algo que me dejo sin aliento que cambiaría mi rumbo por completo, me pidió el otro medicamento que tenía guardado en lo que se lo administro.
Más bien, me dijo mi hermana Dela si había traído dinero, porque ellos llevaban dos semanas comprando cosas para mi mama y estaban quedando sin pañal, le dije que solo tenía 100 dólares, me hizo una pregunta que forzó a tomar una decisión difícil, algo que cambiaría el resto del día. Pues bien, me fui a comprar los pañales y dos medicamentos que le faltaban, además de ir a descansar.
Dicho esto, para volver a las 3:00 pm y quedarme con ella. Cuando, Dela ya traía almuerzo que había hecho para ella. Hasta que, Yo dije ok, al salir del hospital, cruce la calle y me subí al autobús, me senté y mire por la ventanilla añorando aquella ciudad que me hizo tan feliz, pero de la que me alejo molesta, por el cual, mi viaje no terminaba ahí, ya en la parada de la gasolinera, me tope con un obstáculo inesperado que me haría cuestionar mi regreso.
Hay estaba, en la farmacia para comprar pañales, medicamento. Pero, al pagar la cajera dijo que no tiene cambio del billete de 100 dólares. justo en ese momento una mujer se acercó y dijo una frase que me hizo dar cuenta que la vida, a veces, tiene forma de conectar a las personas, resulto ser la