Capítulo 90. No tienes nada que agradecer, Nina. Estoy aquí para ti. No calcule el tiempo que estuve con Stella, al volver a la sala de espera estaba preocupado por Nina, pero también estaba emocionado, mi corazón late aceleradamente al saber que volveré a verla, tener la oportunidad de estar cerca de ella, definitivamente debo reconocer que me he enamorado de esa mujer. Después de lo que me pareció una eternidad, finalmente la puerta de trauma se abrió y pude ver a Nina salir sentada sobre la silla de ruedas con su tobillo vendado. Su hermoso rostro reflejaba dolor, pero también una sonrisa tímida cuando me vio allí esperándola, algo me dice que yo he causado el mismo efecto en ella, y quien dice, quizás hasta se haya enamorado de mi de la misma manera. -- ¡Hola! -- me saludó, su voz

