bc

Hijos de la promesa :La sangre no hace a la familia

book_age18+
0
FOLLOW
1K
READ
dark
mafia
gangster
drama
detective
city
like
intro-logo
Blurb

El inspector Ricardo Valente había dedicado su vida a la justicia, atrapando a criminales como Marcelo “El Feroz” Carranza, un mafioso cuya red de corrupción tenía raíces profundas en la ciudad. Pero esa victoria trajo consigo un precio devastador. Carranza no estaba solo: el padrastro de Luca, el hijo adoptivo de Ricardo, era uno de sus más leales aliados. Este hombre, responsable del abuso que había marcado la infancia de Luca, irrumpió en su hogar una noche fatídica y asesinó a Ricardo, dejando a sus dos hijos solos frente a un camino incierto.Luca, el menor de los hermanos, quedó consumido por el dolor y el odio. El asesinato de Ricardo fue la chispa que encendió su sed de venganza. Decidido a hacer pagar a su padrastro, se lanzó a un camino oscuro, sin importar el precio que tuviera que pagar. Pero Simón, el hermano mayor, no estaba dispuesto a dejar que Luca se destruyera. Desde niños, Simón siempre había cuidado de él, actuando como un protector silencioso incluso en los momentos más difíciles. Y ahora, después de la muerte de Ricardo, estaba decidido a cumplir esa promesa, aunque significara enfrentarse a los impulsos autodestructivos de su hermano.Simón era la antítesis de Luca: sereno, ético y profundamente fiel a los principios que su padre les había inculcado. Aunque la pérdida de Ricardo lo había destrozado, se negó a abandonar los valores que definían su vida. Para Simón, el odio no era la solución, y la venganza no haría justicia al hombre que había dado todo por ellos. Sin embargo, tampoco podía permitir que Luca caminara solo hacia su perdición. A pesar de que sus ideales chocaban constantemente, el amor que sentía por su hermano menor lo empujaba a mantenerse a su lado, tratando de guiarlo de vuelta a la luz.El conflicto entre los hermanos no era solo moral, sino profundamente personal. Simón luchaba por proteger a Luca, incluso de sí mismo, mientras Luca, cegado por el dolor, veía a su hermano como un obstáculo en su camino hacia la venganza. A medida que Luca se adentraba más en el mundo de la violencia, desenterrando los secretos más oscuros de su padrastro y sus conexiones con Carranza, Simón lo seguía de cerca, no para detenerlo con fuerza, sino para recordarle quién era realmente.La relación entre ellos era una compleja danza de lealtad y tensión. Cada enfrentamiento entre Simón y Luca no solo revelaba sus diferencias, sino también la inquebrantable determinación de Simón de cumplir su promesa: cuidar de Luca, sin importar las consecuencias. Aunque le dolía ver a su hermano sumergirse en la oscuridad, sabía que abandonarlo no era una opción. Ricardo les había enseñado que la familia era el vínculo más importante, y Simón estaba dispuesto a sacrificar todo para protegerlo, incluso si eso significaba ir contra sus propios principios.En el viaje que emprendieron juntos, Luca descubrió que su camino de venganza no era tan simple como creía. Cada paso lo enfrentaba no solo a los hombres responsables de su sufrimiento, sino también a las consecuencias de sus decisiones. Mientras tanto, Simón debía enfrentarse a una verdad difícil: a veces, proteger a quienes amas significa aceptar sus errores y cargar con su dolor. Su relación, marcada por el duelo y el conflicto, se transformó en una lucha por encontrar un equilibrio entre justicia, redención y amor fraternal.La muerte de Ricardo no solo dejó un vacío en sus vidas, sino que los unió en una cruzada que pondría a prueba los lazos familiares. Luca buscaba vengar a su padre adoptivo, mientras Simón luchaba por mantenerlos a ambos fieles al legado de Ricardo. En este enfrentamiento de valores y emociones, ambos descubrirían que la verdadera fortaleza no radica en el odio ni en la venganza, sino en el amor que los mantenía unidos.Una historia de familia, sacrificio y redención, donde dos hermanos enfrentan el dolor de la pérdida y la oscuridad del pasado .un abismo que amenaza con consumirlos. "Hijos de la Promesa" no es solo un relato de venganza y justicia, sino un profundo viaje emocional que explora los límites del amor fraternal y la lucha por preservar la humanidad en medio del caos.Simón y Luca, aunque distintos en su enfoque, comparten una misma herida y una misma promesa: honrar a Ricardo y protegerse mutuamente, sin importar cuánto los desgarre el conflicto. En su lucha por enfrentar los fantasmas del pasado, descubrirán verdades ocultas que podrían cambiar todo lo que creen, no solo sobre su padre adoptivo, sino también sobre ellos mismos.¿Podrá Simón mantener intactos sus principios y salvar a Luca antes de que sea demasiado tarde? ¿O el odio y la venganza arrasarán con lo que queda de su familia? Una historia que pondrá a prueba el verdadero significado de la justicia y la redención.

chap-preview
Free preview
Capítulo 1: Los buenos se van primero
La casa estaba en calma, pero no era la paz que solía envolverla. Era un silencio denso, frío, como si la noche misma estuviera conteniendo el aliento. Ricardo Valente se encontraba sentado en su escritorio, repasando una vez más los documentos que lo habían llevado hasta este punto. Era consciente de los riesgos, de las amenazas, pero siempre había creído que podía proteger a su familia de las sombras que perseguía. Esta noche, sin embargo, algo era distinto. Había un peso que no podía ignorar. Se levantó con un suspiro y apagó la lámpara, dejando que la oscuridad lo envolviera. Antes de subir las escaleras, se detuvo un momento frente a la foto enmarcada que colgaba en la pared del salón: él, Simón y Luca, sonrientes bajo el sol de un verano que ahora parecía tan lejano. Sus dedos rozaron el vidrio, como si pudiera tocar aquel instante de felicidad. —Siempre los protegeré —murmuró, como una promesa a sí mismo. Arriba, Luca estaba despierto. El niño tenía el sueño ligero, una herencia de los años de incertidumbre antes de que Ricardo lo adoptara. Aunque Simón dormía profundamente a su lado, Luca se giraba de un lado a otro, incapaz de encontrar consuelo. Algo en el aire de esa noche lo inquietaba. Ricardo abrió la puerta con cuidado y vio a sus hijos. Simón, siempre el protector, dormía con un brazo alrededor de Luca, como si supiera que su hermano menor necesitaba sentir esa seguridad. Ricardo se acercó lentamente y se inclinó para besarles la frente. Fue un gesto suave, cargado de un amor que no podía expresar con palabras. —Duerman bien, chicos. —Su voz era apenas un susurro, pero estaba impregnada de una tristeza que ni él podía ocultar. Fue la última vez que los vería en paz. Cuando el ruido de la ventana rota llegó desde la planta baja, Ricardo supo que había llegado su hora. No se permitió el lujo del miedo; su prioridad era clara. Cerró con llave la puerta de la habitación de los niños y colocó un mueble frente a ella antes de descender las escaleras. Sus movimientos eran precisos, pero cada paso hacia el salón se sentía como un viaje hacia lo inevitable. En el salón, las sombras se movían. El hombre que emergió de ellas era una figura conocida, un rostro del pasado que Ricardo había intentado dejar atrás. No era solo un asesino; era el rostro del abuso, el terror que había marcado la infancia de Luca. —Sabía que vendrías, bastardo —dijo Ricardo con la voz firme, pero el temblor de sus manos traicionaba el miedo que sentía, no por él, sino por los dos niños que dormían arriba. El hombre no respondió con palabras, sino con un disparo que rozó el hombro de Ricardo, haciéndolo retroceder. A pesar del dolor, Ricardo luchó. Era un hombre acostumbrado a enfrentar el peligro, pero esa noche estaba solo. Cada golpe que recibía era un recordatorio de sus límites, de los años que habían pasado desde que fue un joven fuerte y veloz. Finalmente, un impacto en el estómago lo hizo caer de rodillas. Ricardo no dijo nada. No había súplicas en él, solo la silenciosa aceptación de un hombre que sabía que estaba ante su final. Su mirada buscó la escalera, como si pudiera ver a través de las paredes, como si pudiera asegurarse de que Simón y Luca estuvieran a salvo. Cuando llegó el disparo final, el sonido no fue lo más doloroso. Fue el vacío que le siguió, un silencio que se apoderó de la casa mientras Ricardo se desplomaba en el suelo. Su sangre comenzó a manchar la alfombra, extendiéndose lentamente como un recordatorio de lo efímero que es todo. Arriba, Simón despertó al instante. Había algo desgarrador en el silencio que siguió al disparo. Su corazón latía con fuerza mientras corría hacia la puerta, intentando abrirla. El mueble que su padre había colocado bloqueaba el paso, y eso solo aumentaba su desesperación. —¡Papá! —gritó, golpeando la madera con los puños. Luca, temblando, lo seguía de cerca. Aunque era joven, entendía que algo horrible había sucedido. Sus ojos estaban llenos de lágrimas mientras susurraba: —¿Qué está pasando, Simón? ¿Dónde está papá? Simón finalmente logró mover el mueble y bajó corriendo las escaleras. Lo que vio en el salón lo dejó paralizado. Su padre yacía en el suelo, inmóvil, sus ojos abiertos pero vacíos. Parecía estar mirando hacia las escaleras, como si hubiera querido asegurarse de que sus hijos estuvieran a salvo incluso en sus últimos momentos. —No... —fue lo único que pudo decir Simón. Se arrodilló junto a Ricardo, sacudiéndolo con desesperación—. ¡Papá, por favor, despierta! ¡Papá! Luca llegó unos segundos después, y cuando vio a su padre, dejó escapar un grito desgarrador. Se arrojó al suelo junto a él, aferrándose a su camisa, como si con solo tocarlo pudiera devolverlo a la vida. —¡Papá! ¡No puedes dejarnos! —lloraba Luca, su voz quebrándose mientras Simón intentaba contenerlo. La noche se llenó de llanto, un sonido que parecía resonar en las paredes, en los muebles, en cada rincón de la casa que alguna vez había sido un refugio. Simón abrazó a su hermano con fuerza, tratando de protegerlo del dolor, aunque sabía que era imposible. —Luca... mírame. —Su voz temblaba, pero intentaba mantenerse firme—. Papá no querría que lo recordáramos así. Prometió que siempre nos cuidaría, y ahora es nuestra responsabilidad cuidar el uno del otro. Luca no respondió. Estaba perdido en su propio sufrimiento, incapaz de procesar la pérdida. Simón, aunque devastado, tomó una decisión en ese momento. Haría todo lo necesario para cumplir la promesa que sentía latir en su pecho, la que su padre había hecho con su último aliento. La casa permaneció en silencio después de eso, un lugar que alguna vez fue lleno de vida ahora convertido en un mausoleo. Afuera, la lluvia seguía cayendo, como si el cielo llorara junto a ellos.

editor-pick
Dreame-Editor's pick

bc

My Mate and Brother's Betrayal

read
669.8K
bc

The Pack's Doctor

read
405.1K
bc

The Triplets' Fighter Luna

read
274.5K
bc

Claimed by my Brother’s Best Friends

read
408.5K
bc

Her Triplet Alphas

read
7.0M
bc

La traición de mi compañero destinado y mi hermano

read
224.7K
bc

Ex-Fiancé's Regret Upon Discovering I'm a Billionaire

read
197.1K

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook