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Nathanael aspiró y sonrió al ser llenado por la deliciosa fragancia de su mate. Samuel lo tenía abrazado por la cintura mientras su cuerpo prácticamente se encontraba encima de Nathanael. El rostro de Samuel se encontraba sereno, su respiración era pacífica, sus ojos se encontraban suavemente cerrados y se podía ver lo relajado que se encontraba.
Para Nathanael aquella imagen era la más hermosa que había visto así que con cuidado alzó su mano y con la yema de sus dedos inició a recorrer los fuertes rasgos de su mate. Su mandíbula mmarcad, sus mejillas que denotaban una pequeña barba de algunos días y a continuación, contorneó con delicadezas sus ojos y su nariz.
Su pareja era hermoso; sus labios carnosos y delineado, sus pestañas pronunciadas y sus cejas hermosamente pobladas. S
