Capítulo 58. Comenzaré con lo más importante. Estás casado.
La luz suave de la mañana entraba por la ventana cuando Estéfano entró en la habitación de Salvatore. Este estaba sentado junto a la mesa, revisando un pequeño cuaderno en blanco que había empezado a llenar con sus pensamientos todavía confusos y todos los fragmentos de su memoria.
-- ¿Dormiste bien? – le preguntó Estéfano, tratando de parecer tranquilo mientras tomaba asiento frente a él.
Salvatore levantó la mirada, sus ojos brillaban con la misma intensidad juvenil de siempre, pero había una sombra de incertidumbre en ellos.
-- No sé si llamarlo dormir. Pasé toda la noche pensando Estef... he estado tratando de conectar los puntos en mi cabeza – le respondió mientras cerraba el cuaderno con un suspiro,
-- Es frustrante, p
