CAPITULO 1. EL PAPELEO Y LA CONFUSIÓN.
NORA JIMENO
Ella era la dueña de varios centros de cirugía estética, era la única de sus 3 hermanas que había estudiado medicina estética al igual que su padre, por eso cuando terminó su carrera y realizó dos máster, su padre le confío varios de los centros que había abierto hace años. Al fin y al cabo, estaba mejor preparada, que muchos de los trabajadores de su empresa. Una vez ha terminado de revisar todos los documentos que tenía sobre la mesa, mira su teléfono y ve un mensaje de su prometido, Alonso Fernández. –¿Te apetece que tomemos un café, mi chica trabajadora? — Dice él. – Está bien, lo necesito. ¿Donde quedamos? — Le responde ella. – Solo sal a la calle, estoy fuera esperandote — Le indica él. (Leído por Nora) Una vez termina de recoger todos los papeles, se pone su abrigo y coge su bolso, cierra la puerta de su despacho con llave y se dirige al ascensor. Mientras el ascensor llega a la planta baja ( son 12 pisos), Nora tiene tiempo de pensar en su futuro matrimonio con su prometido Alonso. La verdad es que cuando se conocieron, ella no sentía atracción física por él ni de ningún tipo, pero por alguna razón le hizo gracia ver como cada día le insistía para llevarla a cenar, sin obtener una respuesta afirmativa, al fin y al cabo los hombres como él no eran su tipo, pero se conocían casi desde niños, ya que sus padres y los de ella eran amigos de toda la vida, así que un día decidió aceptar su invitación, le pareció un hombre interesante en varios sentidos y su familia estaría encantada si ellos dos salían, ya que eran del mismo estatus social. Poco a poco fueron viéndose más y conociéndose hasta que un día, en una de las cenas que habían organizado ambas familias, Alonso decidió pedirle a Nora, delante de todos los allí presentes, que se casara con él. Nora en ese momento, no se encontraba preparada para dar una respuesta, así que le pidió tiempo. Su madre y su padre le insistían en que debía darle una respuesta cuanto antes, ya que sino se terminaría cansando y perdería una oportunidad única ( eso solo lo pensaban sus padres y familiares cercanos) pero para ella eso no estaba tan claro. Finalmente, ante la insistencia de su familia, Nora decidió aceptar la propuesta de matrimonio, confiando que, quizás algún día, el amor llegaría y podría darle la razón a sus padres, hasta hoy.