CAPITULO 6: HISTERIA

1280 Words
Sentía como el sudor bajaba por mi espalda y frente.  Pensé que Julie había alucinado por el trauma,  pero no, ella tenía toda la razón.  Habían tantas personas al pie de las escaleras que no las podía contar.  No sabía que pensar.  Mi padre me había preparado para un sin- número de situaciones, pero no para una como esta.    - Por todos los cielos. - Karen habló, sacándome de mi estado de shock. - Karen cierra la puerta con seguro. -le dije bajo y con cautela.   Sin pensarlo dos veces así lo hizo.  Yo no podía moverme de mi lugar.  Era como si mi cuerpo se hubiera desconectado de mi cerebro, no recibía las órdenes que le enviaba.  Podía sentir mi cuerpo frío como hielo.  Estaba en un punto en el cual ni siquiera podía escuchar nada.  Cuando me di cuenta tenía a Kenai frente a mi aguantando mi rostro en sus manos.   - Zydne respóndeme. - la preocupación se podía ver en los ojos de Kenai. - ¿Qué debemos hacer? - le pregunté con un hilo de voz. - Zydne tu eres la mente y el centro de este grupo tienes que regresar en ti. - Kenai estaba sumamente preocupado.   Lo miré por varios segundos y comprendí lo que sucedia.  Todos dependían de mí para guiarlos fuera de aquí.  Los observé uno a uno, habían tantas emociones negativas en sus rostros.  Respiré profundo, me di cuenta que tenía que ser la más fuerte y la líder.  Me tranquilicé.   - Todos saquen las linternas, revisen sus mochilas y asegúrensen de las cosas que tienen.  Alguien dele un cuchillo y una linterna a Julie.  Vamos a adentrarnos y buscar una salida.  Los quiero a todos atentos para luchar contra cualquier cosa.  ¿Entendieron? - parecía un sargento dándole instrucciones a sus soldados.    Me contestaron con un "sí" fuerte y claro.  Hicieron todo lo que les dije.  Mientras se preparaban les pedí los celulares a todos e intenté conseguir señal, pero ninguno tenía.  Esta situación cada vez era más complicada.  Afuera habían cosas con aspecto de personas, pero no sé qué eran.  Golpeé y corté a uno de ellos, no se quejó, no sangró, no me respondió, solo siguió adelante.  De sus heridas salían cenizas y se regeneraba en segundos.  No encontraba una respuesta para lo que eran esas cosas haya afuera.   Le regresé los celulares a todos dejándoles saber que no conseguí señal alguna.  Eso era algo de esperarse según la situación en la que estábamos metidos.  Sentimos un golpe en la puerta y le hice señal para que comenzaran  a adentrarse.  Kenai iba al frente seguido de Ariz, Karen iba en medio, Julie y yo estábamos una al lado de la otra.  Quería que ella fuera en medio para que estuviera más segura, pero no quiso moverse de mi lado.    Caminamos por varios minutos,  pero nada cambiaba, todo era igual.  Oscuro con dibujos en las paredes que no entendíamos, frío, nuestros pasos hacían eco.  Íbamos a un paso más o menos ligero, todos en sincronía.  Todos en silencio aguantando con fuerza las linternas y los cuchillos.  No teníamos idea de a que nos enfrentaríamos aquí dentro.  Yo me volteaba de vez en cuando para ver a nuestras espaldas.  Parecía que iba caminando de lado en vez de frente.  Choqué contra Julie cuando regresé mi vista adelante.     -        ¿Qué sucede Julie? – le pregunté -        Siento que algo está tocando mi hombro derecho. – me dijo mientras su voz temblaba.  Iluminé su hombro, pero no tenía nada en él.  -        No tienes nada. – le dije para tranquilizarla.  Pude notar como encogía sus hombros en señal de que algo la tocaba.  -        Zydne, siento algo agarrando mi hombro. – ahora no solo su voz temblaba, todo su cuerpo lo hacía.   Todos se detuvieron al escuchar nuestra conversación.  Iluminaron a Julie con sus linternas, toda la luz estaba ahora en ella, pero no veíamos nada.  Ariz movió su linterna para iluminar hacia arriba.  El techo estaba tan alto que no lográbamos verlo.  Yo observé, pero no vi nada en ninguna parte.  Toqué el hombro izquierdo de Julie y luego el derecho.    -        Ves no tienes nada,  Julie – le dije mientras sostenía su mano izquierda para tranquilizarla un poco.  Ella había visto cosas que nosotros aún no y esperaba no hacerlo.  Creo que el trauma la está afectando. -        Tienes razón, creo que es mi imaginación. – se giró para verme y lágrimas corrían sin cesar por sus mejillas. -        Julie, tienes que tranquilizarte querida, estamos todos juntos. – ahora aguantaba sus dos manos, mientras la veía a los ojos, podía notar que se estaba calmando un poco. -        ¿Zydne? – sus ojos se abrieron sumamente grandes con terror en ellos, apretó mis manos.   En ese momento los pies de Julie dejaron el suelo, yo la aguante fuertemente.  ¿Qué demonios estaba pasando?  Karen y Ariz alumbraban hacia arriba, Kenai tomó las manos de Julie al igual que yo e intentó halarla.   -        ¡JULIE NO TE SUELTES! – le grité para que no soltara mis manos. -        ¡ZYDNE, POR FAVOR! – había terror en todo su rostro, podía escucharlo también en su voz.       Karen se quedó alumbrando para todas partes con dos linternas.  Ariz se acercó y tomó los pies de Julie.  Todos halamos lo más fuerte que pudimos para poder regresarla al suelo.  Luchamos y luchamos contra lo que fuera que quería llevársela hasta que la soltó.  Julie cayó encima de Kenai y de mí.  Se podían escuchar las respiraciones aceleradas de todos nosotros.   -        ¿Julie estas bien? – pregunté mientras intentaba ponerme en pie. -        Sí. – dijo con un hilo de voz.   Ya yo estaba en pie cuando noté algo extraño.  Los pies de Julie se estaban alzando del suelo hacía arriba.  Grité, pero fue uno de esos gritos para dejarles saber a los demás que estaba sucediendo algo.  Saqué rápidamente el cuchillo, Karen alumbró, no se veía nada aguantado los pies de Julie, pero aún así moví mi cuchillo encima de sus pies, pero seguían elevándose cada vez más.  Julie gritaba e intentaba aguantarse de algo.  Yo la abracé de la cintura mientras que Ariz y Kenai la aguantaban de los brazos.  Ninguno entendía que era lo que estaba ocurriendo.   El cuerpo de Julie estaba por completo en el aire, con la cabeza hacia abajo.  Yo me mantuve abrazada a su cintura.  Kenai y Ariz ahora aguantaban mis piernas y halaban lo más fuerte que podían.  Alcé la vista para ver en dirección a los pies de Julie, solo vi un destello rojizo en forma circular.  Solo los vi una sola vez, a mi parecer eran ojos,  pero no estaba muy segura.  Me fui rodando hasta quedar en los brazos de Julie.  Todos gritaban, estaban desesperados.  Miré a los ojos a Julie, ella estaba aterrorizada.   -        ¿Julie? No te sueltes. – podía ver que estaba cansada y que quería rendirse. -        Ustedes tienen que salir de aquí. – ella ya se veía derrotada. -        ¡Maldición Julie, no te atrevas a soltarte! – le dije en forma de advertencia. -        TIENEN QUE SALIR DE AQUÍ Y CONTAR LO QUE A SUCEDIDO. -        JULIE NO LO HAGAS. – me dio una sonrisa triste, mientras sus lágrimas caían en mi rostro. – MALDICIÓN, SUELTALA.  MALDITA COSA. – gritaba con desesperación.   Mis manos se resbalaban por los brazos de Julie debido a el sudor.    Aguanté sus manos lo más fuerte que pude,  pero no sirvió de nada.  Nuestras manos se soltaron, mientras caía al suelo vi como Julie se perdía en la oscuridad seguido de un grito escalofriante que me caló hasta los huesos.   
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